A finales del pasado mes de diciembre la aparición de la cepa británica de coronavirus obligó a España a cancelar los vuelos con Reino Unido y se concibió como una potencial amenaza para la ciudadanía y la protección de las vacunas. Sin embargo, después de más tres meses de análisis y observación, se ha convertido en habitual en nuestro país e incluso podría ayudar, a su manera, a que la situación de la pandemia no empeore y las vacunas hagan su trabajo de inmunización con éxito.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), aseguraba este lunes en su habitual rueda de prensa que la variante británica ya es "nuestra variante", ya que se ha convertido en la mayoritaria, con una presencia de entre el 60 y el 70%. Por esta razón, ha insistido en que se debe dejar de tratarla como una novedad y centrarse en las implicaciones de su prevalencia.
La más importante sería beneficiosa para nuestro país, insistió Simón: "Al competir entre ellas, la variante británica no está dando espacio a la sudafricana y la brasileña, y sabiendo que la sudafricana es menos susceptible a las vacunas, al no dar espacio a estas variantes que se escapan un poco del efecto de las vacunas, nos está favoreciendo o nos podría estar favoreciendo".
Simón reconoció que el mensaje puede resultar chocante, pero que en realidad está sustentado por el hecho de que los análisis respecto a las variantes no pueden incluir solamente su capacidad de transmisión y su letalidad (aspectos por los que se levantó la voz de alarma hace meses con la variante), sino que también hay que agregar otras materias de estudio como la prevalencia, el efecto sobre las vacunas o el impacto sobre otras cepas.
Así, la preocupación o la atención debe dirigirse, asegura Simón, hacia la variante sudafricana y la brasileña (la conocida como 'de Manaos'), que presentan una mayor resistencia a las vacunas. Las tres vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento y que se administran en España (Pfizer, Moderna y AstraZeneca), así como la próxima de Janssen, son eficaces contra el virus.
El último informe de variantes del coronavirus del Ministerio de Sanidad data de comienzos de marzo, pero ya por aquel entonces advertía de la creciente prevalencia de la cepa británica que comenzaba a reemplazar a otras variantes y que, en algunas comunidades autónomas, llegaba a copar el 90% de los casos de las últimas semanas.
El informe se hacía eco de la mayor transmisibilidad y letalidad del virus, pero también explicaba que es combatible con las medidas de seguridad habituales (mascarillas, distancia, lavado de manos, extremo cuidado con los contactos) y que la eficacia de las vacunas existentes no se ve mermada, aportando casos de Israel, uno de los ejemplos a nivel mundial respecto a los planes de vacunación.
A falta de nuevas actualizaciones, y de acuerdo con las informaciones aportadas por Fernando Simón, lo relatado en este boletín de Sanidad parece ser avalado por los hechos.