
Margarita del Val se ha convertido en una de las voces más autorizadas de la ciencia española durante el año de pandemia. La viróloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) siempre se ha caracterizado por sus mensajes realistas o alejados de la euforia en cuanto a avances contra el coronavirus y la vuelta a una vida más o menos normal. Sin embargo, la última de sus declaraciones empuja, sorprendentemente, al optimismo.
En una entrevista concedida a Radio El Respeto, Del Val ha asegurado que ahora ve un "horizonte" con la llegada de las vacunas, lo que le hace ser "mucho más positiva". De acuerdo con la científica, la administración de las dosis (ya son más de dos millones las personas con pauta completa) supone un cambio "muy importante".
Del Val fue una de las científicas que vaticinó una cuarta ola, aunque mantiene esperanzas de que sea menos grave que la tercera. La clave está en las personas mayores ya vacunadas, lo que se podría traducir en una menor velocidad de crecimiento de la ola: "Cuanto más se retrase, si la logramos hacer menos empinada, menos personas mayores entrarán en la UCI y habrá menos casos graves, menos muertos".
En paralelo a estas declaraciones positivas, Del Val no ha querido perder la cautela que casi siempre la define. Así, ha prometido que todavía quedan varios meses de esfuerzos para ver una luz al final del túnel: "Quedan algunos meses por delante y todo depende de las dosis de vacuna que nos lleguen".
La próxima llegada de las vacunas de Janssen, la ampliación en el suministro de las dosis de Pfizer y la reanudación de la vacunación con AstraZeneca son algunas de esas buenas señales que invitan a Del Val a pensar que estamos en el buen camino.
No obstante, la viróloga advierte de cara a la relajación de las restricciones. Cree que es lógico pensar que, una vez se ejecutan, se eleva la tasa de contagios y centra su mirada en el turismo y las desmesuradas prisas por recuperar la actividad: "No nos damos cuenta de que esta cultura, paisajes e historia sigue siendo atractiva y no tenemos que apostar por ponernos en riesgo".
Del Val ha lamentado, además, que en España no se apueste lo suficiente por otros sectores innovadores para no depender tanto de actividades terciarias como el turismo: "No dependeríamos tanto del turismo y nos atreveríamos a cortar estas entradas de turistas".