
Se ha convertido en una imagen muy habitual en tiempos de pandemia: algunas personas pliegan las gomas de sus mascarillas en una especie de X con el objetivo de ir más cómodos o de que éstas no les aprieten tanto en la cara y en las orejas. Una práctica que, pese a estar bastante extendida, no deja de ser incorrecta.
La razón es simple: colocando las gomas de esa forma creamos dos huecos en los laterales de la cara que las hacen mucho menos eficaces. Dado que la transmisión por aerosoles es una de las vías principales de contagio, hay que tener especial cuidado a no dejar brechas de seguridad en las mascarillas. Y esta manera de llevarlas no es, desde luego, segura.
Tal y como informa el periodista Rafa López en su perfil de Twitter, no se trata solo de una medida de protección personal, sino también una forma de proteger a los demás: unas imágenes de la Universidad de Delft (en Holanda) reflejan cómo, con la mascarilla colocada así, los aerosoles que producimos al respirar o al hablar se escapan por los huecos que deja la mascarilla.
Por esa razón, explica López, cuando encontremos a personas por la calle o en interiores con la mascarilla puesta de esa forma, lo más conveniente será evitar estar detrás o cerca suyo, ya que es en esa dirección en la que salen los aerosoles.
ERROR: muchas personas llevan la mascarilla con la goma en forma de "X". Esto hace que se abran dos huecos laterales y salga y entre mucho aire sin filtrar. Un hueco del 2% de la superficie deja escapar el 50% del aire sin filtrar.
— Rafa López (@Garcio72) February 8, 2021
Agradezco RT@jljcolorado @sandralopezleon pic.twitter.com/XQ3nduVj0q
El periodista se hace eco de una advertencia que ya hizo en su día el profesor experto en aerosoles José Luis Jiménez, que explicó que dejar huecos por los que entre el aire es más peligroso de lo que parece: un hueco del 2% puede reducir la eficacia de la mascarilla en un 50%.
Hace unos días, Jiménez recordaba a la televisión paraguaya ABC que colocar las gomas en forma de X es incorrecto e ineficaz para proteger contra el coronavirus. El científico ya ha defendido en otras ocasiones por activa y por pasiva la necesidad de llevar bien puesta la mascarilla para que ésta sea eficaz.
Llevarla bien puesta depende, muchas veces, del modelo que se escoja: hay que tener en cuenta el ajuste a la cara de cada uno (que puede variar en función del modelo y de la propia forma de la cara) además de la eficacia.