
Para una conducción cómoda, eficiente y sin peligro, es esencial que el coche esté en perfecto estado. Cualquier fallo por mínimo que parezca puede poner en entredicho la seguridad vial, y por esa razón los conductores deben revisar con cierta frecuencia que todo funciona correctamente. Para realizar un buen mantenimiento no siempre es necesario gastar demasiado dinero o acudir a un mecánico, ya que a veces los trucos más sencillos ofrecen buenos resultados.
Y es que aunque siempre hay que tener en cuenta la opinión y los consejos de un profesional, hay algunos defectos del vehículo que se pueden solucionar en apenas unos minutos y sin apenas gastar. Sobre todo si hablamos de limpieza, donde cualquier truco casero puede poner fin a un problema de visibilidad. Sin ir más lejos, la pasta de dientes es un buen producto para limpiar los faros.
Cómo limpiar los faros
Con el paso del tiempo, los faros comienzan a acumular suciedad y perder potencia. En muchas ocasiones el conductor no se da cuenta porque es un proceso lento y gradual, pero cuando las luces están demasiado opacas, su conducción es mejor segura porque tienen menos visibilidad. Por eso, según el Express, se puede aplicar pasta de dientes para eliminar la suciedad.
La clave es que este producto tiene abrasivos suaves que están diseñados para limpiar los dientes sin dañar la mandíbula. Ese mismo efecto tiene en los faros del coche. Esta parte del vehículo suele estar fabricada con policarbonato, un material que con el paso del tiempo se oxida o se llena de arenilla que opaca la bombilla. Los abrasivos de la pasta de dientes son un buen remedio para decir adiós a esa capa de suciedad.
Lo único que hay que hacer es limpiar los faros de forma tradicional y después aplicar pasta de dientes con un paño húmedo. Tras frotar el producto durante unos minutos, hay que enjuagar la luz con agua y secarla con una toalla. Además, se puede aplicar cera para coches para una protección extra.
A tener en cuenta
Esta solución es eficaz en buena parte de los modelos de automóvil, pero puede ser perjudicial en otros casos. Por ejemplo, si los faros tienen revestimiento antirreflejo o son de vidrio, es mejor evitar la pasta de dientes. Del mismo modo, en caso de duda lo más recomendable es preguntar a un profesional para asegurarse de que no se van a estropear los faros.