Motor

Seat recorta un 90% los beneficios del primer semestre por el golpe de los aranceles al Cupra Tavascan

Línea de montaje de Cupra en la fábrica de Seat en Martorell | EFE/Alejandro García.
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Los aranceles de la Unión Europea al coche eléctrico chino vuelven a golpear al resultado de Seat. La automovilística, que fabrica el Cupra Tavascan en Hefei (China) ha visto como la tasa del 20,7% impuesta por la Comisión Europea —que se suma al gravamen general del 10%— ha echado por tierra las perspectivas de rentabilidad diseñadas en Martorell (Barcelona) y entre enero y junio el beneficio operativo fue solo de 38 millones frente a los 406 millones de euros del primer semestre de 2024.

La filial de Volkswagen, liderada desde abril de manera interina por Markus Haupt, recortó así un 91% sus ganancias; en línea con la caída del 97% que ya sufrió en el primer cuarto de 2025.

Con el impuesto sobre el Tavascan, que se vende a pérdidas, el margen operativo de beneficios de toda la empresa queda en el 0,5%. "La caída se produjo por el aumento de la competencia en mercados clave, un cambio en el mix de producto, los aranceles sobre el Tavascan y un incremento de los costes de los materiales", señaló el conglomerado alemán en su informe semestral.

El desplome de las ganancias fue acompañado de una reducción de las ventas y los coches comercializados. La facturación hasta junio descendió el 2% hasta los 7.598 millones y las entregas bajaron un 7% hasta las 322.000 unidades.

Seat hace meses que negocia con la Comisión Europea para buscar un acuerdo que le permita vender el Tavascan sin el arancel adicional del 20,7%. El problema: se encuentra inmerso en un momento de negociaciones comerciales macroeconómicas que quedan por encima de su caso particular. Entre las opciones estudiadas estaba la de fijar un cupo de coches vendido a un precio acordado para garantizar que no existía ningún tipo de dumping.

Las cifras de Volkswagen Group

Los aranceles también golpearon los resultados de todo el grupo Volkswagen, aunque en este caso fueron los impuestos por Estados Unidos para defender la industria de las cuatro ruedas en el país. La cotizada ha sufrido el golpe de los aranceles aprobados por Donald Trump, pues el fabricante alemán que comercializa varios modelos producidos en Europa en ese país ha comunicado este viernes que el coste de la políticas proteccionistas ha sido 1.300 millones de euros en sus resultados del primer semestre.

Esto, a su vez, ha llevado al grupo a registrar un beneficio neto atribuido de 4.005 millones de euros, un 36,6% menos que en el mismo periodo del año anterior. El fabricante que conjunta las marcas Volkswagen, Audi, Skoda, Porsche, Seat y Cupra, se ha enfrentado a otro año difícil, en el que a la crisis sufrida en 2024 por la baja demanda en mercados clave como China, o lento despegue de los coches eléctricos en Europa, se le suma la política comercial de Estados Unidos que afecta a las ventas en ese país.

Volkswagen tiene en Norteamérica uno de sus mercados más importantes, con plantas al sur y al norte de la frontera de Estados Unidos. Sin embargo, la incertidumbre creada por las políticas de la Administración Trump de imponer aranceles adicionales del 25% a las importaciones de automóviles, ha hecho que las entregas de sus vehículos a clientes en esa región cayeran un 6,9%, hasta las 425.843 unidades. Solamente en Estados Unidos, sus entregas se redujeron hasta un 9,8%.

Sumado al gravamen colocado a los componentes, el grupo alemán, al igual que otros europeos, debe pagar un impuesto total del 27,5% por los vehículos que exporta a ese país. Por lo que la afectación a su resultado operativo en los primeros seis meses del año fue de 1.300 millones de euros. En total, su resultado operativo fue de 6.707 millones de euros, un 32,8 % menos que hace un año.

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