
La situación de la industria auxiliar de la automoción valenciana está marcada por caída de la producción desde el Covid y uno de los grandes proveedores de Ford Almussafes, la filial valenciana del gigante chino de componentes para el interior de los coches Yanfeng así lo atestigua.
Las ventas de sus tres plantas valencianas se recortaron un 22%, hasta 49 millones de euros, y el desplome llegó al 25% en el caso de los ingresos procedentes de Ford, tras el final del montaje de la Transit Conect en Valencia que suponía una parte de su fabricación.
Pese a la caída de los ingresos y a mantener Ertes ante la falta de producción, como los que está encadenando la propia planta de Almussafes, Yanfeng ha cerrado 2024 con una rentabilidad de algo más de medio millón de euros, similar al año anterior.
La filial valenciana de la multinacional explica que este año se enfrenta a dos grandes retos ante la situación del automóvil por los retrasos en el coche eléctrico en Europa. Por un lado, la dura competencia para asegurarse componentes del futuro modelo previsto para Almussafes a partir de septiembre de 2027: el que se ha bautizado como Ford Bronco Cx735 a nivel interno y para los proveedores.
"En estos momentos la planta de Yanfeng Valencia está trabajando duro para ofrecer una cotización competitiva y poder hacerse cargo de este modelo en el futuro", recoge el informe de gestión de las cuentas de 2024 de la empresa, tras explica que Ford ha abierto el proceso para elegir los proveedores de ese modelo y que las actividades de lanzamiento se sucederán a partir de 2026.
Componentes a Egipto
Actualmente Yanfeng International Automotive Technology Spain fabrica componentes para el modelo Ford Kuga como el panel de instrumentos, paneles de puertas y la consola central, mientras que el modelo C4 de Citroen de Stellantis produce el panel de instrumentos y Cockpit.
Precisamente su otro reto es suministrar parte de sus piezas desde Almussafes a Egipto, ya que Stellantis ha trasladado una pequeña parte de su fabricación a ese país, que se concentra en la planta del grupo en Madrid. La multinacional prevé ensamblar unas 12.000 unidades de la versión C4X al año allí con un socio local que llevarán los mismos componentes made in Valencia.
Todo un reto que además podría ser un ensayo para mantener el abastecimiento del futuro modelo que sustituirá al C4 y que el fabricante ha anunciado que montará en Kenitra (Marruecos).