Se aproxima el fin del 'tuning' en los Ferrari. Mientras la casa del 'Cavallino Rampante' intenta encontrar un equilibrio entre proteger su exclusividad y dar servicio a un lucrativo mercado de personalización, estaría considerando incluir en su lista negra a los clientes que personalicen sus coches con diseños "extraños", según adelanta Fortune.
Así es, la lujosa marca italiana, en un intento de proteger su "exclusividad" y proyección de marca, incluirá en su lista negra a todos los clientes ricos que hayan decidido personalizar demasiado sus coches, posterior a la compra.
Según explica el medio financiero, el fabricante de automóviles italiano está cada vez más cansado de los 'tuning' cada vez más llamativos ens sus coches, y su director ejecutivo está dispuesto a "tomar medidas para reducir el alcance de su propia oferta de colores como resultado".
El arte de "devaluar" al Cavallino Rampante
En este contexto, el CEO de Ferrari, Benedetto Vigna, advirtió al medio británico Telegraph sobre la posibilidad de que un número cada vez mayor de Ferraris "extraños" aparezcan en las carreteras, devaluando la marca.
"Hemos estado pensando internamente en definir de antemano las combinaciones (de colores). Tenemos que prestar atención porque tenemos que defender los valores y la identidad de la marca. No haremos un coche extraño, seguro", manifestó Vigna al medio.
Ganancias por personalización en casa oficial
Ferrari facturó alrededor de 1.300 millones de euros en concepto de personalización en 2024, lo que representa aproximadamente una quinta parte de los ingresos totales. Sin embargo, el fabricante de automóviles preferiría que las personalizaciones se hicieran según sus "términos" y ha tenido dificultades para convencer a algunos clientes.
"Hay lugares en el mundo en los que les gusta tener un menú fijo. Hay otros lugares en los que prefieren la carta y la libertad de elegir lo que quieren", afirma Vigna. En la conferencia sobre los resultados de Ferrari, Vigna dijo que los acabados de carbono también eran una "personalización cada vez más atractiva", agrega Fortune.
Por otra parte, el fabricante tampoco tiene previsto dejar de controlar el estilo de los Ferrari una vez que salen del concesionario. Además de proteger la marca, Vigna dijo que quería preservar el valor de los Ferrari de segunda mano, que a menudo son canjeados por los propietarios por modelos nuevos.
Según Telegraph esto podría incluir prohibir a los clientes volver a pedir más coches a la empresa si van demasiado lejos con sus personalizaciones posteriores a la compra.
"Hay algunas combinaciones que no agradan ni son del agrado del segundo comprador potencial", concluyó Vigna.