
A los días de lanzar un asistente de aparcamiento que aparca el doble de rápido que antes, Mercedes presenta una aplicación para dictar notas en el coche. ¿Es seguro invitar a ir pensando en otras cosas?
¿Adónde vamos, Mercedes? La pregunta se le podría hacer al GPT que integra la última generación de Mercedes. Porque están preparando el coche para cuando el conductor sea simplemente un pasajero. En un aluvión de lanzamientos, respondiendo aquello que dijeron a sus accionistas de que los Mercedes volverían a ser más Mercedes, no hay semana sin una vuelta de tuerca a su digitalización.
Lo último ha sido la aplicación Notas para su MBUX, la pantalla central de interacción de los Mercedes con el conductor. No es el primer coche que permite dictar una nota que se le ocurra al conductor; en el fondo, no es más que un dictáfono integrado, a toque de botón. Nada que no pueda hacer un teléfono móvil, colocado en un soporte. La primera diferencia es que aquí no te arriesgas a una sanción por tocar el móvil (ya, que podrías activarlo por voz, si eres así de digital como para usarlo de este modo).

La segunda diferencia con otros, aunque también podría hacerlo tu móvil, es que todo lo que dictes va a la nube de Mercedes y el GPT de OpenAI se encarga de dar estructura y orden a aquello que le cuentas al coche. Cualquiera podría emular en un Mercedes a ese creador iluminado que dibuja en una servilleta y luego un asistente o una legión de ellos dan forma a la idea.
¿Pensar en la conducción o conducir pensando?
Habiendo hablado con psicólogos de Mercedes mucho antes de esto, sobre la debilidad del cerebro, incapaz de hacer varias tareas a la vez, incluso incapaz de darse cuenta de cuándo está cansado (para eso están los ADAS que vigilan cómo conducimos). En este escenario, se podría considerar si muchos de los avances tecnológicos no invitarán a la distracción al volante.
Se prohíbe llevar una película en la pantalla central, por si se tiene la tentación de mirar de cuando en cuando. Pero no hay problema en darle vueltas a cómo enfocar esa reunión a la que te diriges y en la que tanto te juegas. No pasaría nada si te lleva el chófer. Chófer que puede ser automático, ese Nivel 3 de conducción automatizada mientras estés en el atasco de la autopista, que también tiene desarrollado Mercedes.

En Mercedes están preparando el futuro y habrán pensado que mejor integrarlo en el coche, que dejar que el móvil se haga con la vida de su cliente. Y por supuesto, garantizándose el pago de una suscripción por su "Paquete de Entretenimiento Plus": el coche digital quiere pagos recurrentes y no entiende que el cliente solo haga pagos por servicios una vez al año y mientras dura la garantía.
Aparcar al sprint
Mercedes quiere quitar al conductor de la ecuación. Que sea un pasajero más. Y para ello también ha dado un salto impresionante a su sistema de aparcamiento automático. Sabedores de que muchos de sus usuarios no utilizan la función de aparcamiento automático (solo para enseñar a los amigos), han tenido que mejorar y no de forma marginal. Algunos fabricantes como Ford han decidido recientemente que lo abandonan, porque sus clientes no quieren usarlo. Mercedes quiere demostrar que es Mercedes y ha duplicado la velocidad a la que ahora se desplaza durante la maniobra.

Ciertamente, los sistemas de aparcamiento automático han mejorado muchísimo. Los primeros había que aparcarlos moviendo un dibujo del coche en una pantalla mediante flechas hasta la posición deseada, que luego el coche ejecutaba. Mi coche personal, bastante más moderno se subía sistemáticamente a la acera siempre que cerca del bordillo hubiera un seto.
Hasta hace poco eran tan lentos que resultaban exasperantes. No hay nada peor que ver aparcar a tu cuñado. Te entran ganas de bajarle y ponerte tú al volante. Y eso es lo que realiza la mayoría de conductores con ese sistema de aparcamiento, que tanto ha costado desarrollar. Ahora bien, avanzar a 4 km/h con un coche justo delante, seguro que impresiona y habrá que tener mucha fe. Deseando probarlo.

El nuevo sistema de Mercedes presume de ser capaz de encontrar huecos mientras rueda a 35 km/h y sabe aparcar con tal de que sobren 50 centímetros en cada extremo del coche. La de españoles que con 30 centímetros en total son capaces de clavarlo… ya se verá como desaparcan luego, o los coches a los que hayan arrinconado. "Cuántos huecos desaprovecha tu Mercedes", te dirá el cuñado cuando uses esta función.
Claro, que en Alemania aparcar de oído te puede costar un trastorno y disgusto a la cartera que cualquiera evita: que tu coche toque al de otro es sacrilegio para cualquier testigo y casi garantizado que la policía acabará llamando a tu puerta.
Relacionados
- Probamos el nuevo Mercedes Clase G, un modelo tan exclusivo como auténtico, que ahora se electrifica
- Mercedes Benz Vitoria utilizará tecnología cuántica para optimizar su sistema de producción
- Reiner Hoeps (Mercedes-Benz España): "Hay que analizar la velocidad de cambio al coche eléctrico"
- Qué distracciones al volante son las más peligrosas (y las que más cometen los inexpertos)