
La actividad de la factoría española de Ford no gana para disgustos. Después de que el fabricante estadounidense haya anunciado un nuevo modelo que garantice su producción en horas bajas después de que esta misma semana haya dejado de montar para siempre la Transit Connect, ahora los problemas de suministro de un proveedor de componentes de motores agrava el ajuste laboral previsto para los próximos dos meses.
De hecho, durante al menos diez días la fábrica de Almussafes trabajará con apenas el 50% de su plantilla, que se acerca a los 4.800 trabajadores, debido a que en el nuevo expediente de regulación temporal de empleo (Erte) se contempla que, además del recorte en las líneas de ensamblaje, la planta de motores y sus 900 trabajadores paren por completo durante esas jornadas.
Según ha explicado Ford en la comisión de seguimiento con los representantes del comité de empresa de UGT y STM, el nuevo Erte que se prevé cerrar mañana del 20 de abril al 20 de junio incluirá a 1.400 trabajadores diarios de las líneas de montaje. De esta cifra, la empresa cifra en 800 los trabajadores afectados que hasta ahora se dedicaban a ensamblar la furgoneta Transit.
Ni siquiera la buena evolución de la demanda del producto estrella de Valencia, el Kuga, amortigua la situación. Debido a los problemas de suministro de bloques de motores de un proveedor, la fabricación de motores de Valencia no puede atender a la demanda completa de motores para la fabricación de vehículos híbridos, PHEV y FHEV, que representa un 90% de la producción del Kuga. Con lo cual, la falta de propulsores afectará también al montaje del único coche que mantiene Almussafes. Una situación que supondrá que deje de trabajar un turno de producción de 600 personas, durante al menos 4 semanas.
Así, durante los 10 días que se contempla de parada total en la planta de motores, los días 20, 21, 22, 27 y 28 de mayo, además de 3,10,11, 17 y 18 de junio, la mayor factoría de Valencia apenas trabajará con casi el 50% de los trabajadores con que cuenta.
Como en los casos anteriores, el Erte se aplicará de forma rotatoria toda la plantilla, de forma que intenta reducir el impacto al repartir los días de Erte entre la plantilla. La nueva caída de la producción también afectará a sus proveedores directos.
Erte que se eterniza
En principio el nuevo Erte es un parche temporal hasta que Ford concrete los plazos y el volumen de trabajo que supondrá la llegada del nuevo coche híbrido que junto al Kuga deberá sostener su producción en la planta española hasta la definitiva transición al vehículo eléctrica. Una inversión en nuevos modelos sin motores de combustión que ya ha retrasado varias veces.
Desde el propio UGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa, ya han reclamado a las administraciones ayudas para activar el mecanismo Red y poder perpetuar el Erte ante lo que se antoja varios meses de actividad bajo mínimos.
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