
Cada vez queda más en evidencia que el principal obstáculo que encuentran los conductores para adquirir coches eléctricos es, con permiso de la infraestructura de carga, su elevado precio de acceso. Diferentes actores del sector llevan años vaticinando la supuesta fecha a partir de la cual fabricar un vehículo electrificado costará lo mismo que su homólogo de combustión, gracias a factores como el abaratamiento del litio o la reducción de costes por el aumento de la demanda. Sin embargo, la llegada del ansiado punto de inflexión se hace de rogar.
En este sentido, la ONG europea Transport & Environment (T&E) afirma que, para 2025, los fabricantes de automóviles podrán vender coches eléctricos pequeños (del segmento B) fabricados en Europa por 25.000 euros y obtener beneficios. La fecha en cuestión procede de un análisis que la organización ha encargado a la consultora Syndex, tomando como referencia tanto el descenso de los costes de producción como el de los precios de las baterías, "en línea con las previsiones de BloombergNEF y otros".
Así, "la disponibilidad de vehículos eléctricos más pequeños y asequibles podría cambiar las reglas del juego para la adopción masiva del coche eléctrico y será crucial para que los fabricantes europeos puedan resistir la irrupción de las empresas chinas en Europa", considera T&E.
Del menos favorable al más optimista
Para hacer esta previsión, el estudio ha realizado una modelización de los costes que podría tener la fabricación de los mencionados coches del segmento B en 2025. Cabe señalar que, al hablar del segmento B se refieren a vehículos con baterías de 40 kWh, aptos para autonomías comprendidas entre los 250 y los 300 kilómetros.
European-made electric vehicles could cost only €25k in 2025.
— Transport & Environment (@transenv) September 18, 2023
It's up to lawmakers to create the conditions for carmakers to prioritise selling these affordable models by incentivising small EVs and taxing heavy, inefficient SUVs. pic.twitter.com/qXTMWrE9oa
En dicha modelización, el estudio vislumbra tres escenarios de mercado posibles, en función de la productividad y la producción, el precio de las baterías, el tipo de cambio euro-dólar y el precio tanto de las materias primas como de los semiconductores. Así, mientras que en 2019 el precio de este tipo de coche superaba los 35.000 euros, para el escenario menos favorable en 2025 el estudio cree que podrían costar algo más de 30.000. En un escenario 'poco' favorable, unos 27.000 euros, mientras que en el más favorable podría rebajar su precio hasta los 25.000 euros. Y sobre el escenario más optimista, además, calculan que los fabricantes conservarían un margen de beneficio en torno al 4 %.
Carlos Rico, responsable de electrificación de coches en la oficina española de T&E, cree que "Habrá más compradores de coches eléctricos si existen modelos pequeños y asequibles, pero ahora mismo los fabricantes de coches están encantados con sacar beneficios de los grandes SUV, que son demasiado caros para muchos hogares de rentas bajas". Por ello, considera que "los legisladores deben intervenir con normas de eficiencia, impuestos, reformas de las subvenciones y otras medidas que inclinen la balanza a favor de los coches eléctricos pequeños y asequibles y de los ciudadanos de a pie".