Nissan puso a mediados de diciembre de 2021 punto y final a su historia productiva en Barcelona tras más de 40 años de actividad en territorio catalán.
Los planes estratégicos de la compañía nipona pasan por centrarse en Japón, China y Norteamérica, tras una reestructuración del modelo de negocio de la Alianza que forma con Renault y Mitsubishi.
No obstante, la salida de la multinacional nipona ha dejado en el aire el futuro de las plantas que ocupaba hasta ahora (Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca). La comisión de reindustrialización, formada por el Gobierno, la Generalitat, Nissan, sindicatos y que cuenta con el asesoramiento de KPMG, decidió dar al hub de electromovilildad, liderado por la ingeniería catalana QEV Technologies y Btech, espacio en las tres ubicaciones, con la planta de Zona Franca al frente, la más grande. La intención del hub es reactivar la producción este mismo año, con el objetivo de absorber a los más de 1.600 empleados de Nissan que fueron despedidos por la automovilística nipona.
Lo cierto es que casi dos años después de que Nissan comunicase su intención de abandonar Barcelona muchas cosas faltan por dilucidarse. Tan largo se está haciendo el proceso que la empresa de motos eléctricas Silence ya ha mandado un ultimátum en forma de carta a la mesa informando de que si no les adjudican la planta de Montcada abandonarían el proceso. El propio consejero delegado de la compañía catalana, Carlos Sotelo, reconoció ayer que a la mesa de reindustrialización "le falta alguna pata", pero que se trabaja fuertemente con el Gobierno y la Generalitat para lograr instalar una nueva fábrica de la marca en Barcelona. Todo ello se debe a que el propietario de la planta de Sant Andreu de la Barca ha decidido renovar las naves, lo que supondría retrasar aún más un proceso que ya ha cumplido más de 16 meses desde que se inició. Ante esta situación, hay un serio riesgo de que una de las tres factorías que tenía Nissan en Barcelona se quede fuera de este proceso de reindustrialización, ya que el hub ha propuesto trasladar sus planes de Sant Andreu a Montcada.
En definitiva, la única decisión que ha tomado la mesa es la de asignar al hub la batuta de la reindustrialización, aunque tampoco se ha terminado de decidir cuál será la configuración definitiva. En la configuración futura de la Zona Franca, el hub utilizaría las dos líneas productivas de Nissan para producir diversos modelos de vehículos eléctricos. No obstante, se reservan espacios para poner en marcha proyectos logísticos propuestos por el hub para complementar la actividad y para "futuros proyectos industriales". Así las cosas, los comités de empresa han pedido a KPMG que traslade a Silence la alternativa de ubicarse en este espacio industrial. En cuanto a los proyectos logísticos, los comités de empresa han trasladado que estudiarán esta propuesta "siempre y cuando aporten valor añadido al proyecto final".
Los trabajadores de Nissan ya han firmado las cartas de despido
Un proceso que se ha demorado más de la cuenta debido a la llegada a última hora del fabricante chino Great Wall Motors, quien pedía más ayudas públicas por parte de las administraciones para quedarse con las plantas. Demanda que fue oída y aceptada por la mesa, así como una reducción del alquiler de Zona Franca. No fue suficiente, pues la china decidió reorientar su estrategia en Europa.
Los trabajadores de Nissan ya han firmado las cartas de despido y están en sus casas esperando a que la mesa les dé faena. Lo que aún desconocen es en qué momento se terminará este proceso lleno de inconcreciones.