
No solo la guerra comercial se está llevando por delante al sector automovilístico, que en España tan solo tiene cotizados a dos representantes: Cie Automotive, dentro del Ibex, y Gestamp. La cruzada arancelaria abierta por EEUU contra China -de momento- se ha sumado al escándalo del dieselgate -que golpeó particularmente a Volkswagen, primera productora de vehículos europea-, a la nueva regulación sobre emisiones de CO2 que afectan a sus motores y la guinda del pastel la ha puesto la caída de las ventas de coches en todo el mundo, principalmente en China.
"La debilidad en el mercado de autos es más que notable. Las ventas en Europa registran una senda clara de descensos desde septiembre del año pasado. Y, por marcas, entre los mayores retrocesos de junio destacan Fiat Chrysler -con una caída del 9,5%- y Volkswagen -4,3% de caída-", apuntan desde Bankinter.
El impacto ha llegado a los fabricantes de componentes del automóvil. Gestamp cotiza en zona de mínimos históricos desde su salida a bolsa hace dos años. Desde que el pasado 5 de mayo, momento en el que la Administración Trump endureció su mensaje arancelario, la firma presidida por Francisco Riberas se deja un 16% de su valor en bolsa, frente al 6,8% que retrocede Cie Automotive. El sector europeo, por su parte, cae un 8,6%. Y la respuesta a que Gestamp sufra pérdidas que más que duplican la caída de Cie Automotive puede estar en sus clientes.
Sus cuatro principales clientes, Volkswagen, Daimler, Renault y BMW, representan más del 50% de los ingresos de la compañía
Gestamp se encuentra, por decirlo así, en el primer eslabón de la cadena de fabricantes. Está considerado un fabricante Tier-1, aquellos que producen directamente para las automovilísticas. Cie se ubica un escalón por debajo, ya que sus piezas se venden a otros fabricantes y no solo a las grandes firmas de coches. Esto hace que Gestamp tenga una mayor concentración de las ventas. Sus cuatro principales clientes, Volkswagen, Daimler, Renault y BMW, representan más del 50% de los ingresos de la compañía. De media, desde el mes de mayo, estas cinco automovilísticas caen un 12,2% en el mercado. Y con mayor virulencia lo hace Daimler. Su desplome roza el 22%. La firma alemana ha lanzado cuatro profit warnings en los últimos doce meses, el último de ellos hace una semana, anunciando pérdidas de 1.600 millones de euros en el segundo trimestre.
En el caso de Cie Automotive una veintena de firmas se reparten el 28% de las ventas totales del grupo. Sus cuatro clientes principales son Renault, Chrysler (perteneciente a Fiat), Ford y Magna -otro fabricante de componentes de primer nivel, como Gestamp-. Entre ellos suman el 13% de los ingresos y caen, de media, un 9,5% desde mayo.
"El segundo trimestre continuará siendo un desafío para Gestamp debido, principalmente, a la débil producción en el Este de Europa [supone el 44,7% del ebitda]", aseguran desde JP Morgan, cuyos analistas calculan que los márgenes ebitda se situarán en el 10,5%, por debajo de 2018, cuando cerraron en el 11,2%. Desde mayo, las estimaciones de beneficio se recortan un 4,7% para Gestamp en 2019 -hasta 281 millones-; frente a la subida del 5% de Cie Automotive. Y la tendencia se extiende hasta 2020 y 2021, con recortes también del 3,7 y 3%, respectivamente.
El coche eléctrico
A los problemas que enfrentan las automovilísticas se suma la inversión que deben realizar en I+D para desarrollar el vehículo eléctrico. De ahí que, según la consultora Roland Berger, la externalización de la producción de carrocería y chasis en el sector aumentará hasta el 50% en 2025 para aminorar los costes, frente al 43% de 2017.
Se calcula que para 2030, el 30% de los vehículos serán eléctricos, lo que es un catalizador para Gestamp, que es líder mundial en estampación en caliente, que aligera el peso del vehículo.