GAM
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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tomó este miércoles una decisión histórica. Obliga a GAMI (Gestora de Activos y Maquinaria Industrial), propiedad del presidente Gestamp, Francisco Riberas, a elevar hasta un 72,5% el precio de la opa que anunció el 6 de diciembre del año pasado por algo menos de 1 euro.
Es la primera vez desde que se aprobó la actual Ley de opas en el año 2007 que la CNMV adopta una decisión similar. En su escrito, publicado ayer tras el cierre del mercado, el organismo regular del acordó "modificar el precio de la oferta pública obligatoria de adquisición de acciones de General de Alquiler y Maquinaria (GAM), fijándolo en 1,72 euros por acción" que se corresponde con "el rango inferior de cotización del valor el día (previo) en el que la operación fue anunciada", el pasado 5 de diciembre. De este modo, la opa debe lanzarse a un precio equitativo, correspondiente a la media de cotización de los títulos de GAM los seis meses previos a la oferta, y prima sobre la valoración aportada por Riberas en el momento en el que hizo oficial la opa, el pasado 8 de mayo, en el que se justifica una valoración de 1 euro por acción aduciendo motivos financieros y de valoración de activos.
Las acciones de GAM se han disparado durante la sesión hasta un 32%
Fuentes consultadas por elEconomista señalan que los títulos de GAM justifican esta decisión dado que los títulos "cayeron y comenzaron a cotizar muy por debajo de la media del último año una vez que GAMI anunció la operación al precio de un euro". En el momento en el que se anunció la opa, las acciones de la compañía de maquinaria se desplomaron casi un 26%, hasta los 1,275 euros. En todo caso, en ningún momento durante los últimos siete meses se han ajustado al precio de la oferta, marcando mínimo en los 1,22 euros el día 10 de diciembre. Según datos recogidos por Bloomberg, el año previo al anuncio de la opa por parte de Riberas, los títulos de GAM había cotizado a un precio medio de 2,06 euros, más del doble del precio de la oferta. La reacción hoy del valor ha sido, siguiendo la lógica del mercado, la de ajustarse, de nuevo, al precio de la oferta de GAMI, que ya es el máximo accionista de la compañía con el 54,56% del capital. Así, las acciones cerraron con una subida del 32,05% hasta los 1,71 euros por título.
Diferencia con Dia
La pregunta que muchos pequeños accionistas se plantean a esta hora es por qué en esta ocasión la CNMV sí ha decidido emplear el criterio de precio equitativo en esta operación. No lo hizo en el caso de Dia, tampoco de Telepizza, cuyas operaciones se lanzaron por debajo del nivel de cotización medio de los últimos meses previos a estas opas, lanzadas en el primer caso por LetterOne y, en el segundo, por el fondo KKR.
La operación, sin duda, más polémica ha sido la protagonizada por L1 Retail, el vehículo que ya hoy controla casi el 70% del capital de Dia. Fuentes próximas al regulador aseguran que ambos procesos no pueden asemejarse. "En el caso de GAM no existen los problemas que sí tuvo Dia con los bancos acreedores, ni tampoco tiene vencimientos de deuda próximos, que la llevaron a estar al borde del concurso de acreedores", apuntan estas mismas fuentes. "Además, Dia ya venía acumulando una importante caída en el precio de sus títulos", concluyen. En cualquier caso, GAM, con una capitalización bursátil hoy que supera los 56 millones de euros, es ocho veces inferior al valor que tenía Dia el día previo al anuncio de la opa.
Riberas y el control de GAM
Otra de las diferencias entre ambas opas ha sido el timing empleado por los compradores. En el caso de Dia, LetterOne ostentaba el 29% del capital cuando lanzó la operación. Lo hizo, además, a 0,69 euros, un 64% por encima del precio al que cerró la acción de Dia el día previo, en los 42 céntimos. A él la ley de opas no le obligaba a lanzar una oferta porque se cuidaron mucho en no superar la cota del 30%, a partir de la cual cualquier accionista está obligado a lanzar una oferta. La de LetterOne fue voluntaria y de ahí que el precio ofertado pudiera decidirlo el comprador y no tuviera que cumplir con el criterio de precio equitativo o bien abonar el precio más elevado abonado por LetterOne en el último año. Una jugada redonda vistos los resultados.
En el caso de Riberas, éste optó por lanzar la operación cuando todavía no tenía una sola acción de GAM, pero sí un acuerdo firmado con varios de sus accionistas mayoritarios. La operación formaba parte de un acuerdo de reestructuración de la deuda de la compañía e incluía la condonación de parte del pasivo de la firma asturiana. Riberas se comprometía entonces a comprar la participación de los siete bancos acreedores a un precio de 0,977 euros, que permitiría a los bancos salir del capital. El 24 de abril, los bancos pasaron de tener el 63% al 8,482% actual que figura con Banco Santander. Y Riberas se hizo con la diferencia, el 54,56%.
¿Qué hacer si soy accionista?
La oferta que la CNMV obliga a Riberas a poner sobre la mesa ofrece el último precio registrado por la compañía, que si bien es cierto, se encuentra un 20% por debajo del precio medio al que cotizó GAM el semestre previo a la oferta. 1,72 euros ofrecidos frente a los 2,15 euros del promedio.
El problema es que, una vez que Riberas controla más de la mitad del capital, la liquidez de sus títulos –ya de por sí bastante escasa dada su capitalización- mermará. Por otro lado, la compañía, antes controlada por la banca cambiará de manos y el control seguirá estando, en este caso, en un único accionista: GAMI. Riberas ha reconocido que no tenía intención de excluir a GAM de cotización, aunque la cuestión clave seguirá siendo, en este punto, la liquidez. En todo caso, "dado que no acudirán a la opa accionistas con, al menos, el 10% del capital", según reconocía GAMI en el hecho relevante remitido a la CNMV en mayo, no se podrá aplicar el criterio de venta forzosa a quienes no acudan a la operación. Para ello el oferente debe contar con el respaldo de, al menos, el 90% del capital al que se dirige la oferta, esto es, del 40,9% sobre el 45,4% del total.
A partir de ahora, Riberas tiene cinco días laborables -hasta el próximo miércoles- para reformular la oferta con estas nuevas condiciones y presentar las garantías oportunas. Luego será la CNMV la que ponga el contador a cero con un mes por delante para aprobar la operación, aunque las fuentes consultadas aseguran que "el proceso ya está bastante estudiado" con lo que descartan consumir todo este tiempo.