Javier Hernani, consejero delegado de BME, asumió hace solo dos meses la máxima responsabilidad ejecutiva de la compañía que gestiona la bolsa española, pero conoce los mercados en profundidad desde otros muchos ángulos. "Fui 11 años bróker", recuerda. También es inversor. "Me encantaría gestionar mi cartera aunque fuera para perder dinero, pero no puedo", reconoce haciendo referencia al "código de conducta muy estricto" que no le permite "invertir libremente", por lo que solo tiene "acciones de BME y fondos de inversión". Desde su despacho en el Palacio de la Bolsa de Madrid, desgrana los planes de crecimiento hasta 2021 para hacer a la compañía más atractiva –este año ha sido penalizada frente a sus comparables–, sin olvidar las dificultades que afronta por la caída de la negociación.
¿Cómo encaja el dividendo en el nuevo Plan Estratégico? ¿Será compatible con el crecimiento que se han marcado?
Queremos seguir teniendo una política de dividendos sustancial. Lo que haremos es mantener un payout [porcentaje del beneficio que se destina a retribuir] del 96% en los negocios actuales, porque son maduros, eficientes y bien gestionados. Pero los negocios que vayamos incorporando no estarán a corto plazo sujetos a una política de retribución tan exigente porque hay que pagar la inversión. Si lo que compramos también lo dedicamos al dividendo pondríamos una barrera al crecimiento de la compañía.
¿Verá el accionista un recorte importante en los pagos en los próximos años?
No. Queremos que el accionista esté tranquilo de que va a seguir recibiendo un dividendo potente, basado en que el negocio actual es muy eficiente y que el nuevo tendrá la capacidad de autofinanciación que mejorará año a año si hacemos las cosas bien. Hay que buscar un equilibrio. BME va a seguir siendo una compañía de dividendo.
Seguimos pensando que a tres años vista deberíamos ver una recuperación moderada de volúmenes
¿En el plan se contemplaba la caída de los volúmenes que se está produciendo?
No podíamos predecir la caída de volúmenes. El Plan Estratégico que presentamos en octubre está basado en el cierre de diciembre. Seguimos pensando que a tres años vista deberíamos ver una recuperación moderada de volúmenes. Tampoco estamos pensando en una aportación de negociación que cambie radicalmente las cifras. Lo más importante del Plan Estratégico tiene que ver con los proyectos orgánicos y con las ideas de adquisición y de hacer a la compañía más grande. Esa es la parte más importante de los números con gran diferencia, aunque lógicamente si los volúmenes cayeran más nos rebaja la base de cálculo inicial.
¿Por qué están bajando tanto la negociación? ¿Está siendo mayor la caída en España?
Los volúmenes han caído en todas las bolsas de manera más acusada este año, con descensos de más del 20%. Hay varios motivos. Mifid II ha hecho más complicado el negocio de la intermediación. La volatilidad también es muy baja. A ello se suma la situación de la curva de tipos, que es anómala y está teniendo su influencia en el mercado. Esto, además, faculta un apalancamiento barato del private equity, para comprar empresas a buen precio. En España, mientras no vuelvan los tipos a cierta normalización, los bancos seguirán sin ser activos atractivos y, por ende, afecta a los volúmenes del Ibex 35. Siendo equity nuestra mayor parte del negocio, la compañía está aguantando muy bien la situación tan compleja.
¿Se ha ido el inversor internacional?
No, no se ha ido. Si se fuera cerraríamos la bolsa. Prácticamente un 80% del volumen proviene de los extranjeros. Está cayendo la negociación, pero no la proporción que representa.
¿Ha tenido ya sus frutos la bajada de las tarifas que llevó a cabo la compañía?
Hemos realizado dos cambios. El primero el año pasado en los valores más líquidos para los que hemos creado una tarifa de ejecución y de servicios. Al separarlas se compara mucho mejor con las plataformas alternativas. Necesitábamos mostrar que la nuestra implícitamente era mucho más competitiva. Estamos muy satisfechos porque la cuota de mercado que BME tiene en esos valores se ha mantenido en el entorno del 70%; algo mejor respecto a Europa. Y, en segundo lugar, hemos cambiado las tarifas de servicio al 0,30%. El siguiente paso es ofrecer a los grandes traders la posibilidad de proveer liquidez con el objetivo de que nos ayuden a dar liquidez a la primera posición del libro, para que una parte no se vaya a otras plataformas. Vamos a ver si a través de estas medidas recuperamos parte de cuota sabiendo que es complicado porque la normativa está montada para que haya fragmentación.
¿Hasta dónde puede BME recobrar cuota?
Si recuperáramos entre 3 y 5 puntos porcentuales de cuota de mercado estaría muy contento. Me baso en los resultados que han tenido otros como Euronext o Deutsche Boerse.
¿Está en riesgo el crecimiento planteado del 4% en los ingresos hasta 2021 en el contexto actual? Las previsiones del consenso se sitúan por debajo...
Si los volúmenes siguen cayendo, sí. El consenso está negativo porque los volúmenes están cayendo y porque desde que presentamos el Plan Estratégico no hemos visto un movimiento significativo.
¿Cómo 'se compensará' la caída de la contratación?
Nuestro foco principal son nuestros clientes. Estos años van a necesitar cosas. Me refiero, por ejemplo, a estar en outsourcing [externalización] o servicios que la banca puede decidir no seguir teniendo en su estructura, y donde nosotros podemos jugar un rol sectorial o industria.
La pregunta eterna. ¿Puede llegar una opa? Ahora está muy barata...
(Se ríe) Si la Bolsa, que cotiza, se sorprende de que alguien puede comprarla sería tremendo. Siempre hemos estado en quinielas de adquisición, desde que salimos a bolsa, porque este sector es muy activo y, además, tiene pocos players en el mundo.
Me parece injusta la penalización a la acción, tengo esperanza de que si hacemos las cosas bien la descorrelación sea positiva
Pero la acción se ha descorrelacionado del sector este año, cae un 11,5%.
Ha habido varios elementos locales: el impuesto a las transacciones financieras nos ha penalizado en un momento determinado y otros relacionados con las elecciones y los volúmenes. Me duele porque me parece injusto. Pero tengo esperanza de que si hacemos las cosas bien la descorrelación sea positiva.
La CNMV ya no publica el dato agregado de bajistas. ¿Tiene percepción de que estén aumentando? ¿Se está sentando con ellos?
Siempre me siento con ellos. Son las reuniones que más me gustan; es mucho más divertido. Últimamente no, no parece que nadie haya construido posiciones cortas. Lo que sí vemos es un aumento de la inversión pasiva, en nuestro valor también, aun sin estar en el Ibex. Eso es un elemento que está pesando en algunas firmas y quizás en el mercado.
¿Volverá BME algún día al Ibex?
Me encantaría, aunque no me obsesiona. Nos falta liquidez. Si el bussiness plan se ejecuta razonablemente no tengo ninguna duda de que seremos un candidato muy potente porque deberíamos incrementar liquidez.
¿Qué podemos esperar de la 'Tasa Tobin'? ¿Les preocupa cómo se resuelva?
En este momento el debate en Europa es que se ponga en marcha un sistema similar al de Francia, donde hubo caídas del volumen del 15-20% en los valores afectados. En 2021 podría estar listo un impuesto europeo, y la posición de BME está clara en cuanto a lo que puede perjudicar, pero lo que queremos es que lo que se imponga en España al menos sea a nivel europeo para que estemos en la misma posición competitiva.
Plan de crecimiento
Más allá de cifras concretas, el primer plan estratégico presentado por BME está centrado en el crecimiento, dejando atrás la madurez de su negocio. Nueve meses después de publicar sus nuevos objetivos, el gestor nacional aún no ha movido ficha, pero sí tiene claro que la búsqueda de sinergias debe realizarse dentro de España y están trabajando para que sea este año. "Lo que hemos sacado de experiencias anteriores es que estando posicionados donde estamos, somos el hub [eje] de conexión de los mercados", apunta Hernani. El primer ejecutivo de BME hace referencia a la reforma del mercado de valores impulsada por el BCE en septiembre de 2017, conocida como Target 2 Securities, como una oportunidad para haber tomado ese papel, pero cogió a Europa con el pie cambiado por falta de tiempo para modificar sus sistemas de liquidación.
"Ahora estamos en la posición de poder decirle a los bancos que el próximo cambio, la siguiente generación de cambio tecnológico que está por llegar, ya podemos asumirlo nosotros. Esta es la oportunidad que estamos construyendo ahora: dar soluciones industriales a los bancos. Y, en este camino, habrá que comprar compañías de software, o con funcionalidades que nosotros no podemos desarrollar", afirma.
"Antes de salir fuera, la oportunidad es dar soluciones industriales a los bancos"
Hernani descarta, en cambio, salir fuera de las fronteras nacionales a comprar. "Hacer adquisiciones en otros mercados genera muchas menos sinergias. Nuestro esfuerzo tiene que estar primero en nuestros clientes, compañías francamente importantes, como son los bancos o Inditex. Estamos conectados a lo mejor de este país. Hay un ámbito de negocio que es mucho más cercano, sinérgico, y preferimos invertir ahí antes que hacerlo en otros países que te supone añadir otro riesgo de mercado, además del tuyo propio. Ahora hay que ser rápidos", reconoce Hernani en contraposición al modus operandi anterior del gestor de la bolsa española.
Para acometer estas inversiones, BME se endeudará por primera vez en su historia. Dispone de 600 millones [100 de caja y otros 500 millones de deuda que emitirá al mercado]. Esto supondrá un apalancamiento máximo de 2,5 veces el ebitda.
Debuts bursátiles
El mercado está seco. Aunque algunas pequeñas firmas como Solarpack, Berkeley o AmRest [a través de un listing] decidieran salir a bolsa a finales de 2018, lo cierto es que las grandes OPV que se multiplicaron entre 2016 y 2017 no se han vuelto a ver en el último año y medio, desde que Metrovacesa regresó al parqué. "A las compañías les gusta salir en momentos de tranquilidad y de buena valoración y, como es lógico, los múltiplos de valoración ahora mismo no son los más ambiciosos", reconoce Javier Hernani, quien identifica claramente los dos caminos que han tomado aquellos que estaban planteándose saltar al mercado: o cancelar la operación y optar por el capital privado u "otra solución sencilla es esperar".
Cepsa, la que iba a ser la gran OPV de los últimos años, optó por la primera opción ante las turbulencias de los mercados de renta variable. Sin embargo, no es una vía que preocupe en BME. "Hasta el momento la forma de desinvertir para un private equity siempre ha sido la bolsa, así que yo tiendo a ser optimista. Hay más actividad, se retrasarán los plazos, pero las compañías terminarán por salir. Lo que hace realmente el capital privado es aportar valor a las empresas, pero, como todo en la vida, hay que tener equilibrio y esto lo da la bolsa. Es verdad que la crisis nos ha ayudado a una cosa y es a la de convencer a las compañías de la necesidad de tener al mercado cerca para financiarse", asume el consejero delegado del grupo. Además de la petrolera española, firmas como Tendam [Grupo Cortefiel] o Cabify han cancelado sus planes.
"El capital privado ha evitado muchas OPV, aunque terminen por salir a bolsa"
El aderezo de unas bolsas bastante revueltas ha llegado con Mifid II y con los costes por el análisis que supone para las compañías, que ha derivado en que las cotizadas medianas y pequeñas hayan perdido seguimiento. Hernani apunta a que la nueva regulación ha puesto otra piedra en el camino para las OPV, ya que aunque es "algo que sobre el papel tiene mucho sentido, que no es otra que hacer saber a todo el mundo por qué le cobras, resulta que tiene efectos negativos. Si queremos que las compañías medianas salgan a bolsa necesitas a alguien que las cuide y analice", concluye.