Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha roto la baraja con la que jugaba hasta ahora el consenso de mercado, que esperaba prácticamente nulo crecimiento en su beneficio de cara a los próximos años. La prueba del giro de timón que BME pretende dar en los próximos años fue la presentación ayer del primer Plan Estratégico con miras al largo plazo de su historia como cotizada -sus objetivos son a 2021- que dio a conocer durante la celebración de su (también) primer Investor Day en la Bolsa de Madrid.
"Estamos cambiando el perfil de la compañía totalmente, porque nos hemos dado cuenta de que en el nuevo escenario tenemos que acelerar", afirmó este jueves Javier Hernani, consejero delegado de BME. "Estamos explorando los límites del balance que tenemos hoy. Conocer hasta dónde podemos explotar esta materia prima", reconoció, al tiempo que desgranaba las metas que pretende alcanzar la compañía en los tres próximos años.
Los objetivos del plan
Los grandes trazos de esta nueva hoja de ruta se centran en lograr un crecimiento anual del 6 por ciento de su beneficio hasta 2021, alcanzando los 160-170 millones de euros; y un respectivo avance del 4 por ciento en sus ingresos, hasta rozar los 350 millones de euros, por encima de la previsión que manejaban los analistas (ver gráfico). El consenso estimaba unas ganancias prácticamente planas para BME los tres próximos años, que se mantendrían en los 143 millones de euros, la menor cifra desde 2013, en un contexto de caída de los volúmenes de negociación (esta partida supone el 52 por ciento de sus ingresos).
El dividendo, uno de los más elevados tradicionalmente de la bolsa española, se mantendrá en efectivo y por un importe similar al de este año -1,5 euros por acción-, aunque la compañía reconoce que es momento de dejar de "fijarse en el payout", con lo que se presupone que se reducirá en favor de la inversión.
En su comparativa anual, el dinero que los inversores han movido en la bolsa española a través de BME ha retrocedido en siete de los nueve meses de 2018, y en el acumulado a cierre de septiembre es un 7,6 por ciento inferior que en 2017. "Los volúmenes van a ser mejores en los próximos tres años", defendió ayer Marta Bartolomé, directora financiera de BME, a pesar de que la firma reconoce abiertamente que España ha sufrido especialmente la menor negociación en los mercados "ante la inestabilidad" política que afecta a nuestro país.
Una de las vías para apoyar el crecimiento de sus ingresos es acercarse a la banca nacional. "Las entidades seguramente necesiten reducir costes (tras la entrada en vigor de la nueva regulación europea), están mirando externalizar estos servicios y BME está ahí", apuntó. Pero no es el único camino.
BME ha decidido endeudarse para comprar. Emitirá por primera vez en su historia bonos por un importe máximo de 600 millones de euros -100 millones provienen de un exceso de caja y los 500 millones será deuda de nueva creación- con el objetivo de salir a buscar nuevas oportunidades en el mercado. El límite será no superar un apalancamiento que supere las 2,5 veces en 2021, en línea con el sector.
Las vías para crecer
"Vamos a hacer un crecimiento inorgánico prudente. Hay actividades que realizan otras compañías que podríamos incorporar a la cadena de valor. Son áreas que están muy cerca de nuestro negocio principal, que nos permitirán acelerar el crecimiento con una estructura más grande", explicó Javier Hernani.
Desde BME reconocen que su "preferencia" es contar "con participaciones mayoritarias" en este proceso de adquisiciones en las que pretende mantener el bastón de mando y apuntan a América Latina -tiene presencia en México y Colombia, a través de varios proyectos- como una de sus zonas preferentes de crecimiento. Por otro lado, la firma descarta que puedan estar pensando, por el momento, en operaciones con los grandes gestores de bolsa del mercado, o con los denominados MTF -plataformas alternativas de negociación-, que han comido el terreno en los últimos años a las bolsas tradicionales.
Hernani niega que la intención por crecer sea para evitar una posible opa sobre la compañía. "Nada en este plan estratégico impide a BME hacer una adquisición pequeña o más grande, pero no está hecho con el objetivo de defenderse", sentenció el consejero delegado.