
Las firmas del sector alimentario -entre las que tradicionalmente se incluyen a las fabricantes de bebidas alcohólicas- están marcando un nuevo hito en 2019: a pesar de tener un marcado caracter defensivo, se sitúan entre las más alcistas de un ejercicio de subidas generalizadas.
Finales de 2008. Las bolsas mundiales sufrían uno de sus ejercicios más aciagos de la historia, al registrar descensos que en el caso de los selectivos europeos alcanzaban el 45% en el conjunto del año y en el supuesto de los índices estadounidenses superaba el 35%. Eran los momentos más duros de la peor crisis financiera de los últimos años.
En ese caldo de cultivo, con los analistas empezando a recomendar que se deshagan posiciones en una vorágine vendedora de la que pocos lograban escapar, los títulos de las compañías más defensivas lucían como ningunos otros, al registrar en el Viejo Continente las pérdidas menos abultadas cuando los números rojos desbordaban las previsiones en el resto de cotizadas.
Sectores como el alimentario lograron en los peores momentos de la crisis financiera y bursátil capear el temporal. Y es que, si hay un sector defensivo por excelencia, aquel cuya demanda se ve menos alterada independientemente de cual sea la situación macroeconomica que lo rodea, ese es el de los productos alimentarios.
Las grandes productoras de cerveza cotizan con su PER más bajo de la última década gracias a que lograrán en el año unas ganancias nunca antes vistas en esta industria
Históricamente, las firmas de este ámbito se han situado entre las menos bajistas en los momentos más convulsos, como ocurrió también en el año 2011, cuando consiguieron revalorizarse en un ejercicio marcado por los inicios de la gran crisis de deuda en Europa.
Sin embargo, en el resto de periodos en los que las pérdidas no son generalizadas, las compañías pertenecientes a este sector no han conseguido volver a colocarse entre las más alcistas del continente.
Hasta ahora. En 2019, las compañías del sector han marcado un nuevo hito al situarse de nuevo en la parte alta de la clasificación por rentabilidad en Europa, pero esta vez con los principales selectivos registrando ganancias. Y es que, de media, estas firmas suben más de un 20% desde el primero de enero, superando incluso el alza de las grandes tecnológicas del Viejo Continente, el sector que más sube en el conjunto del ejercicio.
No obstante, en esta ocasión hay matices a destacar. Las firmas que lideran el sector dentro de este ámbito son las menos defensivas, las dedicadas a la producción de bebidas alcohólicas.
Las tres grandes compañías que fabricacan esta amarga bebida, Anheuser-Busch, Carlsberg y Heineken, se cuelan entre las seis más alcistas del sector al lograr un avance superior al 25% en el conjunto del año. De hecho, registran su mejor ejercicio en bolsa desde 2015, y eso que solo han transcurrido seis meses de 2019.
No es para menos, sobre todo teniendo en cuenta que en 2018 han conseguido colar a tres de sus marcas entre las más valiosas del mundo con un valor de marca superior a los 5.500 millones de euros en todos los casos según el último informe de Brand Finance, la consultora independiente de valoración de marcas.
Y en ello, mucho ha tenido que ver la buena marcha de sus ventas en China, que sigue siendo clave para las empresas de bebidas cerveceras debido a la gran base de consumidores adultos jóvenes que hay en el país y al aumento de los niveles de ingresos disponibles de los que disponen.
En este sentido, han sido determinantes los decrecientes rumores de una desaceleración económica en el país oriental, que han salido del principal foco informativo y que no han desincentivado una demanda por parte de los consumidores chinos.
A las firmas cerveceras se suman también las fabricantes de bebidas alcohólicas Remy Cointreau y Diageo
Gracias a ello, se espera que los grandes protagonistas del sector logren por primera vez en su historia unas ganancias superiores a los 16.000 millones de euros en el conjunto del año, un 25% más que las obtenidas en 2018.
Precisamente es este elevado crecimiento de sus ganancias el que permite a los inversores comprarse baratas en bolsa a las compañías del sector en relación al beneficio que se paga por ellas. Y es que, según recogen desde FactSet, su PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de cada una de sus acciones) es el más bajo de la última década y casi un 25% inferior a la media de los últimos diez años.
Los fondos más expuestos
Para subirse a ellas a través de fondos, se puede optar por dos vías: productos expuestos al sector alimentario, en el que se incluyen normalmente este tipo de compañías, o algunos productos que están más directamente expuestos al ámbito cervecero.
Es el caso del Deep Value International de Gesiuris, que destina más de un 10% a estas compañías, que se compra en euros y que logra una rentabilidad del 15% en el conjunto del año. Además, no tiene ni comisión de gestión, ni de entrada. El NEF Emerging Market Equity I, de Nord Est, se encuentra en una situación similar, aunque, eso sí, tiene una inversión mínima de 500 euros.
A las firmas cerveceras se suman también las fabricantes de bebidas alcohólicas Remy Cointreau y Diageo, dedicadas a la destilación de bebidas alcohólicas, aunque de mayor graduación en su caso, y que registran alzas en el mercado en el conjunto del año de más de un 20%. Para optar a ellas vía fondos, el MS INVF Asia Opportunity Z, de Morgan Stanley se presenta como la opción idónea, al haber sido el que mejor ha sabido captar las ganancias que hasta ahora acumulan en el parqué en 2019.
Se revaloriza un 25% durante este ejercicio y tiene una exposición al sector destilador del 11%, según los datos recopilados en Morningstar, pero en su contra juega la comisión de entrada del 1% que cobra a sus clientes por contratar este vehículo.