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El refugio ya no es seguro: los expertos avisan del riesgo de entrar en deuda como la alemana

  • A los bonos europeos no les queda mucho espacio para recorrer
El inversor bucea por aguas inexploradas. Foto: iStock

Mientras el Banco Central Europeo (BCE) da marcha atrás en su proceso de normalización, algunos bonos soberanos de la eurozona están en mínimos históricos de rentabilidad. Los expertos avisan del peligro de entrar en títulos como el alemán, y explican qué alternativas ven en renta fija.

Hoy en día invertir en renta fija europea es parecido a hacer buceo a pulmón por territorio inexplorado. Cuando se compran los bonos que ofrecen las rentabilidades a vencimiento más bajas que se encuentran ahora en el parqué, como el Bund alemán, el inversor está descendiendo a profundidades hasta ahora desconocidas: el título alemán a 10 años ofrece un -0,25% actualmente, el nivel más bajo que ha tocado en toda su historia. Esto se repite en bonos soberanos de otros países europeos, como el español, que también está en mínimos históricos de rentabilidad, en el 0,55%, el portugués, en el entorno del 0,62% y el griego, que marcó un nuevo récord de profundidad en el 2,82%.

Quien haya estado invertido en estos bonos durante los últimos meses ha disfrutado de la bajada de rentabilidades (y subida en precio) que ha tenido lugar en todos los bonos de la eurozona, que han dejado ganancias de más del 7% en el caso del bono español y de casi el 10% en el del portugués. Sin embargo, si bien hay títulos en los que los expertos creen que todavía se puede aprovechar algo, la mayor parte avisan de que entrar de golpe en bonos que se encuentran en profundidades como la del Bund puede suponer un aumento de la presión en la cartera que termine mal para el inversor.

El inversor en bono alemán se adentra en las profundidades
El inversor en bono alemán se adentra en las profundidades

Steven Major, jefe global de investigación en renta fija en HSBC, cree que algunos títulos han ido demasiado lejos en sus subidas de precio, pero sí cree que hay oportunidades en otros bonos, como el español: "Las rentabilidades de la deuda alemana pueden estar en niveles históricamente bajos, en el -0,20%, pero a pesar de esto se puede encontrar valor en otros lugares. Este año los títulos de España y de Portugal han tenido comportamientos magníficos, y creo que todavía tienen potencial de continuar subiendo en precio, a medida que los inversores siguen buscando rentabilidades interesantes", explica. El experto también destaca que "los mercados de crédito" son atractivos, ya que "también se verán apoyados por el buen carry que ofrecen".

El frenazo y la marcha atrás del BCE

Las perspectivas de una ralentización en el crecimiento global y el fracaso que está cosechando el Banco Central Europeo (BCE) en su intento de que la inflación alcance el objetivo del 2% ha hecho que el organismo dé un paso atrás en su proceso de normalización monetaria. Después de acabar con el programa de compras de deuda a principios de este año las cosas se han torcido para Draghi, que el jueves aseguró que mantendrá los tipos intactos hasta el primer semestre de 2020, mientras el mercado, según los datos de Bloomberg, ya descuenta un recorte antes de acabar el año.

Un cambio de actitud del BCE hacia una política todavía más laxa suele venir acompañado de compras de deuda de la eurozona, pero en los niveles actuales los expertos avisan de que a los bonos europeos no les queda mucho espacio para recorrer. "Sí creo que esto podría hacer que profundicen algo más", explica Enrique Lluva, subdirector de renta fija en Imantia, pero avisa de que el recorrido no sería demasiado largo. Con el nuevo retraso en el alza de tipos, Draghi "puede anclar las rentabilidades que hay, pero no bajarlas mucho más. Esto no es Estados Unidos, donde el bono a dos años ha pasado del 2,5% al 1,8% en dos semanas. Es que en Europa el 2 años a nivel europeo debe dar en torno al -0,3 o -0,4%. De media, no se puede ir muy lejos. Hace un par de meses habría dicho que es imposible incluso que se mantengan donde están, pero ahora, si el alemán termina bajando hasta el -0,4%, no lo descarto".

Para Steven Major, existe la posibilidad de que el BCE se vea incapaz de subir tipos durante un periodo de tiempo largo, algo que ya avisaba a elEconomista el pasado noviembre, cuando explicaba, en referencia al "vigor" de la economía al que se refería el BCE, que él no veía "las evidencias". Ahora avisa de que "el BCE ha supervisado 5 años de tipos en el 0%, y podría ser sólo el comienzo. Cada vez es más aceptado que el organismo ha perdido la oportunidad de endurecer su política en este ciclo", y avisa de que "el anuncio del tercer TLTRO contribuye a alimentar la expectativa de que la política de bajos tipos va a mantenerse durante muchos años". Con las expectativas de inflación 5y5y (uno de los indicadores que más sigue el BCE para su análisis) cayendo y tocando ya mínimos de 2016, parece que mucho tiene que cambiar para que el organismo se decida a acometer la primera subida de tipos en la eurozona desde 2011.

El peligro de sumergirse demasiado

Incluso con un BCE incapaz de endurecer sus políticas durante años, hay expertos que avisan del riesgo que supone invertir en un título de deuda con rentabilidad negativa. Rafael Valera, CEO de Buy&Hold y gestor de los fondos de renta fija de la gestora española, explica que "la rentabilidad de los bonos en negativo es algo que no comprendo. Lo que sí tengo claro es que la inflación es positiva y los tipos negativos, y aquellas personas que invierten en estos bonos con rentabilidad negativa tienen un tipo de interés real aún más negativo.

Hablamos de que el bono a 10 años alemán está dando un tipo de interés real cercano al -1%". El experto también destaca lo extraño de esta situación: "La rentabilidad negativa la hemos visto por primera vez en los últimos 2 o 3 años. Históricamente es algo que no había pasado nunca". La opinión de Valera se repite en boca de otros expertos. David Ardura, director de gestión de Gesconsult, coincide: "No pondría nunca mi dinero en una rentabilidad negativa a 10 años por muy bono alemán que sea, pensando que va a bajar del -0,23%. No entra en nuestros esquemas. Si haces números y ves cómo está la curva de tipos y la inflación, no te cuadran estos niveles. Hay un componente de miedo y esa no es una buena razón para hacer una inversión. En términos reales hay una pérdida del 0,6% en el bono alemán anual, y eso no tiene sentido", confirma.

Desde Western Asset, filial de renta fija de Legg Mason, señalan algunos de los bonos que les gusta ahora. "El diferencial de los bonos franceses nos parece insuficiente como para compensar el creciente sentimiento anti gubernamental, y estamos significativamente infraponderados. Bélgica ofrece más valor. También mantenemos una sobreponderación en deuda italiana", apuntan y, como Steven Major nombra a algunos títulos de deuda corporativa, destacando la del sector financiero, como buena idea para conseguir buenos resultados: "El sector bancario va a continuar beneficiándose del proceso de desapalancamiento, la reconstrucción de capital y el control regulatorio. Los bonos subordinados financieros ofrecen una buena rentabilidad frente al riesgo comparados con los bonos senior".

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