Bolsa, mercados y cotizaciones

Descuentos tras el desplome bursátil: la bolsa europea está un 17% más barata y en EEUU un 13%

  • Hay atractivo por multiplicador de beneficios y potenciales de doble dígito
  • El Bovespa brasileño es el único gran índice que cerró 2018 en positivo
  • El Ibex 35 cuenta con una rebaja del 20%, la mayor del Viejo Continente

¡Tierra a la vista! Por fin, tras meses de saqueo en un parqué a la deriva que ha terminado con Wall Street naufragando en un mercado bajista, los inversores tienen puestas sus esperanzas en encontrar algo de tranquilidad este 2019. Un ejercicio que, a vista de catalejo, se antoja muy volátil a tenor de las últimas sesiones de diciembre y en el que contar con liquidez será uno de los tesoros más preciados. Y es que si algo ha quedado patente en los últimos coletazos del año es que cuando hay marejada, no hay activo seguro en el que buscar cobijo, aunque las perspectivas de los expertos coinciden en señalar la bolsa como una de las clases de activos más interesantes.

En el mar bursátil han convivido en los últimos meses corsarios y filibusteros que huyen de 2018 después de atracar las carteras, dejándolas en negativo y sustrayendo el mayor botín de la última década. Los principales índices mundiales sufren en el año abultadas pérdidas, desde un 3% en EEUU, cercanas al 16% en Europa, y que superan el 25% en los mercados emergentes.

Las caídas se han traducido en un veloz abaratamiento de las bolsas por su multiplicador de beneficio, lo que ha dejado al mercado a precios muy atractivos frente a su media histórica: un 17% más barata en el caso del Europa, y un 13% de descuento para el principal índice de la bolsa estadounidense. En concreto, el retroceso de la bolsa española, que cede en torno a un 16% desde enero, ha abaratado al índice nacional en términos de PER -número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción- hasta las 10 veces-, lo que supone un descuento cercano al 20% frente a las 13 veces que se han necesitado, de media, en las últimas dos décadas. Esta cifra supone su nivel más bajo desde el verano de 2012, cuando Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), pronunció aquel famoso Whatever it takes: "El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro y, créanme, será suficiente", la afirmación que fue un balón de oxígeno para un índice que solo dos días antes había tocado un suelo de nueve años en los 5.956 enteros.

Por otra parte, un inversor que compre hoy bolsa alemana -la más penalizada por la guerra comercial en el Viejo Continente con pérdidas del 18%- tardará 11 años en recuperar la inversión por la vía del beneficio frente a los 13 años que, de media, se han pagado hasta ahora. Un descuento en línea con el del principal índice de referencia europeo, el EuroStoxx 50, por el que se paga en 11 veces frente a las 14 veces que, de promedio, se han necesitado históricamente.

Al otro lado del Atlántico, el ataque pirata también ha dejado a los principales índices a precios de saldo. El S&P 500, con un PER en las 13,6 veces, niveles de 2013, es el selectivo que arroja el mayor descuento: un 13% frente a su media de todos los tiempos. Por su parte, el Dow Jones ofrece una rebaja del 9%, mientras que el Nasdaq -que llegó a cotizar cerca de las 60 veces en los años de la burbuja de las puntocom- está un 6,5% más barato respecto a su media histórica.

Atractivos fundamentales, especialmente en la bolsa europea

Aunque las bolsas aún se encuentran lejos de los precios de derribo a los que cayeron a finales del año 2008, tras la bancarrota de Lehman Brothers -cuando las plazas del Viejo Continente cotizaban a un PER medio de 6 veces, y los americanos de 9 veces-, los descensos añaden atractivo a la renta variable, especialmente a la europea.

Los principales índices ofrecen una rentabilidad por dividendo media del 4% -en el caso del Ibex y el Ftse Mib ronda el 4,5%-, un rendimiento que se disparará hasta el 5% en 2020, según las previsiones del consenso que recoge FactSet. Todo esto, en un escenario en el que no se prevé una caída de los beneficios empresariales, aunque sí una ralentización del crecimiento de las ganancias.

Por valoraciones, el selectivo italiano y el Nasdaq 100 son los índices que más pueden avanzar los próximos meses, un 30% hasta los 23.840 y los 8.118 enteros, en lo que los analistas consideran su precio justo. El S&P, el EuroStoxx y el Dax tienen un margen de subida del 27%, mientras que el Ibex se sitúa entre los índices con menos recorrido entre sus comparables, un 23% hasta los 10.448,50 puntos.

Adiós a la complacencia, hola a la volatilidad

2018 fue un año de mercado muy complicado en el que las plazas del Viejo Continente avanzaron en enero la mitad de todo lo esperado para el ejercicio. La euforia y la complacencia no supieron anticipar lo que vendría inmediatamente después, en febrero, cuando los inversores se vieron inmersos en una tormenta perfecta después de la primera gran corrección de Wall Street por el temor a que un re-punte de la inflación obligara a la Reserva Federal (Fed) a acelerar la subida de tipos, las altas valoraciones y el aumento de la volatilidad, lo que borró las ganancias anuales de las principales bolsas.

Y sin prácticamente tiempo para remontar el vuelo, comenzaron en marzo los temores a una guerra comercial a escala mundial, que se concretaría en aranceles específicos de EEUU contra China y viceversa, y en la que también se vio envuelta la Unión Europea, entre otros mercados.

La disputa arancelaria ha sido una de las cuestiones que más han movido al mercado desde entonces, penalizando con dureza a la industria automovilística europea, que retrocede más de un 28% en el año y cierra 2018 como el sector con peor comportamiento del Stoxx 600, junto a la banca, que ha pagado, un año más, el retraso en la subida de tipos en la zona euro y que actualmente se espera para enero de 2020, según la encuesta de analistas que recoge Bloomberg.

Precisamente la guerra comercial y el ritmo que impongan los principales bancos centrales a sus políticas monetarias figuran entre los principales riesgos que analistas y bancos de inversión identifican para el mercado en 2019, junto a dos asuntos políticos aún sin resolver en clave europea, la política italiana, y el Brexit.

La Bolsa de Milán, la más alcista de Europa hasta junio, acabó pagando el órdago del Gobierno euroescéptico formado por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas de elevar el déficit presupuestario aumentando los gastos y poniendo en riesgo la deuda pública del país, lo que condujo al bono transalpino a 10 años a subir hasta el 3% a finales de mayo, y a su prima de riesgo a máximos de 2013. Un desafío que se prolongó hasta diciembre -el Footsie Mib se deja un 16% desde enero- después de que la Comisión Europea rechazara por primera vez en su historia el Presupuesto italiano para 2019 y de que tras una amenaza de expediente por déficit excesivo, propusiera, finalmente, reducir su objetivo al 2,04% para evitar la sanción. A los temores a que la desaceleración ecónómica mundial desemboque en una recesión más pronto que tarde, se han sumado en la recta final del ejercicio, las negociaciones para una salida pactada del Reino Unido de la Unión Europea, hundiendo la libra británica a mínimos de un año y medio -cae un 1,8% frente al euro en 2018- lo que dio algo de aire al selectivo británico que, pese a todo, en euros acumula pérdidas de un 13% en el ejercicio.

Atraco a los emergentes: el dólar golpeó muy duro

El músculo demostrado por el dólar por las subidas de tipos de la Fed ha impactado de manera notable en los mercados en general, y en los emergentes, en particular, donde la lira turca, el peso argentino y el real brasileño han visitado mínimos históricos este año. El billete verde cierra el año subiendo frente a la mayoría de divisas -solo cede frente al yen japonés, un 2%-, y repunta un 4,6% frente al euro.

La fortaleza de la divisa estadounidense se ha hecho más evidente en su cruce con el peso argentino y la lira turca, que se sitúan entre las monedas que más se deprecian en el año, un 50%, y un 28%, respectivamente. Las malas decisiones del banco central turco y el aumento de aranceles a las importaciones de aluminio y acero por parte de la Administración Trump hundieron la lira a mínimos nunca vistos en agosto, y llevaron a la Bolsa de Estambul a cerrar 2018 con una caída del 40%.

Para Argentina ha sido el año en el que volvió a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) en mayo por el hundimiento del peso, un desembolso por valor de 43.000 millones de dólares, que pidió acelerar en septiembre, cuando la moneda cayó a mínimos históricos.

El real brasileño es la divisa que mejor se ha recuperado de las caídas de septiembre, al calor de las elecciones presidenciales que ganó Jair Bolsonaro -el candidato ultraderechista favorito del mercado- y repunta cerca de un 9% desde mínimos, pero en el saldo anual retrocede un 14% frente al dólar.

comentariosicon-menu3WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedin
arrow-comments

Comentarios 3

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

p. cortos a los Establos Undidos!!
A Favor
En Contra

La bolsa Usa no está uno 13% más barata!! Si miramos a 2014 estaría un ¿100% más cara? Y a 2009 ¿un 300%?

Puntuación 7
#1
nicaso
A Favor
En Contra

! Que alegría !, se desvaloriza un 17 % y da una rentabilidad por dividendo de más o menos un 4 aproxmadamente, vamos una pérdida patrimonial de un 13 % . Esto de la Bolsa es una maravilla resulta una ruina a plazos segura, para un valor con el que ganas tienes media docena en los que pierdes.

Puntuación 4
#2
luis
A Favor
En Contra

Y lo que queda !! veremos el 7600 no tardando mucho, a poco que usa recorte un 10-20% que sería lo normal

Puntuación 0
#3