Ha tenido que asomar la posibilidad de la destitución del presidente de EEUU, Donald Trump, para que Wall Street se tome con preocupación la deriva que ha tomado la escena política del país. La reacción del mercado, con un desplome de la renta variable, fuerte volatilidad, subida de los bonos y alzas del oro indica que las correcciones acaban de empezar. Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal, advierte que los mercados responden a las crisis políticas en el último momento. l La experiencia con el impeachment de Clinton apunta que la crisis de Trump acabará en corrección
Wall Street dio la enhorabuena a Trump por su presidencia de la mejor manera que sabe, marcando un récord tras otro, con subidas en bancos y grandes empresas. El mercado estadounidense compró la agenda económica del nuevo presidente, recorte de impuestos y grandes inversiones, obviando los riesgos y las imprudencias que estaba cometiendo el empresario, como los ataques a la prensa, el bombardeo a Siria o las polémicas con otros líderes mundiales.
Pero el RussiaGate, las presuntas relaciones del entorno de Trump con Rusia, ha desatado una profunda crisis en la administración desde que la semana pasada fuera destituido el director del FBI James Comey, en principio por la gestión polémica de la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton desde un servidor público.
La posibilidad de que se abra un proceso de destitución del presidente de EEUU está cogiendo fuerza desde que The Washington Post publicara que Trump reveló al ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y al embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, información secreta sobre el Estado Islámico referida a planes sobre atentados en aviones de pasajeros con bombas escondidas en ordenadores. La Casa Blanca desmintió la información en un primer momento, aunque fue confirmada por el propio Trump posteriormente en Twitter, argumentando que lo hizo por la "seguridad nacional" con el objetivo de involucrar a Rusia en la lucha contra el terrorismo.
¿Russiagate como el Watergate?
Posteriormente The New York Times informó que Trump presionó a Comey, un mes antes de cesarle, para que cerrara una investigación sobre Michael Flynn, general que fue nombrabo por Trump como consejero de Seguridad Nacional y que posteriormente renunció tras reconocer contactos con funcionarios rusos.
La crisis está alcanzando tal magnitud que los demócratas ya están pidiendo abiertamente que se inicie el proceso de impeachment, después de que hayan conseguido que el Departamento de Justicia nombre a un fiscal especial para investigar las injerencias de Rusia en las pasadas elecciones de 2016. Palabras mayores para la única herramienta que posee el Congreso para destituir al presidente de EEUU.

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En toda la historia del país ha habido catorce procesos de destitución iniciados a nivel federal con solo cuatro resoluciones condenatorias. Tan solo dos presidentes, Bill Clinton y Andrew Johnson, han pasado por este juicio político y en ambos casos fueron absueltos.
Sin embargo, la amenaza de impeachment fue el detonante de la dimisión de Richard Nixon por el encubrimiento de pruebas por parte de la Administración en el escándalo del Watergate. Aunque es difícil que la petición de impeachment prospere y mucho más que Trump sea reprobado, Wall Street se ha empezado a preguntar si el mandato de Trump es un serio problema para la estabilidad política, por encima de sus promesas.
El proceso requiere el voto de una mayoría de la Cámara de Representantes, mientras que para destituir al presidente son necesarios al menos dos tercios de los votos de los senadores condenándolo. Estas mayorías parecen improbables, ya que el Partido Republicano controla ambas cámaras del Congreso.
Alerta de Bernanke
En una reciente conferencia, el ex presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha advertido que los mercados suelen comportarse con indiferencia a las crisis políticas hasta el último momento, "no suelen reaccionar hasta que alguien les quita la alfombra de debajo de los pies", recoge Bloomberg.
Las caídas ayer pueden ser el comienzo de grandes correcciones. El Dow Jones y el S&P 500 registraron su peor jornada desde septiembre del año pasado. El Nasdaq Compuesto registró su peor sesión desde el pasado 24 de junio mientras los inversores optaron por valores refugio como el bono del Tesoro a 10 años cuyo rendimiento cayó hasta el 2,21% mientras que la divisa nipona se apreció frente al dólar, que se cambió a 111,05 yenes.
Para muchos analistas hay varios factores que explican la apertura de un cambio de sentimiento de mercado que giran alrededor del escándalo político. La volatilidad desde la victoria de Trump cayó a mínimos con la deuda a la baja junto al dólar al alza. Abono para las subidas de los mercados.
Pero ahora se enfrenta a la ausencia de referencias en mitad de la tormenta sobre la Casa Blanca, una vez terminada la temporada de resultados. Hasta el próximo mes no habrá un dato económico de relevancia para tomar el pulso de la economía.
Volatilidad
"El mercado está a merced de los acontecimientos políticos", subraya Bret Barker, analista de renta fija en TCW Group, que resalta que la situación de fondo de las bolsas no ha variado respecto a los máximos de marzo. Desde finales de abril el Dow Jones ha cotizado muy cerca de los 21.000 puntos y el resto de índices ha marcado nuevos récords de cotización. ¡El emperador no tiene ropa! Los analistas descubren que Trump no es lo que parecía.
A corto plazo no habrá paz para el mercado estadounidense. Hasta en las filas republicanas admiten la posibilidad del impeachment. El congresista republicano Justin Amash se ha mostrado a favor de hacerlo si se demostraran las presiones sufridas por el exdirector del FBI.