
Desde el comienzo de la crisis en 2008, la desafección ciudadana hacia la clase política ha sufrido un proceso de agravamiento a medida que distintas capas de la sociedad se han quedado desamparados ante los vaivenes de la economía y los niveles de desigualdad agrandado. Así se ha puesto de manifiesto en la conferencia "Crisis de legitimidad política: Brexit, Trump y Le Pen", acogida por el Next International Business School e impartida por el profesor Manuel Castells, catedrático emérito de la University of California, quien expuso en el marco de una investigación sociológica, que está llevando a cabo, que tanto el fenómeno británico como el estadounidense, y más recientemente el francés, beben de la misma fuente.
"Surgieron movimientos sociales de protesta en todo el mundo que obtuvieron un amplio consenso popular. Aunque estos no consiguieron romper el monopolio del poder y no consiguieron penetrar en el movimiento político lo suficiente para que plantearan alternativas", señala el profesor en referencia a las nuevas corrientes contrarias a lo políticamente establecido. Además explica que muchos de estos movimientos cuentan con una componente "reaccionaria de racismo, islamofobia, sexismo y la violencia contra los demás englobado en algo más profundo", denominada como "nacionalismo xenófobo".
Un mismo descontento en todos los países
Al margen de virulencia con la que la crisis ha golpeado las diferentes regiones del globo, una característca común a la recuperación de las economías está ligada a una devaluación del Estado de Bienestar y una erosión de las clases trabajadoras. Como consecuencia directa se encuentra un incremento de la desigualdad y una desafección hacia la clase política que no supo contener los efectos devastadores de dicha coyuntura.
Así, en los diferentes territorios donde han tenido que elegir entre una opción conservadora y otra más rupturista con las estructuras del sistema, y donde finalmente se ha impuesto esta última, los patrones de comportamiento se repiten, según avanza el estudio del profesor Castells.
En el caso de Reino Unido, el profesor asegura que la inmigración fue el factor más decisivo en la votación, más concretamente, "la inquina contra los polacos y los rumanos. En plena época de recortes sociales, por la política de austeridad de Inglaterra, justo en ese momento en que había menos oferta de servicios sociales, esos inmigrantes con plenos derechos, porque eran europeos, saturaron el sistema y esa parte de la población británica necesitada recibió el impacto de esta inmigración que necesitaba asistencia social".
En este sentido, las capas sociales que más se movilizaron para el triunfo del 'Brexit' son: los trabajadores industriales (uno de los sectores que más empleos ha perdido en este periodo y que parece ahondará en un futuro cercano con la robotización de la industria), los pensionistas (un sector atemorizado ante la posibilidad de la pérdida de servicios consecuencia de su colapso), zonas rurales (por su desconexión con el proceso de la globalización), las clases menos educadas y de menor poder adquisitivo (Castells indica una relación de apoyo por parte de estas clases a los movimientos rupturistas) y las zonas con mayor desempleo (en muchas ocasiones familias de clase media que por falta de empleo han perdido su estatus).
Una componente que se repite en el caso de Francia, pero con la excepción de que el candidato del sistema (Emmanuel Macron) contó entonces con el apoyo de todo el aparato en contra de un partido con un alto carácter racista y antieuropeista: "Macron tiene el voto prestado, por eso no tiene ninguna legitimidad", por lo que, según el profesor Castells, Macron ganó la segunda vuelta en las elecciones francesas porque el resto de partidos, salvo el de Melenchón, pidieron el voto para Macron como respuesta a la amenaza del partido ultraderechista de Le Pen.
Las mismas capas de la ciudadanía que han llevado a Reino Unido a un proceso de divorcio con la Unión Europea son las que alzaron a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Castells asegura que este ha sido votado de forma mayoritaria por "hombres y mujeres blancos con bajo nivel de estudios".
"En EEUU no ganó el Partido Republicano, ganó Trump contra los dos partidos y contra los valores políticamente correctos que son los valores del establishment?. Por ello tal y como ocurre en el caso británico, a Trump le llegó el apoyo de los mayores, los hombres y mujeres blancos, la gente sin estudios, y en función de la zona, aquellas más desindustrializadas y con la tasa de paro más alta.