
Después de que el Banco Central Europeo advirtiese el pasado miércoles de que el mercado había malinterpretado el mensaje de Mario Draghi al descontar una subida de tipos a caballo entre finales de este año y el comienzo del próximo, el rally de la banca ha perdido algo de fuelle. Desde entonces, las entidades de la región se mantienen prácticamente planas, frente a la revalorización del 1% del Stoxx 600.
Si en algo coinciden los analistas es en la necesidad que tiene Europa de que la banca siga tirando para que los selectivos continúen su recuperación (el peso del segmento en el Viejo Continente es del 22%, frente al 15% en EEUU) y en la importancia que tendrán las próximas decisiones del BCE para que esto sea posible.
El mercado sitúa la primera alza del precio del dinero en la eurozona en el mes de junio del próximo año y será el calendario impuesto por Draghi el que marque si los inversores han sido demasiado optimistas con el sector bancario europeo. "Las compañías financieras ofrecen una combinación atractiva de bajas valoraciones con una escasa rentabilidad, una propuesta estimulante si los fundamentales se están recuperando", explican en Morgan Stanley.
A pesar de haber vivido un rally del 60% desde mínimos, el sector es el tercero más barato de la eurozona. Con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) en 2018 de 10,6 veces, solo las automovilísticas y las aseguradoras cotizan más baratas (ver gráfico) y son "el sector que está más rebajado en relación a sus rivales estadounidenses en comparación con la media histórica de los últimos 40 años", según indican en Morgan Stanley.
Las diferencias entre las entidades a uno y otro lado del Atlántico son notables: mientras la Reserva Federal ya ha llevado a cabo tres subidas de los tipos de interés y los bancos estadounidenses se encuentran cerca de volver a sus ganancias históricas, en Europa los beneficios continúan deprimidos y los expertos advierten de que las alzas del precio del dinero pueden tardar más de lo esperado por el mercado: "Nuestra visión sigue siendo que, probablemente, los tipos continúen estando bajos durante un tiempo más largo de lo que la gente espera y que no se volverá a un nivel normalizado de tipos como muchos esperan", indican en Berenberg.
Otras entidades son bastante más optimistas con respecto al futuro del sector: "Un alza del precio del dinero en 2018 del BCE, que nuestros economistas esperan ahora, podría por fin dar comienzo a una mejora del ciclo para la banca europea. Creemos que una normalización podría impulsar las expectativas del sector hasta un 15%", reflexionan en Barclays.
Los mejores en España
Tras el brutal susto en el mercado por el Brexit, todos los bancos españoles, con la excepción de Popular (que no solo carga con los problemas de la banca, también lleva en la mochila las dudas sobre su viabilidad) y Bankinter, han batido ampliamente al Ibex 35 en la escalada. Suben más de un 70% de media, doblando el ascenso del selectivo.
Esto ha provocado que las recomendaciones (que ya eran muy pobres anteriormente) hayan sufrido un deterioro. Solo CaixaBank, Sabadell y Banco Santander son un mantener, mientras que el resto cuenta con un consejo de venta, especialmente claro en los casos de Bankinter, Bankia y Popular.
Aún teniendo en cuenta a esta última entidad, los bancos en España cotizan con una prima del 8% con respecto a los europeos y sacando a Popular de la ecuación, el extra exigido roza el 15%. "Tras una recalificación del mercado sustancial, las subidas de tipos ya parecen básicamente reflejadas en los bancos domésticos", advierten desde Barclays. Esta situación se ve reflejada al comparar las recomendaciones con el resto de Europa: entre los 10 mayores bancos de la región no hay ninguna venta, si bien es cierto que solo Intesa Sanpaolo e ING logran ser un comprar (ver gráfico).
Aún así, en la entidad británica recuerdan que una subida de 100 puntos básicos en el euribor implicaría un alza de los beneficios de entre el 40 y el 60% para las entidades domésticas y del 8-14% para Santander y BBVA.
CaixaBank se erige como la mejor recomendación dentro de los bancos españoles. Los expertos esperan que sea la firma que más incremente sus ganancias este año y el que viene (excluyendo a Popular, cuyo beneficio está muy lejos de normalizarse), con subidas del 56 y del 21%, respectivamente, hasta rozar los 2.000 millones de euros de beneficio en 2018.
"Consideramos a CaixaBank una franquicia de alta calidad, por lo que se beneficia de la combinación del crecimiento del sector asegurador, la evolución positiva de la gestión de activos y la mejora en el crédito", señalan desde Autonomous, donde recomiendan comprar sus títulos.
Uno de los puntos más destacados de la entidad catalana es su capacidad para beneficiarse de una subida del precio del dinero, lo que le ha permitido batir al resto de bancos españoles (sube un 113% desde mínimos) ante la mejora en las expectativas de inflación y de tipos, por lo que tendrá que estar expectante ante las próximas reuniones de BCE. El segundo mejor consejo lo ostenta Sabadell, que cuenta con pólvora para llevar a cabo operaciones corporativas tras la venta de su filial en EEUU.