
En lo que va de año se han lanzado diez productos con estrategias poco convencionales, ahora que la rentabilidad sin riesgo ya (casi) no existe.
Fondotropía: dícese de la capacidad de las gestoras para diseñar fondos que se salen de lo habitual en un intento de lidiar con la crisis de rentabilidad. No, no es una palabra contemplada por la RAE, pero si lo fuera vendría a describir la nueva realidad con la que conviven las gestoras. El fin del rally en la renta fija -donde se encuentra gran parte del dinero en fondos en España- ha puesto a funcionar la maquinaria de la creatividad con una nueva oferta de productos que poco tienen que ver con los habituales. Solo en lo que va de año se han lanzado hasta una decena de estos fondos, con los que se puede sacar partido del alza de tipos, invertir de forma socialmente responsable o hacerlo con una filosofía hygge (se pronuncia juga y es el estilo de vida de los daneses para ser felices)...
Sacar partido al alza de tipos
Quizás la renta fija sea uno de los activos más complicados de gestionar este año, en un escenario de subida de tipos en el que se espera mayor crecimiento e inflación. El mercado prevé dos alzas en EEUU en 2017 y tres en 2018; mientras que en la eurozona presupone que llegará a principios de 2018. Este entorno ha llevado a las gestoras a replantearse sus estrategias e idear productos adaptados a las nuevas necesidades.
El resultado es que ya son dos las firmas que han lanzado este año fondos de duración negativa: Mutuactivos y CaixaBank AM. Hablamos de fondos que usan derivados sobre los tipos de interés para beneficiarse de posibles subidas en el precio oficial del dinero. Su mecanismo parece complicado, pero es sencillo: si en un fondo de duración positiva un alza de tipos baja la cotización de su cartera de bonos, en uno de duración negativa pasa al revés. Es decir, que si suben los tipos, su cotización también repunta.
En el caso de Mutuactivos ha lanzado Mutuafondo Duración Negativa, con una cartera formada principalmente por futuros de deuda alemana y swaps de tipos de interés con una duración negativa media de -7,5 años. En el de CaixaBank, se trata de CaixaBank RF Duración Negativa, que siempre se moverá en terreno de duraciones negativas entre el año y los cuatro años -la media está en los -2,5 años-. De los dos, el más accesible para el particular es el primero, ya que exige una inversión mínima de 10 euros frente a los 50.000 euros del segundo en la clase más accesible al minoritario.
Para adaptarse a la subida de los tipos de interés, Arcano también ha lanzado un fondo a tipo flotante que invierte en préstamos cotizados europeos: Arcano European Senior Secured Loan Fund -disponible, eso sí, a partir de 100.000 euros-. Se trata de una idea que, según Fernando Luque, editor senior para Morningstar, "sirve para protegerse de eventuales subidas de tipos, ya que el cupón es variable en función de la evolución de éstos". Y es que, a diferencia de la deuda convencional que paga intereses fijos, donde el bonista sabe cuánto cobrará en cada momento, en estos títulos el cupón no está fijado, sino que se acuerda un diferencial que se añadirá a un tipo de referencia que, en Europa, suele ser el euribor. Este fondo invierte también en préstamos bancarios sindicados líquidos de cotización diaria y cuenta ya con 60 millones de euros en activos bajo gestión, aunque explican que la expectativa es terminar el año por encima de los 100 millones.
Invertir en bolsa con paracaídas
Aunque sigue otra filosofía distinta a los anteriores, la solución propuesta por Abante también va en la línea de atraer al conservador que quiera estar en bolsa. "Que ser valiente no salga tan caro y ser cobarde no valga la pena", con esta frase de Sabina definió su esencia Santiago Satrústegui, el presidente de Abante, durante su presentación. El fondo Abante 80 por ciento Protección Creciente es el primero en España que consolida diariamente el 80 por ciento del valor liquidativo máximo alcanzado. Se compone de dos partes: de una cartera, que en un escenario base estará compuesta por un 50 por ciento de renta variable, un 45 por ciento de renta fija y un 5 por ciento de liquidez y estará gestionada por Abante y de una opción, construida a medida y que se valora diariamente junto al resto de activos, que será la encargada de aportar la protección. Esta última dependerá de Morgan Stanley y es la que evita que el valor liquidativo del fondo caiga más de un 20 por ciento.
Un fondo que sigue el estilo de vida danés
Como el anterior, un fondo multiactivos, también es la propuesta de Nordea Asset Management y Deutsche Bank: Nordea 2- Balanced Growth Target Date Fund. Su peculiaridad es que sigue una filosofía hygge, término que define al estilo de vida danés que incluye valores como la tranquilidad, el bienestar o la estabilidad... En definitiva hablamos de sentirse protegido, pero no invirtiendo en valores zen -que no existen- sino en compañías con baja volatilidad. Y lo consigue contrapesando entre aquellos activos que se comportan bien en entornos favorables con otros que sean más defensivos en entornos recesivos, lo que se traduce en una exposición entre el 30 y el 50 por ciento a bolsa, entre el 0 y el 30 por ciento a renta fija y un 15 por ciento a divisas.
En la parte de renta variable buscan, según explica Cristian Balteo, especialista de producto de Nordea AM, compañías que denominan stable equities, es decir, que filtran aquellas que tengan poca beta y cuyos flujos de caja libres sean poco dependientes del entorno, ya que el principal riesgo de una cartera mixta viene por el lado de renta variable. Mientras que en renta fija "buscamos algo que nos compense el riesgo en renta variable con activos que lo hagan bien cuando ésta lo haga mal", añade. Un refugio que encuentran en los bonos de muy alta calidad.
Eso sí, existen tres cosas que el inversor debe tener claras antes de contratarlo: no es un fondo garantizado, tiene un objetivo de vencimiento de siete años; el fin es preservar el capital y ofrecer un dividendo no garantizado del 3 por ciento anual. Además tiene una comisión de reembolso del 3 por ciento durante el primer año de vida del fondo (a partir de los cinco años desaparece).
Comulgar con la responsabilidad social
Pero además de esta corriente -la de facilitar al más conservador estar invertido de una u otra forma en un mercado en el que conseguir rentabilidad sin riesgo se ha complicado-, existe otra muy clara. La que promueve invertir en alguno de los criterios que componen la inversión socialmente responsable.
Mapfre AM ha lanzado en España, por ejemplo, el primer fondo que selecciona sus compañías en función del buen gobierno corporativo de las mismas. El Good Governance Fund -que así se llama- es un fondo value por definición, ya que se centra en buscar compañías a las que el mercado infravalora o aún no les ha reconocido su valor intrínseco, como cualquier estrategia de value investing. Trata de aprovechar que, según un informe elaborado por la propia gestora, "los índices de empresas con mayor consideración de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo han obtenido una mayor rentabilidad que los índices globales". Para seleccionar los valores, por tanto, presta particular atención a la contabilidad, que debe ser transparente; a las operaciones corporativas del grupo y, además, a los accionistas de control de la compañía en lo relativo a los bonus o sueldos de la dirección, así como al trato al accionista.
Después está el de Lombard Odier en colaboración con AIM: LO Funds-Global Climate Bond. Se trata de un fondo de renta fija que selecciona bonos climáticos emitidos por gobiernos y sociedades con el objetivo de financiar proyectos para ayudar a reducir el cambio climático y sus efectos. Son los conocidos como bonos verdes, un mercado que, según explican desde esta firma, ha crecido un 159 por ciento cada año desde 2013. Esta parcela de la renta fija "resulta cada vez más atractiva para los inversores que desean incidir de forma positiva en el medioambiente y el clima, sin necesidad de hacer concesiones en cuanto al riesgo o la rentabilidad", explican.
Existe otro producto más: AXA también ha registrado World Funds Mix IN Perspectives, un fondo que busca compañías que hayan demostrado un fuerte compromiso en la promoción de la igualdad de hombres y mujeres a todos los niveles. No existen muchos productos similares en nuestro mercado, asegura Beatriz Barros de Lis, directora general de Axa IM para España y, sin embargo, "pueden contribuir a diversificar las carteras gracias a su enfoque global". No requiere, además, de inversión mínima.
Invertir con liquidez en algo ilíquido
En 2017 ha salido a mercado otro tipo de estrategia novedosa: Renta 4 Gestora ofrece acceso a particulares (e institucionales) al capital riesgo internacional, pero con liquidez diaria y a bajo coste -exige una participación mínima de solo 10 euros-. Y lo ha hecho creando el fondo Embarcadero Private Equity Global. El capital riesgo tiene como principales atractivos "el fuerte alineamiento de intereses entre inversores y gestores, su capacidad para transformar compañías y el acceso a empresas de tamaño mediano (inferior a la media bursátil) con capacidad de lograr crecimientos superiores", detallan. Todo ello, continúan, "ha permitido un retorno histórico medio superior al de otros activos financieros". El problema, hasta ahora, para el inversor particular era la dificultad de acceso a este mercado, ya que habitualmente se requieren mínimos de inversión elevados al alcance de muy pocos.
4x1: Gestores 'estrella' en un solo fondo
En 2017 ha salido otro fondo curioso más: Gestión Value, de la mano de AndBank WM, el primer fondo de fondos value que existe en España y que aúna en un mismo producto la estrategia de Cobas AM, la gestora de Francisco G. Paramés; azValor (su homóloga dirigida por Álvaro Guzmán); Bestinver (Beltrán de la Lastra); y Magallanes (Iván Martín). La pega es que invertir en estos cuatro gestores value a través de este fondo le costará un 50 por ciento más que hacerlo por separado. La idea surgió, según explica Carlos Pérez Parada, consejero delegado de Andbank WM, porque "hay una demanda nítida de que el cliente quiere invertir con estos profesionales, pero existe un hándicap operativo, ya que no lo pueden comprar con nosotros sino que son ellos los que tienen que hacerse una cuenta de partícipes".