
Si algo ha provocado la política disruptiva del nuevo gobierno de Estados Unidos es que los inversores se estén centrando en los fondos de renta fija a corto plazo, ante la incertidumbre que rodea a los mercados por el impacto en la inflación que puede tener la guerra arancelaria y las políticas monetarias de los bancos centrales, que en el caso de la Reserva Federal todavía se resiste a bajar los tipos de interés pese a la presión constante de Trump.
La aprobación de unos presupuestos que elevan un déficit ya de por sí abultado en la primera potencia económica del mundo ha presionado en los últimos meses al bono norteamericano a diez años mientras se negociaban en la cámara legislativa y ha roto la visión del dólar como activo refugio inmutable.
Ante la duda, los inversores han preferido ser cautos y la tendencia ha sido buscar la seguridad de la renta fija pero en los plazos de menor vencimiento, para no estar expuestos a la sensibilidad de la duración de los bonos, como se ha podido comprobar en los últimos meses con el bono norteamericano a diez años, que al incrementar su rentabilidad en determinados momentos (pasó del 4,20% al 4,5% en tan solo cuatro días tras el Liberation Day de abril) provocó pérdidas por precio, al moverse en sentido inverso.
De ahí que la apuesta de los inversores europeos de perfil más conservador hayan sido los fondos de deuda a corto plazo –aquellos con vencimientos por debajo de los doce meses–, que se colocan entre los de mayores captaciones netas en el año, con datos de Morningstar del primer semestre.

En conjunto, logran suscripciones netas por valor de 43.369 millones de euros. Entre ellos destacan los vehículos de renta fija de ultra corto plazo en euros, que son la segunda categoría con mayores entradas de dinero, con casi 21.000 millones.
Los fondos de renta fija diversificada –donde el equipo gestor tiene libertad para elegir entre distintos emisores y plazos de vencimientos– a corto plazo en euros han tenido también gran aceptación entre los inversores, con 11.251 millones de euros de entradas netas en el primer semestre, mientras que los productos de renta fija ultra corto plazo en dólares han atraído 7,322 millones de euros.
En España, ha ocurrido algo similar, según se desprende de los datos de Inverco, que muestran un volumen de captaciones netas de casi 14.000 millones de euros en los fondos de renta fija a corto plazo, muy por encima de los 4.400 millones de los fondos de deuda con una fecha de vencimiento más elevada
De hecho, el Caixabank Renta Fija Corto Plazo se encuentra entre los cincos fondos europeos con mayores captaciones netas, con 2.100 millones de euros, por detrás del HSBC GIF Ultra Short Duration Bond y el iShares Broad Global Govt Bond UCITS ETF, el único fondo cotizado de este grupo.
Interés por bolsa europea
Los datos de captaciones del primer semestre corroboran una vez más la preferencia de los inversores por la bolsa europea frente a la norteamericana, al colocarse los vehículos de inversión de esta categoría como una de las opciones favoritas, con 23.390 millones de euros de captaciones netas.
Los fondos focalizados en el sector de la defensa han sido unos de los que más interés han tenido, al sumar 7.000 millones en el primer semestre, con cerca de 20 vehículos de inversión lanzados desde el año pasado.
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