
El contexto geopolítico es tenso, con el impacto del ataque israelí contra Irán aún sin resolver. Donald Trump se ha dado un plazo de dos semanas para decidir su intervención y, mientras tanto, avanza la cuenta atrás para el final de la pausa arancelaria, que expira el próximo 9 de julio. Incertidumbre es la palabra que mejor define el panorama actual. Y pese a ella, el mercado de bonos ha mantenido un comportamiento estable, "lo que sugiere una creciente resiliencia ante el recurrente ruido macroeconómico y geopolítico", valoran en Robeco.
"Cabe destacar que los activos de riesgo parecen convencidos de que la fase más intensa de incertidumbre comercial ya ha pasado. Las valoraciones del mercado crediticio han completado un ciclo completo de ida y vuelta. Tras el pico de abril, los diferenciales se recuperaron considerablemente y las valoraciones han regresado a los niveles previos a abril. El riesgo parece estar acostumbrándose a la incertidumbre política", opina esta gestora.
La rentabilidad de la deuda pública europea ha subido ligeramente esta semana, pero nada llamativo. En el caso del interés exigido a los bonos españoles a 10 años se ha incrementado en unos 8 puntos básicos -a media sesión europea-, hasta el 3,22%. En la misma línea ha escalado el rendimiento de la deuda pública italiana del mismo vencimiento, que se sitúa en el 3,51%. En el caso de Alemania, la rentabilidad del Bund se ha mantenido prácticamente plana, en el 2,52%.
En el mercado de bonos de Estados Unidos también se ha respirado cierta calma, después de semanas en las que su deuda ha estado en el ojo del huracán por las políticas de Donald Trump, que por definición empeoran su ya de por sí abultado déficit. La rentabilidad del bono americano a 10 años termina la semana en un nivel inferior a la que empezó, en el entorno del 4,4%, a pesar de que la Fed advirtió, en su reunión de esta semana, de un aumento de la inflación a medio plazo. Lo que más preocupa al banco central es la subida de la inflación, que considera que será persistente durante los próximos años. Un cambio que pone en peligro el calendario previsto de recortes de tipos. Quizás le interese: El mercado compra una 'traca final' de recortes de tipos de la Fed desde septiembre.
La Reserva Federal "está esperando a ver en qué quedan los aranceles", señala Víctor Alvargonzález, director de estrategia de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance, porque si son reducidos no hay riesgo de inflación y viceversa. Y si hay acuerdos no puede haber grandes aranceles, ya que "son como una multa" a tus socios comerciales. Este escenario, que Nextep estima con una probabilidad del 70%, desencadenaría un entorno favorable para los activos de riesgo: inflación controlada, relajación monetaria (que ya está en vigor en Europa) y subida tanto de las bolsas como del precio de los bonos.

La actitud que adoptó la Fed en la reunión de este miércoles en cuanto a los tipos, de esperar y ver cuáles son las consecuencias de la impredecible política comercial de Trump, contrasta con la de otros bancos centrales en Europa. Si bien los bancos centrales de Suiza y Suecia dejaron caer en marzo que la flexibilización monetaria había llegado a su fin, los dos han optado por recortar los tipos nuevamente esta semana. También Noruega.
Sorpresa en los bonos en 2025
Está siendo un buen año para los bonos, pese a todo el ruido en torno a ellos. Tanto es así que una cartera de bonos globales (que incluye corporativos y soberanos) genera una rentabilidad del 5,79% en 2025, según los índices de Bloomberg y Barclays, que es superior a la que obtiene la propia bolsa mundial. El MSCI World sube un 4,83% en el mismo periodo.