
El ecuador de la década ha colocado a Europa frente a una de sus encrucijadas más complejas de enfrentar desde la pandemia: volver a ser una región autónoma. El Viejo Continente, desgastado por las guerras comerciales y las tensiones geopolíticas, baila ahora al compás de una partitura compleja de ejecutar. A pesar de contar con un crecimiento económico anémico -la Comisión Europea ha revisado a la baja sus proyecciones, hasta el 0,9% este año para la eurozona-, la bolsa no aqueja esta realidad que se acompasa con la batalla silenciosa que libra Bruselas para encontrar su hueco en el nuevo orden mundial.
Una época de volatilidad en la que el EuroStoxx 50 se ha convertido en una especie de espejo distorsionado con gráficos que trazan el recorrido sinuoso de una montaña rusa que tocó en marzo su punto álgido -gracias al rearme militar anunciado por las naciones comunitarias-, pero que al poco, a principios de abril se desplomó hasta mínimos bajo el peso de los aranceles de Donald Trump. Las cifras lo ponen de manifiesto: entre el récord histórico de 5.540,69 puntos del 3 de marzo y el abismo de 4.622,14 del 9 de abril media una sima de más del 20%. Sea como fuere, la situación es volátil y así lo demostró el mercado el pasado viernes cuando un simple mensaje de Trump "recomendando" un arancel del 50% sobre la UE puso en negativo en la semana a los índices del continente y llevó, entre otros, al Ibex, a dejarse más de dos puntos porcentuales.
Más allá de los números, hay un relato: el Banco Central Europeo ha recortado en lo que va de año los tipos de interés en 25 puntos básicos en todas las reuniones que ha tenido (de momento, tres) a fin de conseguir que la inflación remita hasta ese objetivo del 2%. Christine Lagarde, la presidenta del supervisor, en su último discurso, habló del momento que vive Europa, en especial, por la actual guerra comercial abierta por Washington contra el resto del mundo. "No será bueno para la economía global ni para quienes imponen las tasas ni para todos aquellos que toman represalias", dijo la responsable monetaria de la eurozona. Por lo tanto, a juicio de la economista francesa, existe el riesgo de que esta situación perturbe "el mundo del comercio tal como lo conocemos".
Entretanto, el Gobierno paneuropeo de Úrsula von der Leyen negocia la nueva militarización de Europa aunque la realidad económica del continente pide más políticas de empleo que hagan frente a la desaceleración de los grandes buques del territorio, como Alemania.
Y es que según comentaba hace unos días el consejero delegado de JP Morgan AM para Europa, Oriente Medio y África, Patrick Thomson, lo que hace de Europa una región atractiva para invertir en estos momentos no solo es la estabilidad del mensaje político, sino también la previsibilidad de las instituciones económicas, como el BCE o el Banco de Inglaterra, y su política de recortes de tipos.
"Los Gobiernos europeos tienen un objetivo muy claro de crecimiento económico, como ya se está empezando a ver en Alemania" con el programa de inversión en defensa e infraestructuras además de una intención de mejorar la flexibilización de la regulación en determinados asuntos, como la sostenibilidad, que también puede ser un catalizador.
"Quizá en los últimos años ha habido mucho optimismo con Estados Unidos y también demasiado pesimismo sobre Europa", subrayó Karen Ward, estratega jefa de mercados de JP Morgan AM para la región EMEA. De hecho, cabe recordar, que la mayoría de estratégicos de las grandes gestoras seguían escogiendo Wall Street frente a Europa como territorio en el que localizar las inversiones. También cabe recordar que, por aquellas fechas, Donald Trump ya había salido electo como próximo presidente de los Estados Unidos, con una campaña electoral en la que ya amenazó con su política arancelaria. Finalmente, cumplió sus promesas pero el mercado no calibró adecuadamente el alcance de sus intenciones.
La realidad de hoy es que el S&P 500 pierde un 0,7% en el año frente al casi 11% que gana el EuroStoxx 50, es decir, una diferencia de casi 12 puntos. Con menos de medio año consumido, esas mismas gestoras que elegían a EEUU ya están recalibrando sus apuestas. "La perspectiva marca un cambio de rumbo respecto a las expectativas al comenzar el año, cuando los estrategas se preparaban para que las acciones europeas estuvieran un poco por detrás de las estadounidenses", subrayan desde Bloomberg.
JP Morgan apunta a que la brecha entre el comportamiento de la bolsa europea y la americana será en 2025 la mayor en más de dos décadas. Citi va más allá y señala que esta diferencia será la mayor de toda la historia. "Si ya hemos superado la incertidumbre máxima sobre las ganancias, esto podría sentar las bases para un aumento adicional en la bolsa europea", explicaban desde Citi.
¿Renacimiento de Europa?
Hoy, cada movimiento (y palabra) de la Reserva Federal o cada mensaje en redes sociales del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puede hacer saltar todo por los aires, pero Europa en esta especie de guerra económica escapa del pánico. El EuroStoxx 50 acumula, en lo que va de año, un avance superior a los diez puntos porcentuales en una suerte de renacimiento por el que apuestan los expertos del mercado.
El 80% de las 16 casas de análisis consultadas por elEconomista.es están convencidos de que Europa está tejiendo, entre crisis y reformas, un nuevo paradigma económico en el que la seguridad militar y la transición energética claman por hacerse hueco. Es decir, creen que el EuroStoxx acabará rompiendo en el transcurso del año su actual techo histórico.
Concretamente, esa gran mayoría de los expertos entienden que la fortaleza de la bolsa europea actual se sustenta sobre tres pilares: unas valoraciones atractivas -con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 13,18 veces frente a las más de 22 veces del S&P 500-, los flujos de capital reorientándose hacia activos europeos y reformas estructurales en sectores clave como defensa y verde.
"Actualmente las acciones europeas son más baratas que sus pares estadounidenses tanto en términos de PER (13,4 frente a 20,3 veces) como de rendimiento por dividendo (3,75% frente a 1,46%)", aclara el gestor del fondo European Dividend Fund de Banor Sicav, Gianmarco Rania. Desde Goldman Sachs, que esperan que las inversiones sigan reasignándose en Europa, también apuntan en esta dirección: "También observamos que la inflación debería moderarse aún más en Europa este año y existe una estrecha relación entre una menor inflación y unas valoraciones promedio más altas".
De hecho, apenas un 18,75% de los expertos se muestran escépticos ante un posible escenario en el que Europa siga por delante de EEUU, argumentando que los riesgos geopolíticos y la fragmentación regulatoria podrían truncar este rally.
Hace algo menos de una semana, los estrategas de Goldman Sachs elevaban su objetivo para el Stoxx 600 hasta los 570 puntos durante los próximos doce meses, lo que supone una revisión al alza de más del 9,6% respecto de los 520 puntos previos. Entre las razones esgrimidas en el informe del banco de inversión norteamericano se habla de un clima de optimismo comercial, en el que se espera que los cambios en la política comercial mundial estimulen el crecimiento económico en Europa y el Reino Unido, lo que se reflejará en el desempeño de las bolsas regionales.
Los niveles de ganancias expuestos por Goldman Sachs son similares a los que manejan la mayoría de los analistas del mercado. Y es que, si bien para Gerard Mandicó, experto del área de asesoramiento y gestión de inversiones de MoraBanc, el EuroStoxx podría alcanzar "nuevos máximos históricos en el corto plazo", mantenerse sobre ellos "no será sostenible". "A medida que se publiquen los resultados de mitad de año, es probable que empiece a reflejarse el impacto de los aranceles en determinadas compañías, lo que podría dar lugar a revisiones a la baja en las estimaciones para el cierre de ejercicio", aclara.
Xavier Brun, responsable del renta variable de Trea Asset Management, se atreve a cuantificar la subida para la bolsa europea de aquí a final de año. Coloca el repunte del selectivo en el 5% -por debajo de otros expertos que hablan de subidas cercanas a los quince puntos porcentuales- gracias a sectores como el industrial (impulsado por las reformas que han de hacerse en Europa, en especial en Alemania), la salud (al empezar a tener valoraciones "bastante atractivas"), el automovilístico (porque parece estamos tocando mínimos) y el químico (ya que un posible acuerdo de paz en Ucrania permitiría reducir coste del gas y beneficiar a las compañías del sector).
Desde EDM sintetizan: "Las empresas de calidad son las que deben hacerlo mejor en un entorno como el actual". Por su parte, Franco Machiavelli, analista independiente, pone el foco en el consumo básico, la energía, la defensa y las infraestructuras como próximos motores de la bolsa del Viejo Continente.
El Ibex 35, índice discordante
Pero esta encuesta revela ciertos matices que deben tenerse en cuenta. Y es que mientras que el 50% de los estrategas prevén que el Ibex 35 mantenga esta escalada, apoyado en el dinamismo de empresas como Indra (que acumula una revalorización en lo que va de año de más del 96,2%.
Un movimiento al alza para la bolsa española por el que apuestan la mitad de los inversores consultados y que incrementaría el actual diferencial a favor del mercado nacional respecto del europeo que supera ya los 12 puntos porcentuales.
"En un escenario sin recesión a corto plazo, el mercado español podría seguir mostrando un mejor desempeño, impulsado por su elevada exposición al sector financiero, que continuaría beneficiándose de un entorno de tipos de interés elevados", explican desde MoraBank antes de añadir que, en el caso de que se pueda llegar a materializar una recesión económica mundial, los valores financieros "podría verse penalizados", corrigiendo "parte de las fuertes revalorizaciones acumuladas en los últimos años".
Sin embargo, desde Tream AM remarcan que el diferencial entre la bolsa española y la europea "se mantendrá" ya que las mayores empresas del Ibex 35 tienen "buenas perspectivas". Los bancos (Santander y BBVA) cotizan a precio valor en libros de 1 con unos ROE de doble dígito y con la incertidumbre que está aportando Donald Trump, las posibles bajadas de tipos "se pueden dilatar algo". Mientras tanto, y a pesar de que Inditex "ha sufrido este 2025 en bolsa", los crecimientos y la estrategia están ahí y las dudas sobre la competencia china se van disipando, al tiempo que el crecimiento en EEUU "está germinando" y la gestión es "muy superior" a la de sus competidores.
Asimismo, el analista técnico y estratega de Ecotrader, Joan Cabrero, advierte de que el selectivo patrio, pegado en el final de la semana a los 14.500/14.600 puntos, se encuentra en una zona de fuerte resistencia. De hecho, esa cota entiende que es el techo del canal que viene acotando la tendencia alcista desde los mínimos de 2022, que se encuentra a un 2% de distancia.
"Es una zona donde la sobrecompra es muy elevada desde el punto de vista técnico", explica antes de añadir que, pese a todo, "el índice todavía no ha tocado el techo del canal".