
Tras el potente 2024 y la vibrante recta final de 2023, la renta variable de EEUU se enfrenta a un verdadero punto de inflexión. Con los altos tipos de la Reserva Federal, unos bonos disparados y un ya frenético recorrido en los principales índices, hay quien ya advierte de una posible corrección en el S&P 500. Una opción sobre la que no hay un consenso, pues las medidas que podría aplicar el presidente electo Donald Trump cuando entre a la Casa Blanca este mismo enero, en particular los recortes de impuestos, han animado a muchos en la idea de otro gran impulso bursátil. Sin embargo, ahora los expertos están advirtiendo de una amenaza que empezará a ponerse a prueba con la temporada de resultados y que ha venido con la llegada del republicano: una fortaleza del dólar que tumbe el gran motor de Wall Street.
Este miércoles ha comenzado la temporada de resultados con la puesta de largo de la banca. JP Morgan, Goldman y Citi han dado el pistoletazo de salida y Morgan Stanley y Bank of America prosiguen mañana jueves. A partir de la semana que viene ya empieza el carrusel de cifras con Netflix, Charles Schwab, J&J, P&G o American Express, entre otras. Las buenas cifras empresariales que se han ido sucediendo trimestre a trimestre son una de las grandes explicaciones de que EEUU haya podido mantener su fortaleza económica.
En verano, los datos de empleo que parecían debilitarse hicieron saltar las alarmas de una recesión, un temor que impulsó la idea de una senda agresiva de recortes de tipos de la Fed con hasta siete en 2025. Sin embargo, fue una falsa alarma, el mercado laboral aguantó y, en particular, la buena salud de las empresas, que dan buena cuenta en sus cifras de la fortaleza del consumo y que no tienen que recurrir a despidos.
Desde Schroders explican que los resultados empresariales suelen ser una de las primeras alertas de la salud de una economía. "Cuando la actividad económica va bien los consumidores suelen gastar más y la actividad comercial aumenta. Como resultado, los márgenes de las empresas mejoran". Es por ello que los resultados se han ido mirando con lupa trimestre a trimestre ahora, expertos como los de Morgan Stanley advierten que pueden empezar a sentir por primera vez el golpe negativo que supone la alta valoración del dólar en las cuentas de las empresas más importantes de Wall Street.
El US Dollar Index, que mide la valoración de la divisa frente a una cesta de monedas internacionales muestra un potente despertar hasta los 109 puntos, marcando así un avance del 5,11% desde noviembre y del 8,87% desde octubre. Subida prácticamente idéntica a la que se produce en su intercambio con el euro (+5,7% desde noviembre). De este modo cada dólar se cambia por 0,971 euros. Chris Turner, de ING explica que "el tipo de cambio del dólar ajustado a la inflación se encuentra en su nivel más alto desde 1985". Una situación que se puede dar gracias a "la política de aranceles, control de inmigración, estímulo fiscal y relajación regulatoria" que se espera de Trump. Todos estos factores sumados a "una economía fuerte" están desencadenando "un camino de fortaleza del dólar". El banco neerlandés cree que este "seguirá subiendo" y que incluso llevará a que "bancos centrales del resto del mundo se vean obligados a intervenir para apoyar sus divisas".
Mike Wilson, analista estrella de Morgan Stanley, explicaba en su informe a clientes este lunes que "es probable que un dólar más fuerte se sume a un fenómeno recurrente en la temporada de resultados: un aumento en la dispersión de las revisiones de las ganancias por acción". Dicho con otras palabras, se espera que comience un pequeño desfile de revisiones a la baja del objetivo para todo el año, especialmente para aquellas empresas que tienen buena parte de sus negocios en el extranjero.
"Vemos que este resultado (el impacto de la subida del dólar) se desarrollará en esta temporada" sentenciaba Wilson. En resumen, "nuestro análisis muestra que deberíamos ver un aumento en las menciones al impacto monetario en esta temporada de ganancias. El potente mercado interno de EEUU permitirá crecer a muchas compañías, en cualquier caso, pero generará una gran dispersión entre las que más miran al exterior y la que tienen mayor parte de su negocio en territorio norteamericano.
Morgan Stanley no es el único en dar cuenta de esta realidad. Los expertos de US Bank explicaban en un reciente informe sobre el dólar que "un dólar fuerte resta ingresos a las empresas multinacionales. Los ingresos netos obtenidos con las ventas al exterior disminuirán una vez convertidos a dólares. En resumen, las empresas de EEUU serán menos competitivas debido al elevado precio del producto cuando se traduce a euros, lo que conducirá claramente a menores ventas a medida que los compradores extranjeros se deciden por otras firmas más baratas".
Bank of America: "Por cada subida del 10% del dólar los beneficios del S&P 500 se reducen un 3%"
También ha hablado de este tema Apollo en un informe de este martes. El fondo comentaba que "más del 41% de los ingresos de las empresas del S&P 500 provienen del exterior", la cifra más alta desde 2013 y no muy lejos del récord del 43,3% de 2011. Según la firma esto "deja a las empresas vulnerables, ya que la demanda de bienes puede debilitarse". Bank of America ha sido incluso más claro y hablaba abiertamente de que el dólar fuerte reducirá las ganancias del índice esta temporada final de resultados en un 3%. Según su último estudio, cada aumento del 10% en el precio del 'billete verde' tiene este mismo impacto en las ganancias conjuntas del S&P 500.
En cualquier caso, esta situación no es, a día de hoy, definitiva para un momento boyante para las empresas de EEUU. De hecho, según las estimaciones de Bloomberg, se espera un crecimiento de las ganancias del 4,1% para este trimestre y de un 14% para el 2025. A pesar de que es un avance positivo, ya supone una ralentización respecto al 4,4% del tercer trimestre. Ambas cifras muy lejos del potente 13,2% del segundo trimestre. En ambos casos, la fortaleza de la divisa está teniendo cierto rol, aunque la preocupación, más allá de un impacto generalizado, es que el dólar ataque justo el principal motor de crecimiento de Wall Street, la tecnología.
Las 'big tech' son las grandes perjudicadas
Hasta ahora, la enorme subida del 23,3% del S&P 500 en 2024 es totalmente inexplicable sin el sector tecnológico. Si retiramos a las grandes tecnológicas del índice conocidas como las siete magníficas ( Microsoft, Apple, Nvidia, Amazon, Alphabet, Meta y Tesla) este avance queda frustrado hasta solo el 6%. Estos siete valores representaron solo con sus avances un alza del 53,7% al acumular en estas pocas manos el 30,6% de toda la capitalización del índice.
El motivo de que estas empresas se estén comportando tan bien viene del crecimiento en sus ingresos de las partidas relacionadas con la Inteligencia Artificial, que está animando a los inversores, que sueñan con que esta revolución tecnológica siga aterrizando. Al margen de la IA este tipo de empresas están teniendo grandes crecimientos gracias a vientos de cola favorables y su potente posición en caja que les permite afrontar con garantías esta época de altos tipos de interés.
Sin embargo, las empresas tecnológicas son precisamente las más expuestas al mercado internacional y, por lo tanto, las que más pueden pagar en sus propios resultados un dólar fuerte. A pesar de que el 41% de los ingresos del S&P 500 vienen del exterior, el sector tecnológico ve como esta dependencia se ensancha hasta el 59%. La misma Nvidia cuenta con unas ventas fuera de EEUU representando el 56% con China suponiendo el 17% de su facturación.
Misma tendencia en Apple con cerca del 50% de sus ingresos llegando desde otros países. Para Tesla la dependencia del exterior es del 53,3%. Meta tiene en Europa el 23% de su facturación y en China el 10%. Microsoft, por su parte, tiene un 49,13% de sus ingresos en el exterior. En Alphabet, matriz de Google y Youtube, la cifra escala hasta el 53%. En la que menor impacto se ve es en Amazon, con la presencia internacional en sus cuentas en un 27,3%.
"La pronunciada fortaleza del dólar ha dejado en manos de las grandes empresas la tarea de tirar del carro"
De momento, estas acciones pueden seguir creciendo a pesar del golpe del dólar, si sus resultados siguen justificando la euforia, pero sino el efecto divisa empezará a sentirse con más claridad. Un lastre que llega en un momento de cierta duda. Konstantinos Venetis, de TS Lombard, comenta en un informe de este mismo miércoles que las recientes subidas del S&P 500 y en particular de estos valores "hacen que el índice parezca caro con las perspectivas de ganancias muy desequilibradas". El experto defiende que "la pronunciada fortaleza del dólar ha dejado en manos de las grandes empresas la tarea de tirar del carro en términos de crecimiento de ganancias".
Desde Capital Economics, por su parte, hablan de que, si bien ven los resultados aumentando, creen que hay cinco riesgos claros para los mismos. "El primero es la disminución de la demanda de inteligencia artificial (IA). El segundo es una desaceleración de la economía. El tercero es un fuerte aumento de los rendimientos de los bonos. El cuarto es la aplicación de las leyes antimonopolio. Y el quinto es la creciente tensión geopolítica". Con alguno ya amenazando con materializarse, el dólar entra en escena y puede ser un factor más que termina decidiendo el devenir de un S&P 500 que se encuentra ante un momento clave.