
En su momento, los analistas estimaron que las compañías de EEUU iban a generar unos 480.000 millones de beneficios entre julio y septiembre. Sin embargo, sus previsiones no se han cumplido por el encarecimiento de los precios y la amenaza de recesión, pero también por la fortaleza del dólar frente al resto de divisas. Y es que la subida del billete verde se ha comido más de 10.000 millones de dólares de las ganancias de las empresas estadounidenses.
Desde enero, el índice dólar -el cruce ponderado de esta divisa frente a otras seis monedas (el euro, la libra, el yen, la corona sueca, el franco suizo y el dólar canadiense)- ha subido un 17%, hasta alcanzar su nivel más fuerte en 20 años. Para las empresas de EEUU, esto se traduce en una reducción del valor relativo de sus ingresos cuando convierten las ventas realizadas en dinero extranjero a dólares.
En concreto, cada 8 o 10 puntos porcentuales de incremento del índice del dólar les cuesta a las compañías del S&P 500 un punto porcentual de sus beneficios por acción, calcula Credit Suisse. Una cifra que la gestora de activos AllianceBernstein eleva al 3% para el conjunto del año, según publica el Financial Times.
Aún así, ésta no es la principal preocupación de los inversores. En su lugar, les inquieta más la posibilidad de que los consumidores se decanten por las empresas rivales, atraídos por la sensación de abaratamiento que da producir y vender en monedas más débiles que el dólar. Algo que le podría ocurrir a Amazon, ya que la compañía ha subido los precios de su servicio en la nube porque están en moneda estadounidense, mientras que Microsoft ofrece el suyo -Azure- en moneda local. Esto supone un duro golpe de conversión para la firma creada por Bill Gates, pero le da una gran ventaja competitiva.
Asimismo, aunque no se diera una competencia adicional, la demanda también podría verse reducida debido a la mejor perspectiva económica de EEUU frente a otros países. Entre enero y septiembre, el índice de Goldman Sachs de empresas que generan la mayor parte de sus ingresos en territorio estadounidense cayó un 15%, frente al 30,5% que se ha dejado el de compañías con gran presencia internacional en el mismo periodo de tiempo. Ejemplo de ello es Levi Strauss, cuyos ingresos netos en su país de origen se han incrementado un 3% en un año, hasta los 805 millones de dólares, pero los de Europa se han reducido un 19%, pasando de 479 millones de dólares en el tercer trimestre de 2021 a 390 millones en el mismo periodo de 2022. Desde la compañía, señalan que esta debilidad podría incrementarse "a medida que el invierno comienza a golpear".