
Apenas comenzó el 2025 y el euro ya registró su primer gran desplome frente al dólar. La referencia de la eurozona cayó hasta los 1,022 dólares al cambio, su nivel más bajo en más de dos años. Y esto despierta de nuevo al fantasma de la paridad. En la actualidad hay siete firmas que ven al euro al mismo nivel que al dólar antes de junio de 2025. Incluso tres de ellas ven a la divisa de la eurozona cotizando por debajo de la referencia en Estados Unidos, ya que falta una caída del 3,5% para alcanzar este nivel.
Aunque el cruce vuelve a jugar a favor del euro en el arranque de la semana, el cambio entre ambas divisas aún sitúa al euro en mínimos de noviembre de 2022 al cotizar en la zona de los 1,033 dólares. Y es que desde septiembre del año pasado, con el cambio sobre los 1,11, la divisa europea se debilita más de un 7,5%.
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos cambió el panorama del mercado que ahora descuenta mayor inflación por la guerra comercial que se avecina con China y por las políticas fiscales ultra-laxas del ganador republicano. Esto también altera la política monetaria que se espera para 2025 por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. También influyen las expectativas de crecimiento en la eurozona y los próximos pasos que tendrá que tomar el Banco Central Europeo.
Como ejemplo, el mercado descuenta ahora entre uno y dos recortes de tipos de interés de 25 puntos básicos para este año, según los contratos financieros OIS (Overnight Indexed Swaps, utilizados como cobertura ante los cambios de tasas de interés a corto plazo y para proyectar dónde estarán las referencias de los bancos centrales en el corto y medio plazo). Estos mismos contratos proyectaban un recorte adicional de 50 puntos básicos para 2025 antes de las elecciones estadounidenses del 6 de noviembre. Es decir, el mercado borró 50 puntos básicos en apenas dos meses y eso dispara al dólar hasta los niveles actuales.
Como el mercado descuenta una política más restrictiva en Estados Unidos, el resto de divisas sufre en consecuencia. Esto lleva a ocho expertos a valorar la paridad del euro frente al dólar en el primer semestre del año, según recoge Bloomberg. Wells Fargo o Rabobank son dos ejemplos de firmas de inversión que ven al euro en la paridad antes de julio de 2025. Pero a medida que avanza el año más firmas de análisis se vuelven bajistas y actualizan a la baja sus expectativas de cambio hasta diciembre.
Para Goldhawk Partner y Commonwealth Bank of Australia incluso se perderá, ya que ven un cambio de 0,98 dólares en el segundo trimestre del año. No obstante, Wells Fargo también contempla que pueda perderse la equidad entre ambas divisas en la segunda mitad del ejercicio en curso. "Estratégicamente, mantenemos una postura bajista para el euro-dólar, apuntando a la paridad en el medio plazo", comentó el analista de Danske Bank de Copenhague, Mohamad Al-Saraf.
El mercado de divisas también incluye contratos a plazo y opciones de futuro. Este tipo de activos recoge la probabilidad de alcanzar la paridad entre ambas divisas. Después del desplome del euro de la semana pasada, el límite inferior del rango de desviación para todos los plazos a partir de un mes, y hasta 2028, tienen por mínimo un cambio inferior a un euro por un dólar. Para el primer semestre del 2025 el límite inferior del euro está en los 98,7 centavos de dólar mientras que para el cierre del año caería hasta los 95,7 centavos. Es decir, la probabilidad de cotizar por debajo de la paridad roza el 30%, según estos activos financieros.
"Los desafíos que enfrenta el euro se deben a un dólar fuerte, respaldado por un crecimiento resistente en Estados Unidos y los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro[de EEUU]", comentó la experta de Bloomberg Intelligence, Nour Al Ali. Por otra parte los hedge funds (fondos de cobertura) redoblan sus apuestas a favor de esta paridad con el euro en mínimos de noviembre de 2022. El pasado jueves, cuando se alcanzó el cruce de los 1,022 dólares se negociaron cerca de 2.500 millones de euros en opciones que daban por descontada la paridad.
Esto también se debe a que el mercado sigue dando por sentado que el BCE sí mantendrá su flexibilización monetaria, lo que ampliará el diferencia al cierre del 2025 entre la referencia en Estados Unidos y el precio del dinero en la zona euro. "El balance de riesgos está hecho sesgado a la baja para el euro, especialmente en torno a los niveles del 1,03. El crecimiento en la eurozona se está desacelerando, lo que suma a las expectativas que el BCE podría tener que recortar más o más profundamente para apoyar al crecimiento", comenta Cristobal Wong, de Obersea-Chinese Banking.
La última vez que el euro perdió la paridad fue a finales del 2022. Después de la invasión rusa de Ucrania se desencadenó una crisis energética en Europa que disparó el riesgo de una desaceleración de la eurozona. En ese momento, el euro cayó hasta los 0,959 dólares.
'Carbón' para el euro
En el Día de los Reyes Magos, el analista técnico de Ecotrader, Joan Cabrero, también actualizó la estrategia del euro frente al dólar para el portal de inversores de elEconomista.es. Desde un punto de vista técnico, la reciente cesión del soporte de los 1,035-1,04 dólares es una mala señal para la divisa de la eurozona. La referencia entra así en la base del canal que acota la consolidación de los últimos meses y "da pistas que apuntan hacia un contexto potencialmente bajista en busca de los mínimos de 2022 en torno a 0,95 dólares por euro", comentó Cabrero.
"Los Reyes Magos traen carbón para nuestra divisa, pero esto es algo que refuerza el mantenimiento de acciones al otro lado del Atlántico en dólares", comentó el experto de Ecotrader. Y es que, gracias al efecto divisa, el Ibex 35 sube en el año un 0,47% mientras que en dólares supera el 0,7%.
Por otra parte, el euro no es la única divisa que cede ante el todopoderoso billete verde. La cesta de las diez grandes divisas del mercado también se hunden frente al dólar que cotiza de media en máximos de noviembre de 2022 frente al euro, libra esterlina, yen japonés o yuan chino entre otros. No obstante, las monedas que más sufren en los últimos meses son las divisas de países emergentes. El real brasileño o el peso mexicano son algunos ejemplos de ello con caídas del 11,4% y del 6,4%, respectivamente, en los últimos tres meses.