
La primera semana de diciembre es, tradicionalmente, una de esas semanas en las que la actividad de los mercados es menor al coincidir con la vuelta de las vacaciones de Acción de Gracias en EEUU. "Sin embargo, este año hay una serie de acontecimientos significativos que harán que los inversores estén muy atentos, incluso si se repiten las dinámicas habituales de fin de año", advierten los expertos de Allianz Global Investors.
Esta semana, el foco estará puesto en la publicación de los índices PMI de las principales economías, así como en los datos del mercado laboral que se publicarán en EEUU, como La encuesta JOLTs, sobre las vacantes de empleo que se elabora cada mes por la Oficina de Estadística Laboral del país norteamericano, los datos de paro que se conocerán el martes en el país o la tasa de desempleo del viernes.
"En la eurozona, se espera que la última estimación del PIB del tercer trimestre confirme que fue un periodo algo más positivo. Sin embargo, parte de esta mejora parece haber sido temporal, como sugiere la reciente caída de los índices PMI", explica Sean Shepley, economista senior de Allianz.
También en la eurozona, los datos de ventas minoristas ofrecerán una visión del comportamiento del consumo al inicio del cuarto trimestre, mientras que la tasa de desempleo probablemente se mantenga cerca de mínimos históricos, a pesar de la debilidad general de la economía.
Por eso, tal y como afirman analistas e inversores, conviene estar atentos a cuál será la última decisión del BCE sobre los tipos de interés este 2024 que, de hecho, esta cada vez más cerca. "Con una inflación general en torno al objetivo, una inflación subyacente en retroceso y una actividad débil, el BCE adelantará la relajación de su política y recortará los tipos en las próximas reuniones", advierte Martin Wolburg, economista senior de Generali AM.
En EEUU, por su parte, Jerome Powell, máximo responsable de la Reserva Federal pronunciará un discurso el miércoles como presidente de la entidad en el que puede dar pistas de por donde pueden ir los tipos de interés a corto plazo y la política monetaria en su conjunto, algo que influirá en el valor del dólar estadounidense y de la deuda.
