
En el complejo tablero bursátil europeo, alcistas y bajistas -toros y osos, como se los conoce en el argot del mercado- libran una intensa batalla a corto plazo. El desenlace de este enfrentamiento será clave para discernir si asistiremos al esperado Rally de Navidad o, por el contrario, nos enfrentaremos a una recta final de año y comienzo del 2025 que podría teñirse de rojo. En el peor escenario, estaríamos ante caídas del 10-15% en el EuroStoxx 50, lo que devolvería a la principal referencia europea a niveles de hace un año.
Para anticiparnos, es crucial poner el foco en la zona de soporte que marcan los mínimos de agosto en el EuroStoxx 50 Total Return, un índice que incorpora el impacto de los dividendos y que, junto con el DAX 40 alemán, resulta en estos momentos la brújula más fiable para seguir la evolución de las bolsas del Viejo Continente.
Concretamente, hablo de los 10.900 puntos del SX5R, un nivel que actúa como línea de confirmación para un posible patrón de giro bajista conocido como doble techo. Si este patrón se confirmara, el objetivo mínimo de caída, resultante de proyectar su amplitud, se situaría a un 10% por debajo, pero les hablo de caídas máximas del 15% ya que si pierde soportes no podría descartar incluso un descenso hacia niveles que supondrían una corrección del 38,20% de Fibonacci de toda la subida que han experimentado las bolsas europeas desde los mínimos de 2020.
Estrategia operativa ante el soporte crítico
Operativamente, sugiero manejar un stop semanal en los 10.900 puntos, lo que significa que solo ejecutaríamos ventas si ese nivel se pierde al cierre de un viernes. En caso de que el mercado se acerque a los mínimos de agosto sin perforarlos, no me parece mala idea volver a comprar bolsa europea en torno a los 10.900/11.000 puntos, ya que ofrecen una excelente ecuación rentabilidad-riesgo.
Esta misma semana, el EuroStoxx 50 Total Return marcó un mínimo en los 11.053 puntos, a apenas un 1,3% de ese soporte clave. En este contexto, sería ideal que el mercado amagase con romper ese nivel para luego ejecutar un reversal, una figura técnica que suele marcar giros significativos, sobre todo si en esa vuelta aparece un hueco alcista. De suceder, estaríamos ante una oportunidad inmejorable para posicionarse al alza: el riesgo de comprar en esa zona sería mínimo comparado con el potencial de recompensa.

El primer objetivo alcista estaría en los máximos anuales, situados a un 10% de distancia. Su superación abriría la puerta a nuevas subidas, posiblemente de al menos otro 10%. En total, podríamos estar hablando de potenciales alzas de entre el 10% y el 20% si el soporte de los 10.900 puntos se mantiene firme.
Momento de actuar, con cautela
Por tanto, si me preguntan, les diré que ahora es más momento de comprar que de vender, siempre teniendo claro que si se pierden soportes críticos habrá que replegarse, irse a los cuarteles de invierno. La clave está en ser disciplinados y no perder de vista estos niveles estratégicos.
La regla del 10% en EEUU
Al otro lado del Atlántico, aquellos que siguieron mis recomendaciones de hace dos semanas han navegado con tranquilidad las recientes caídas. Reducir exposición en un 25% del capital invertido -es decir, vender 25.000 euros de cada 100.000- les ha dado liquidez para aprovechar oportunidades. Ahora, esa munición puede dirigirse hacia Europa o reservarse hasta que los índices norteamericanos retrocedan un 10% desde su último pico, una regla que funcionó muy bien en agosto pasado.
En resumen, aunque el mercado europeo está ante un momento decisivo, el escenario sigue ofreciendo oportunidades atractivas si gestionamos los riesgos con precisión. La clave para un posible rally de Navidad está en manos del soporte de los 10.900 puntos del EuroStoxx 50 Total Return. De él dependerá si cerramos el año con optimismo o enfrentamos un inicio de 2025 más desafiante.