
Esta semana está siendo atípica en la bolsa española. Coinciden varios debuts bursátiles. Este mismo viernes está previsto que Cox comience a cotizar, con lo que serían dos las compañías que dan el salto al parqué después de la salida de Inmocemento el pasado martes. Estos dos estrenos se suman al que Puig protagonizó a principios de mayo y convertirán a 2024 en el primer año desde 2017 en el que en España habrá más salidas a bolsa que exclusiones de cotización. Dicho de otra forma, llegarán más empresas de las que se van por primera vez en siete años.
Este 2024 habrá nuevas cotizadas, pero también otras que dejarán de serlo. Una compañía (Opdenergy) ya ha sido retirada del parqué y otra (Applus) recibió hace unos días el visto bueno del regulador sobre la opa de exclusión lanzada sobre el 100% del capital. Así, el año podría acabar con dos firmas menos en el Mercado Principal.

Estos movimientos dejarían un saldo positivo para la bolsa española este año, rompiendo simbólicamente una racha que ha despertado todas las alarmas en la industria. La falta de salidas a bolsa preocupa no solo al operador de los mercados (BME, ahora propiedad del grupo suizo SIX), sino también al supervisor bursátil (la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV) y a toda la industria que urge fomentar la financiación a través del mercado de capitales. Recuperar la actividad es un reto importante para los próximos años, en los que seguirá habiendo exclusiones. Así lo plasmaba BME en un Libro Blanco que presentó este 2024 en el que planteaba 56 posibles soluciones para evitar que el mercado español no esté compitiendo en igualdad de condiciones con Europa. Es cierto que se trata de un problema que también se está produciendo en otros países europeos, y el desafío último es aún más mayúsculo, ya que pasa por abordar la competencia que supone Estados Unidos y que algunas firmas prefieran cotizar allí.
Las protagonistas
Las tres compañías que se estrenan en 2024 suponen un pequeño soplo de aire fresco (todo sin incluir las operaciones de valores más pequeños en BME Growth). Cox aprovechará este viernes la recta final del año para tocar la campana en el parqué de la Bolsa de Madrid. El grupo de infraestructuras energéticas y de tratamiento de aguas ha retrasado un día su debut y se ha visto obligada a recortar la oferta inicial y a comenzar su andadura bursátil al menor precio previsto, con una capitalización que supera ligeramente los 800 millones de euros.
Inmocemento se adelantaba esta semana culminando su colocación con el debut bursátil el pasado martes. La firma, el spin-off del negocio inmobiliario y cementero de la constructora FCC, comenzó a cotizar con una capitalización de 1.933 millones de euros tras llevar a cabo un listing (sin lanzar ninguna OPV ni ampliación de capital). Desde entonces, sus acciones retroceden más de un 18%.
Pero si hay una compañía que ha devuelto la esperanza en el mercado español ha sido Puig. La empresa de perfumes especializada en premium beauty no solo se convertía en la mayor salida a bolsa vista en España desde 2015, sino que también es hasta la fecha el mayor debut en toda Europa. Su gran tamaño y liquidez le permitieron acceder al Ibex 35 tan solo dos meses después de su estreno. Hoy ocupa la posición número 17 del índice por capitalización, a pesar de que sus acciones han caído un 21% desde el precio de la oferta.
No han llegado a buen puerto
El año, no obstante, podría haber sido mucho más intenso en cuanto a este tipo de operaciones. En el calendario había más candidatas. Empresas que han estado trabajando para salir a bolsa y que finalmente han retrasado o cancelado la colocación sine die. Europastry, por ejemplo, lo tenía todo casi listo para debutar el pasado 10 de octubre. Sin embargo, el fabricante de productos de panadería congelada no consiguió cerrar la operación y la canceló por segunda vez a pesar de rebajar el tamaño inicial de la oferta, justificado la cancelación "en atención a la situación geopolítica internacional, que está produciendo una profunda inestabilidad en los mercados", aunque indicó que seguirá "valorando la posibilidad de salir a bolsa cuando la situación de los mercados lo permitan".
Meses antes, en abril, Bergé, holding inversor de Astara, también aludía a las "condiciones de mercado" para abortar la salida a bolsa de la empresa de movilidad tras haber reclutado a distintos bancos para la operación.
Y no hay que olvidar a una de las compañías más esperadas en la bolsa española desde hace tiempo por su tamaño. Tendam el grupo dueño de firmas como Pedro del Hierro, Springfield o Women'Secret, comunicaba en junio que paralizaba su debut sin llegar a presentar oficialmente su intención de hacerlo (a través del conocido como ITF). Este documento ya estaba listo para publicarse, así como los bancos colocadores -BNP Paribas, Citi y JP Morgan- fichados. Pero la firma decidía posponer la operación a después del verano. Sin embargo, Jaume Miquel, presidente de Tendam, aseguraba en el IV Foro de Retail y Gran Consumo organizado por elEconomista.es que, aunque la empresa está preparada para salir a bolsa, no lo hará hasta que las condiciones del mercado sean óptimas. "Para las nuevas compañías hay mucha incertidumbre, con unos tipos que todavía no han bajado lo suficiente y con un mercado de deuda que sigue siendo atractivo. El capital americano está más reticente de inversión, más la situación geopolítica y las elecciones en Estados Unidos", argumentaba.
