
Los mercados financieros ya recogen el efecto de la victoria republicana de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El dólar respondió al resultado electoral con subidas frente a la práctica totalidad de las grandes divisas del mercado. Como ejemplo, el dólar anotó este miércoles su mayor alza frente al euro desde marzo de 2020, con el estallido de la pandemia del coronavirus, y avanza casi un 5% de media frente a la cesta de grandes referencias del mercado entre las que se incluyen el euro, el franco suizo o el yen japonés, entre otros.
Con la victoria clara del Partido Republicano, el dólar se sitúa en máximos del año frente a la segunda divisa más seguida por el mercado: el euro. El triunfo de Donald Trump desencadenó un aumento del rendimiento de los bonos soberanos estadounidenses y el fortalecimiento del dólar ante la expectativa de unos tipos de interés más altos en Estados Unidos por más tiempo. Así, un euro se cambia por 1,07 dólares, mínimos de junio, que implica también que el euro retroceda un 3% en 2024.
Aunque el euro se situó entre las más damnificadas por el resultado de las urnas, no es el único afectado. Frente al casi 2% que ha llegado a caer el euro contra el dólar, el cruce del billete verde frente a la libra esterlina se salda con caídas del 1,4% para esta última, el yen nipón cede casi un 1,7%, el franco suizo un 1,5% y el yuan chino retrocede un 0,9% al cambio. Otras divisas de menor calado registran un desplome este miércoles, como el del peso mexicano, que se hunde más de un 3% y arrastra a entidades financieras españolas expuestas a este mercado. Así, el dólar no solo se impone en su mejor sesión en el mercado de divisas en más de cuatro años (estaría de media en máximos de noviembre del año pasado), sino que marca un nuevo panorama en el que se impone también como valor refugio frente a un oro que retrocede por debajo de los 2.700 dólares por onza.
Si bien el mercado sigue barajando un recorte de tipos de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos este jueves, según descuentan los swaps financieros OIS (Overnight Indixed Swap, en inglés), las expectativas a más largo plazo frenan la posibilidad de presenciar un recorte de tipos más pronunciado o una flexibilización mayor de la política monetaria del país. "Dado que la posible combinación de políticas de Trump será probablemente más inflacionista que la de un gobierno de Harris, la senda de recortes de tipos de la Fed sería probablemente menos pronunciada", comentó el estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM, Claudio Wewel.
Entre estas medidas se encontrarían el mayor control migratorio en la frontera con México y, principalmente, la guerra arancelaria que podría desatarse con China que también tendría sus consecuencias para la economía europea. "El plan de Trump sobre aranceles e impuestos debería resultar en una mayor inflación y mayores tasas por tiempos más largos", comentó el gestor de inversiones de JP Morgan, Priya Misra, para Bloomberg.
Además, existen antecedentes de cómo Donald Trump es capaz de condicionar la evolución del dólar. En su anterior etapa como presidente, entre 2017 y 2021, el dólar retrocedió respecto a los niveles que se encontró con la última legislatura de Obama. "Las características de refugio seguro del dólar no ayudaron contra la incertidumbre, arraigada en los propios Estados Unidos. Además, el impacto de nuevos aranceles es incierto", comentaron desde Julius Baer.
Varias firmas de análisis avanzaron en las últimas semanas que podría producirse un nuevo fortalecimiento de la divisa estadounidense. Desde Deutsche Bank pronosticaron que para el fin de año el cambio frente al euro podría situarse en los 1,05 dólares. Por su parte, el consenso de mercado que recoge Bloomberg considera que el cruce del euro con el dólar cerrará el año por encima de los niveles actuales y que de cara al 2025 el euro recuperaría terreno hasta alcanzar un cambio en los 1,11 dólares.