
Las previsiones de un comportamiento menos agresivo por parte de la Reserva Federal en su proceso de recorte de los tipos de interés está marcando la evolución de los parqués en las últimas sesiones. La mejor muestra de ello es el progreso del dólar estadounidense revalorizándose cerca de un 4% desde los mínimos marcados a finales del mes pasado. Lo evidencia el desarrollo del Índice Dólar, que registra la evolución del billete verde frente a una cesta ponderada de las divisas más negociadas del mundo.
Y también, más particularmente el euro/dólar que registra en las últimas 19 sesiones un 3,5% de descensos dada la fortaleza de la moneda estadounidense.
"El dólar estadounidense se ha fortalecido considerablemente en la primera quincena de octubre. En gran medida, la fortaleza de la divisa refleja unos datos macroeconómicos mejores de lo esperado. Varios indicadores del mercado laboral han mejorado, al igual que la actividad en el sector servicios. Esto ha llevado a una considerable revalorización de las expectativas de tipos en EEUU, con los mercados retirando más de un recorte de tipos hasta finales de este año", explica Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
"Muchos factores siguen respaldando la preeminencia del dólar", expresan por su parte desde Jupiter AM, mientras arguyen que la economía estadounidense es la más poderosa del mundo y, mayor que la de China y Japón juntas, segunda y tercera por PIB.
"Posee un sistema financiero estable caracterizado por la independencia de instituciones tales como su banco central, así como una economía relativamente abierta. Cerca del 60% de las reservas internacionales se conservan en activos denominados en dólares. Además, el dólar es la divisa más negociada y desempeña un papel crucial en el comercio mundial, así como en los mercados de deuda", generalizan.
No obstante, este movimiento acusado del dólar no está provocando la marca de nuevos máximos ni mínimos del año en el par, que registra en 2024 -pese a todo- el menor rango de movimiento de su historia. Es decir, la diferencia entre los niveles más altos y los más bajos que ha marcado el par en el año es la menor de la historia.
De hecho, aún con la renovada fortaleza del billete verde en las últimas cuatro semanas el rango de movimiento del par se ha mantenido este año entre los 1,19 que marcó en agosto y los 1,069 de abril, lo que quiere decir que entre ambas cotas apenas hay un 5% de recorrido (ver gráfico).
Se trata del porcentaje más bajo de la historia tras el marcado en 2019 (de 1,157a 1,0879, un 6,35%) y el de 2023, año en el que la distancia entre máximos y mínimos del par rondó el 9%.
Todo ello en un año en el que el balance anual del cruce entre ambas monedas refleja un descenso del 2.3%, sumando así su tercer año de descensos de los últimos cuatro.
"A corto plazo vemos margen para un repunte del dólar, ya que las expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal y de una recesión en EEUU parecen exageradas, en nuestra opinión", señalaban hace apenas unas semanas los expertos de Ebury.
"Podría decirse que el evento clave de riesgo para la moneda común esta semana será la publicación de las cifras del PMI de actividad empresarial de octubre para la zona euro el jueves", explica Matthew Ryan, jefe de estrategia de mercado de la firma global de servicios financieros Ebury. El consenso de mercado apunta a otra lectura por debajo de 50 en el índice compuesto (49,7), lo que redundaría en una contracción absoluta.
"Otra sorpresa a la baja aquí sería un gran golpe para el euro. Lagarde señaló que las últimas cifras de inflación del bloque habían sido relativamente tranquilizadoras, y que espera que el retorno al objetivo pueda estar en las cartas antes de lo esperado. En todo caso, esto ha solidificado la opinión del mercado de que los recortes consecutivos han llegado para quedarse por el momento", detalla el estratega.
Lo que sí refleja el mercado de renta variable europeo con la consolidación de las últimas semanas es que el mercado es cada vez más consciente de que los cambios entre el ambas divisas podría tener importantes efectos negativos de conversión para muchas grandes empresas europeas, cuya suerte se ve más afectada por los beneficios en el extranjero que por los beneficios nacionales.
Pendientes de las elecciones
No obstante, la renovada fortaleza del dólar no solo responde a estos factores fundamentales, también depende en gran medida del resultado final de las elecciones estadounidenses.
"Es probable que la combinación de políticas de una administración Trump sea más inflacionista que la de una administración Harris", señala en ese sentido Wewel.
"En particular, la postura más dura de Trump en cuanto a inmigración y la posible imposición de nuevos aranceles apuntan a mayores presiones sobre los precios bajo un Trump 2.0 y, por tanto, abogan por una senda de recortes de tipos más superficial", añade. En la opinión de la entidad privada suiza, el aumento de las probabilidades de una victoria de Trump probablemente ha elevado las expectativas de tipos en EEUU por encima de lo que sugerirían los datos macroeconómicos recientes y, por tanto, explica en gran medida la magnitud de la reciente revaloración en el mercado de divisas.
"Los inversores seguirán atentos a la publicación de datos económicos para tratar de prever la futura orientación de la política monetaria en EEUU, así como cualquier novedad en la carrera presidencial", señala por su parte Ruben Ferreira de FlowCommunity.