Bolsa, mercados y cotizaciones

Crece el temor de un parón en seco en los recortes de la Fed tras 'pasarse de frenada' en septiembre

  • La opción de un recorte de 25 puntos básicos sigue siendo la mayoritaria
  • Desde la propia Fed ya se debate esta opción ante la fortaleza del mercado laboral y el IPC
  • El empleo, el petróleo y los resultados empresariales, las claves de una posible tregua
Jerome Powell, Fed (Bloomberg)

Aunque la ruta parecía trazada y solo restaba esperar, parece que la Reserva Federal se está acercando a un momento decisivo. A medida que los datos del mercado laboral hablaban de un enfriamiento y la inflación parecía cada vez más atada, las palomas volaron sobre la Fed. El optimismo sobre un agresivo ciclo de recortes de tipos se instauró y esa sensación de celeridad llegó a la propia institución monetaria, con una agresiva bajada de 50 puntos básicos de una sola tacada en septiembre. Sin embargo, las actas han mostrado que esta decisión estuvo cargada de polémica en el seno del banco central y los últimos datos están haciendo que algunos 'halcones' estén pidiendo que la Fed cambia el paso. Reviviendo una opción que parecía totalmente muerta hace escasas horas: que la Fed no toque los tipos en absoluto hasta diciembre.

El presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, lo expresó así en la noche del jueves en una entrevista en The Wall Street Journal. "Me siento totalmente cómodo si no se aplicara un recorte de tipos" explicaba el alto cargo. Según el mismo, los recientes datos del mercado laboral y del IPC "agregan volatilidad" al juicio del banco central. "Esta inestabilidad para mí indica que tal vez deberíamos hacer una pausa en noviembre. Estoy definitivamente abierto a eso".

Este comentario ligado al clima general tras los recientes datos de IPC y empleo han generado que la opción de que no haya ni un solo movimiento en la reunión de noviembre esté ganando entero. Si bien el 80% del mercado de swaps (Overnight Indexed Swap) cree que habrá un recorte de 25 puntos, hace una semana la posibilidad era del 98%. La opción de que no haya ningún recorte se ha instalado con un 18% frente al 2,6% de hace días.

Este jueves se publicaron unos datos de inflación en EEUU donde ésta avanzó un 2,4% frente al 2,3% de los analistas. Más allá de esta cifra destacó para mal el IPC subyacente, que repuntó una décima hasta el 3,3%. Aunque ligero, este repunte inesperado ha pillado por sorpresa a muchos analistas, que daban por hecho que la desinflación iba a ser permanente. Además, estos datos vinieron de la mano de unas muy buenas cifras en el mercado laboral de septiembre, con 254.000 puestos no agrícolas creados, 100.000 más de los esperados. Ambos frentes, favoreciendo una mayor calma, están haciendo que crezca esa opción de una 'tregua', mientras analistas y miembros de la propia institución debaten si, tal vez, Powell fue demasiado lejos recortando 50 puntos básicos de una sola vez.

Respecto a la pausa, aunque aún es una opción minoritaria, refleja que algo ha cambiado radicalmente en el mercado y los analistas ya ven que es una opción que rápidamente puede estar sobre la mesa. "Ahora la pregunta es si la Fed recortará 25 puntos o decidirá no hacer ningún movimiento en absoluto", comentan desde Gavekal Research. Los expertos culminan alegando que "si bien el repunte del IPC no es lo suficientemente grande como para impedir otro recorte de 25 puntos básicos, hay acontecimientos los próximos días que pueden inclinar la balanza a favor de una pausa".

¿Qué podría traer una pausa?

Aunque de momento parezca una opción lejana, los expertos ven cuatro factores durante los próximos días que podrían hacer que lo que es una opción creciente se instale como el destino ineludible de la Fed. En primer lugar, el informe de nóminas de octubre. Si bien el huracán Milton provocará ciertas anomalías que repercutan en la fiabilidad de estos datos como un indicador fidedigno del mercado laboral, la realidad es que si las cifras insisten en la resistencia del mismo, los halcones de la Fed quedarían reforzados en su visión de no tocar los tipos de interés.

Desde TS Lombard señalan que el gran consenso de la Fed, dividida respecto a la sensibilidad de los recortes, era que "un menor empleo es ahora mismo un riesgo mayor que un resurgir de la inflación". En ese sentido, esa creencia de que el mercado laboral podía caerse es lo que hacía que "casi todos vean sentido en recalibrar los tipos de interés".

Sin embargo, ya entonces un grupo de los mismos señalaba que "reducir la moderación de la política demasiado pronto o demasiado podría arriesgarse a un estancamiento o una reversión del progreso en materia de inflación". Sin la alerta del empleo, su voz ganará fuerza. Desde Gavekal coinciden y señalan que "si la cifra de octubre, después de ajustar las distorsiones de los huracanes, es muy fuerte o muy débil, podría afectar la decisión de la Fed como una consideración secundaria".

Por otro lado, el petróleo entra en escena, con un rebote con la tensión geopolítica en Oriente Medio, ante un posible ataque de Israel a la estructura petrolera de Irán, el barril de referencia europeo ha vuelto a escalar hasta los 81 dólares. Si la tendencia sigue, los 'halcones' se verían reforzados, dado que los precios de la energía han sido una de las grandes claves para explicar la desinflación. "Si los precios del petróleo aumentan significativamente debido a una escalada de la guerra en Oriente Medio o en respuesta al estímulo económico en China, el aumento podría impulsar las expectativas de inflación y aumentar la probabilidad de una pausa en las tasas", comentan desde Gavekal.

Por otro lado, hay otro factor que defienden los expertos de Gavekal y que gana enteros: la temporada de resultados y su impacto en el mercado de valores. "Una fuerte caída de los precios de las acciones podría frenar la demanda y aumentar las presiones desinflacionarias, lo que reforzaría los argumentos a favor de los recortes. Por el contrario, una tendencia alcista continuada ayudará a sostener la demanda", dando argumentos a detener la bajada en el 'precio del dinero'.

Una Fed dividida tras… ¿pasarse de frenada?

En cualquier caso, los analistas creen que lo más lógico es que el camino de los recortes siga siendo la norma. Desde BCA Research comentan que a pesar de los últimos datos mixtos, "la tendencia desinflacionaria sigue intacta". Sin embargo, la ruta que ha seguido el banco desde septiembre deja una Fed dividida tras el recorte 'jumbo'. En las mismas actas de la Fed se observó que varios miembros de la Fed mostraron su descuerdo sobre la decisión.

En ese sentido, algunos miembros creen que lo adecuado es corregir lo que, consideran, ha sido un paso en falso con un movimiento demasiado agresivo. Una divergencia que ha hecho que algunos miembros de la institución ya den por hecho que viene un periodo de debates muy ajustados para tomar el timón del banco central. Austan Goolsbee, presidente de la Fed de Chicago, habló abiertamente del tema en una entrevista este jueves con la CNBC, en la que reconoció que probablemente "las próximas reuniones lleguemos a un acuerdo muy reñido". Goolsbee es uno de los miembros que se ha mostrado claramente a favor de una mayor flexibilización, alegando que "las presiones sobre los precios son cosa del pasado".

En cualquier caso, la discordia viene del recorte jumbo. Eric Wallerstein, estratega jefe de mercados de Yardeni Research, decía este viernes este es el motivo por el que creen que la Fed podría no recortar tipos. "Creo que la Fed se mantendrá firme durante el resto del año", dijo, y agregó que el giro del banco central en septiembre con un recorte de gran tamaño "fue ciertamente prematuro".

"El gran recorte vino del estrés, algunos veían que se habían equivocando no moviéndose en julio"

Desde TS Lombard, creen que la decisión del gran recorte de septiembre vino de "el estrés". Para la firma "al final, recortaron porque veían al empleo como un mayor riesgo que la inflación pero ¿por qué una mayoría votó 50 puntos? La respuesta es que muchos creían que tenían que haber recortado en julio y, dando que no lo hicieron querían recuperar el tiempo perdido ante el estrés de un mercado laboral debilitándose". En ese sentido creen que el "recorte preventivo seguirá imponiéndose aunque a menos que haya un deterioro indiscutible en el IPC o preocupante en los datos (como un colapso en las nóminas)".

ING apuesta por una división absoluta pero que cederá hacia los recortes, pero con un enfoque más cauteloso. "La batalla entre las cifras de empleo de Estados Unidos y los datos de inflación en relación con las perspectivas de la política de la Reserva Federal sigue sin resolverse". Por ello, "los responsables de la política monetaria tendrán que actuar con más cautela, pero nuestro escenario base sigue siendo un recorte de las tasas de 25 puntos básicos en noviembre y diciembre".

Los analistas de RBC, por su parte, estiman que si bien esperan una tregua, creen que será después de diciembre, cuando se alcance el suelo en el 'precio del dinero' del 4,25%. En aquel momento la institución monetaria podrá analizar bien si debe hacer un alto en el camino y, dado que esperan que el mercado laboral resista, ven este como el principal escenario. Eso sí, pase lo que pase, la Fed se enfrenta a días claves donde los datos definirán si solo 'borra' la era de los recortes jumbo o… incluso da un paso más y detiene los recortes.

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