
2024 va camino de convertirse en uno de esos años que inversores y analistas en renta variable recuerdan con el paso del tiempo. Los alcistas han conseguido imponerse con contundencia a los osos. Y lo han hecho con independencia de la región en la que han invertido. Y es que, a falta de apenas dos meses para que acabe el año, las bolsas más importantes de Europa, EEUU y Asia mantienen un balance anual positivo, algo que simultáneamente no ocurría desde antes de la pandemia por el Covid, en 2019.
En el Viejo Continente, el selectivo comunitario EuroStoxx 50, principal índice de la región, y la gran mayoría de selectivos nacionales de la zona cosechan alzas que rondan el 10% en caso de la referencia paneuropea y que alcanza el 15% entre los protagonistas particulares, como el Ibex 35, el Dax alemán o el Mib italiano. La única excepción es la que protagoniza el Cac francés, plano en el año y durante algunas sesiones con un balance anual negativo lastrado por el mal comportamiento de las empresas de lujo en el año, que ponderan bastante en el índice galo.
En Wall Street, la voz cantante en ese sentido la lleva el Nasdaq, que se revaloriza casi un 25% desde enero y que desde los mínimos de septiembre ha encontrado apoyo en las decisiones de política monetaria que ha ido anunciando la Fed y en los pronósticos que derivados de su actuación, apuntan a un menor recorte en el precio del dinero de lo estimado inicialmente.
Por su parte, en Asia, el reciente anuncio del plan de apoyo al consumidor y recuperación económica por parte del Banco Popular de China (BPC), ha favorecido el fulgurante repunte delas bolsas de China, que pese a que se haya visto matizado por la consolidación de las últimas semanas, ha dejado el balance anual del Hang Seng y de las bolsas de Shenzhen por encima del 20%.
Además, estas alzas, se producirían de confirmarse en un año par, dando carpetazo a la maldición que perseguía a los alcistas en los últimos ejercicios. Y es que, no hay que olvidar que la delicada situación epidemiológica afecto a los mercados en 2020 y 2022, año en el que también los principales bancos centrales empezaron a acometer sus históricas subidas de tipos y comenzó la guerra de Ucrania, que tanto afectó a las bolsas por su influencia en la subida generalizada de los precios.
¿Hasta dónde pueden ir las bolsas?
Ante este panorama, los analistas solo dan un recorrido a las bolsas mundiales cercano al 10% de cara a los siguientes doce meses. De hecho, al índice a que más recorrido otorgan los expertos del consenso de analistas de Bloomberg de cara a 2025 es al EuroStoxx 50 al que le ven un recorrido del 12%.
Sin embargo, empiezan a asomar los fantasmas de una cierta exuberancia irracional como la que mencionaba el antiguo presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan. Son varios los indicadores de mercado que empiezan a hacer pensar en cierto recalentamiento de las bolsas. El Índice de miedo y avaricia elaborado por CNN (fear and greed index) marca niveles de "codicia", aunque no esté en niveles extremos.
Y los indicadores para inversores institucionales de State Street, que brindan a los inversores información sobre el posicionamiento agregado y el apetito de riesgo de la cartera de miles de inversores institucionales en todo el mundo, va en la misma línea. Este índice, que representa anónimamente a billones de dólares en activos, terminó septiembre con un repunte de la asunción de riesgos.
A favor de la continuidad alcista, eso sí, está la estadística. No en vano, en el último siglo en el S&P 500 se han sucedido hasta en once ocasiones la repetición de tres años consecutivos de subidas en bolsa (el último, el de 2019 al 2021), y ahora estamos en un ciclo en el que 2024 sólo sería el segundo ejercicio al alza.