
El mercado está atravesando una fase de estabilidad, sin grandes cambios a la espera de la temporada de resultados. Cuando esto sucede siempre me acuerdo de la frase: no news is good news (sin noticias, buenas noticias). En estos casos, lo más prudente es mantener la confianza en la tendencia principal, que continúa siendo alcista. Esta tendencia no estará en peligro mientras los índices globales no caigan por debajo de los mínimos de septiembre. En el caso del EuroStoxx 50, esos niveles se sitúan aproximadamente un 5% por debajo de los valores actuales, es decir, en los 4.735 puntos.
A corto plazo, hay un soporte importante en los mínimos que vimos el pasado 2 de octubre en Estados Unidos: los 19.620 puntos del Nasdaq 100 y los 5.674 del S&P 500. Estos niveles están a solo un 2% de distancia, y mientras se mantengan, no deberíamos esperar grandes cambios. Si estos soportes se rompieran, entonces sí que veríamos un panorama más incierto y consolidativo en lugar de claramente alcista, al menos a corto plazo en Estados Unidos y, por ende, en Europa.
Por otro lado, como les señalaba antes, estamos entrando en la temporada de resultados empresariales, un momento clave para ver si las compañías cumplen con lo que espera el mercado. Este periodo suele traer mucha volatilidad y movimientos bruscos, por lo que, si prefieren evitar sorpresas y mareos innecesarios, les recomiendo esperar antes de hacer nuevas compras, a que los índices se acerquen a los mínimos de septiembre.

Estos mínimos son la "línea amarilla" que vengo destacando como referencia desde hace semanas. La "línea roja", que no deberíamos perder si queremos seguir confiando en una tendencia alcista a medio plazo, sigue encontrándose en los mínimos de agosto.
En lugar de dejarse llevar por los movimientos del día a día, es importante que mantengan la calma y la paciencia. Las oportunidades llegarán, pero hay que tener la mentalidad de un francotirador, no de un pistolero que dispara a cualquier cosa que se mueve. No hace falta precipitarse, porque el mercado está ahí todos los días. La clave es esperar el momento adecuado, sin prisas ni impulsos, para hacer una entrada bien calculada. Con paciencia, se pueden encontrar mejores puntos de entrada que ofrezcan mayor seguridad y rentabilidad a largo plazo.