
Es natural que muchos inversores se sientan más cómodos comprando acciones cuando los precios están subiendo sin cesar. Sin embargo, este comportamiento suele llevar a situaciones de sobrecompra, lo que empeora la ecuación rentabilidad-riesgo. En cambio, las fases de digestión o consolidación de las alzas suelen verse con desconfianza, cuando en realidad es ahí donde se encuentran las mejores oportunidades de compra.
Mi recomendación siempre ha sido clara: hay que saber comprar cuando el mercado está digiriendo las alzas, pero solo después de realizar un análisis que confirme que la tendencia de fondo sigue siendo alcista. Actualmente, nos encontramos en una de esas fases de digestión, tras recibir hace unas semanas una señal alcista que alejó el riesgo de caer de nuevo a los mínimos de agosto, que no les negaré que era mi principal preocupación en ese momento, de ahí mi prudencia.
Esos niveles de agosto actúan como una línea roja, marcando ellímite entre un escenario alcista y otro potencialmente bajista a medio plazo. Mientras los precios no rompan esos mínimos, mi enfoque seguirá siendo optimista, y no recomendaré una reducción drástica de la exposición a bolsa.

Antes de llegar a esa línea roja, tenemos lo que llamo la línea amarilla, un soporte intermedio cuya pérdida nos indicaría que algo no anda bien en el mercado. Este soporte, que se encuentra en los mínimos de septiembre, está a un 4% de distancia en el EuroStoxx 50 y a un 6,5% en el Nasdaq 100. Mientras esos niveles (los 18.400 puntos en el Nasdaq 100 y los 4.740 puntos en el EuroStoxx 50) no se perforen, podemos mantener la calma, independientemente de las noticias del momento. Solo si se rompieran esos niveles, sería momento de comenzar a reducir posiciones (lo que llamo la operación acordeón).
Por otro lado, si el mercado se acerca a esos soportes sin perderlos, estaríamos ante una excelente oportunidad de compra, ya que esos puntos son estratégicos para establecer stops agresivos. Así que, recuerden lo que siempre les digo: ¡Aquí no se escapa nadie! Las fases de digestión no son para alarmarse, sino para prepararse y aprovechar el potencial de rebote.

En cuanto a los sectores en los que centrarse durante esta fase de consolidación, recomiendo poner el foco en tres áreas que podrían ofrecer grandes oportunidades: el sector armamentístico, el sector energético y el sector del lujo.
Finalmente, me gustaría aprovechar para felicitar a Joaquín Gómez, director adjunto de elEconomista.es y asesor del fondo Tressis Cartera ECO 30, que ha cumplido seis años alcanzando el objetivo de una rentabilidad anual del 7%. Esta tasa de retorno permitirá doblar el capital invertido en tan solo 10 años, lo que demuestra un manejo eficiente y consistente de la estrategia del fondo. ¡Enhorabuena, Joaquín, por este gran logro!
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