
Este lunes ha sido el tercer día consecutivo con caídas superiores al 2% en las bolsas europeas, que están pagando justos por pecadores los miedos a que el aterrizaje suave del que tanto se ha hablado de la economía norteamericana se convierta en recesión a causa de unos tipos altos por más tiempo del debido.
El gatillo en este caso fue apretado tras conocerse el último dato de empleo en Estados Unidos este viernes. El mercado laboral ha comenzado a dar signos claros de ralentización en julio al caer la creación de empleo y subir el dato de paro hasta el 4,3%. Esto, por sí mismo, no debería ser razón para el desplome de estos días, pero sí ha sido el inicio de una reacción en cadena.
Ante la perspectiva de que el deterioro económico en Estados Unidos va a ser mayor del previsto anteriormente, los mercados han comenzado a descontar que la Fed va a tener que reducir tipos de una forma más acelerada para amortiguar este deterioro. El siguiente eslabón de la cadena es que esto supone un punto de entrada importante en renta fija, con lo que los inversores han tenido este aliciente extra para recoger sus beneficios en bolsa y ponerlos a salvo en deuda.
El último actor invitado ha sido Japón, donde la bolsa se ha desplomado cerca de un 20% en los últimos tres días a causa de un carry trade que se está reflejando en la apreciación del yen, que ya cotiza en máximos de enero contra el dólar. Así y con todo, el contagio al resto del mundo ha sido generalizado, también en el Viejo Continente y en la bolsa española.
El desplome de la bolsa europea por el miedo a una desaceleración de la economía estadounidense casi ha borrado ya las ganancias del EuroStoxx 50 en el año. El principal índice de referencia del parqué europeo ya se deja un 0,3% en el año y cae de nuevo hasta la zona de los 4.500 puntos. Es decir, la consolidación de las caídas del EuroStoxx 50 replica movimientos ya vistos durante el año pasado y plantean una nueva oportunidad de compra desde el punto de vista del análisis técnico con un potencial rebote del 13%.
El asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, anticipó la semana pasada que las caídas del EuroStoxx 50 podrían llevar al índice a la zona de los 4.400-4.550 puntos. Un soporte, antaño resistencia, que será el punto de partida de una tendencia alcista que se retomará más pronto que tarde, según el experto de Ecotrader, y que acabará marcando nuevos máximos del año por encima del techo actual en el selectivo que está en los 5.120 puntos.
"Operativamente, veo las caídas como una oportunidad para volver a comprar bolsa europea con una mejor ecuación rentabilidad riesgo que la que teníamos apenas hace un par de meses", comenta Cabrero. En este sentido, la semana pasada el EuroStoxx 50 alcanzó el objetivo de los 4.600/4.675 puntos, que es el que en numerosas ocasiones el asesor de Ecotrader señaló como primer punto de entrada con compras orientadas en el medio plazo.
Así, con la caída de este lunes de alrededor del 3% se replica la caída y consolidación que se desarrolló el año pasado del 1 de agosto al 23 de octubre y que en aquella ocasión llevó al EuroStoxx 50 desde los 4.491 hasta los 4.000 puntos. "Por si esto fuera poco, una caída a los 4.400/4.550 puntos supondría un perfecto 'throw back' o vuelta atrás a los que fueron los máximos que frenaron las subidas el año 2021 y en el 2023", según Cabrero. Por ello, que el selectivo español haya perforado en el arranque de la semana los 4.550 puntos se presenta como una segunda oportunidad y un "auténtico regalo de Navidad", según el experto de Ecotrader.

El mal informe de empleo del mes de julio publicado el pasado viernes en Estados Unidos fue la excusa que los inversores esperaban para realizar la gran recogida de beneficios en bolsa y lanzarse a asegurar su patrimonio con la renta fija, tal y como se deduce de los fuertes flujos de capital a este tipo de activos en los últimos días. "Los inversores claramente se están refugiando en los bonos y el yen ante las perspectivas de que el Banco de Japón pueda seguir elevando sus tipos de interés de referencia", explican en Link Securities.
"Las subidas hasta ahora estaban ligadas a un aterrizaje suave de la economía estadounidense y una vez que esto se ha empezado a cuestionar, estas subidas se han comenzado a borrar", apuntan en Saxo Bank. En Goldman Sachs aportan en este sentido que "la probabilidad de recesión en EEUU se ha incrementado del 15% al 25%", aunque matizan que "todavía no hay razones para entrar en pánico".
El miedo a una recesión de la economía está ahí y las probabilidades de ver el primer recorte de tipos por parte de la Fed en la próxima reunión de septiembre se ha disparado. De hecho, los mercados incluso están descontando que este recorte podría ser de 50 puntos en lugar de 25, como hasta ahora. En total, podría haber hasta 125 puntos menos del tipo de interés en EEUU antes de que acabe el año.
La bolsa más castigada en las últimas semanas ha sido la francesa, que ya se deja más de un 6% en lo que va de año frente a las ganancias de más del 2% que todavía conservan los índices de referencia en España, Reino Unido y Alemania. Al otro lado del Atlántico, tanto el S&P 500 como el Nasdaq 100 mantienen cosechas de doble dígito y del 6%, respectivamente, en 2024.
Estas caídas, que ya han borrado lo ganado en el año en Europa, también son vistas como una corrección sana por parte de los analistas después de muchos meses de subidas casi ininterrumpidas que habían llevado a muchos sectores a cotizar claramente con prima y, por tanto, una vez corregida esta situación, vuelve a haber una oportunidad de compra. "Parte de este movimiento de precios es legítimo ya que las previsiones de crecimiento de los beneficios eran probablemente excesivas para 2025 y años posteriores y han tenido que adaptarse a partir de una base más realista", exponen en Vontobel.
El 'miedo' se dispara
Otra prueba de que los mercados han entrado en modo pánico tras los últimos datos macro es lo que refleja el índice del 'miedo', o Vix, que mide la volatilidad de la bolsa estadounidense. Es un indicador, este, que refleja los movimientos bruscos de la renta variable fuera de la norma. En momentos tranquilos de mercado este indicador tiende a situarse entre los 15 y los 20 puntos, zona en la que se encontraba hasta la mitad de la semana pasada. En los últimos dos días se ha disparado hasta los 55 puntos, el nivel máximo desde abril de 2020.
Con la apertura de Wall Street se confirmó lo que los futuros anticipaban, que era una fortísima caída, sobre todo, de los sectores tecnológicos. El Nasdaq 100 a media sesión europea perdía casi un 5% mientras que el Dow Jones y el S&P 500 cedían en torno a 3 puntos porcentuales cada uno. Tampoco se libraron de las ventas las pequeñas y medianas empresas. El Russell 2000 se dejaba cerca de un 5% pues un deterioro económico siempre castiga más a las compañías con menos escala.
Entre los valores más penalizados en la sesión del lunes destaca, sobre todo, Nvidia, con un retroceso de casi el 8% a media sesión, lo que la aleja de Apple y Microsoft como compañías más grandes del mundo por capitalización. Otros valores castigados son Intel, Amazon o Micron, que perdían más de un 5% de su valor.
En lo que respecta al mercado doméstico, claramente la peor parte se la han llevado los valores ligados al ciclo y a las materias primas. La banca no ha sido el sector más bajista pese a ver otro retroceso del euríbor mientras que sí lo han sido las socimis, Fluidra y Repsol, así como algunas utilities.