Bolsa, mercados y cotizaciones

El español se protegerá de la inflación a futuro con más inversión inmobiliaria y deuda pública

  • El 32% se plantea nuevas inversiones para evitar perder poder adquisitivo
  • Han aumentado los inversores de corto plazo, en detrimento de los de largo plazo
  • La confianza en la pensión pública sube casi 6 puntos porcentuales
Enrique Pérez-Pla (Bestinver), Rodrigo Buenaventura (CNMV) y José Luis Suárez (IESE).

El impacto de la inflación en la capacidad de ahorro está muy presente entre los inversores españoles, según se desprende del V Observatorio del ahorro y la inversión en España elaborado por el IESE en colaboración con Bestinver. A raíz de este fenómeno, el 32% de los inversores se plantea realizar nuevas inversiones para evitar perder poder adquisitivo. Lo curioso es que las inversiones más contempladas para protegerse de la subida de la inflación a futuro son la inversión inmobiliaria (30,09%) y la deuda pública (29,4%), cuya rentabilidad está condenada a bajar una vez el Banco Central Europeo (BCE) empiece a bajar los tipos de interés previsiblemente en junio. La tercera opción son los fondos de inversión europeos, pero en menor proporción.

Aunque los bienes inmuebles siguen siendo el activo donde los inversores acumulan más patrimonio, se observa una tendencia a la baja, disminuyendo 5 puntos porcentuales desde la III edición, que podría estar relacionada con la subida de tipos. Aún así, los bienes inmuebles todavía representan el 38% del patrimonio, según este estudio. "Los inversores piensan que los inmuebles son la inversión más segura. Consideran a las acciones como el activo más rentable a largo plazo, y no les falta razón, pero también estiman que es una inversión arriesgada", ha señalado José Luis Suárez, director del campus del IESE en Madrid, durante la presentación de este Observatorio. "Con las criptomonedas tienen una relación de amor y odio, sobre todo porque muchos hombres, jóvenes, creen que serán la inversión del futuro, pero la mayoría piensa que representan una burbuja financiera", ha explicado.

"La forma en la que invertimos nuestro ahorro financiero en España y en Europa es manifiestamente mejorable", ha señalado Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en su intervención previa a la presentación de este estudio. "La proporción de depósitos es "inusitadamente alta (cerca del 35-40% en la UE), y la inversión en renta variable sorprendentemente baja. Y con esa combinación, el apoyo y la capacidad de financiación que reciben las empresas españolas y europeas no será suficiente", ha alertado. Para Buenaventura, una de las medidas más urgentes es impulsar una estrategia nacional y europea que promueva que los inversores minoristas inviertan mayor parte de su ahorro en instrumentos financieros.

En cuanto a cómo se distribuyen los activos financieros, se observa que los hombres tienen mayor representatividad en las acciones, depósitos, criptomonedas y NFTs (un activo digital certificado mediante la tecnología blockchain, pueden ser cualquier cosa que se pueda digitalizar: obras de arte, memes, tuits, fotografías...), mientras que las mujeres prefieren los bienes inmuebles y los seguros de ahorros. En cuanto a la edad, la franja de edad más joven suele estar más representada que otras edades en criptomonedas y NFTs, mientras que los más mayores (más de 55 años) son los que más poseen planes de pensiones.

Otro punto relevante que refleja este estudio es la preferencia del corto o largo plazo a la hora de invertir. Y la conclusión es que han disminuido sensiblemente los inversores con un horizonte de largo plazo, al tiempo que han aumentado los de corto plazo. "Aunque es sugerente este cambio, no es de extrañar. Las incertidumbres y los frecuentes cambios en el entorno impiden ver con claridad a largo plazo, y los horizontes de inversión se han acortado para todos, incluidas las empresas. Antes veíamos planes estratégicos a 10 o 5 años y ahora son por lo general más cortos", ha valorado José Luis Suárez.

El impacto en la fiscalidad de los planes de pensiones

Con respecto a la IV edición, se observa un ligero repunte de los planes de pensiones individuales frente a los de empresa, de manera que el último ajuste de la fiscalidad parece no afectar en los planes de pensiones individuales. El Gobierno rebajó a 1.500 euros anuales el máximo de aportación que puede desgravarse en el IPRF por planes individuales de pensiones por última vez en 2021.

Aún así, 1 de cada 4 inversores declara estar dispuesto a buscar inversiones alternativas. La principal inversión alternativa que consideran los encuestados afectados por la desgravación son los fondos de inversión, aunque ganan relevancia los depósitos y la deuda pública. Otro dato sorprendente es que la confianza en la pensión pública sube casi 6 puntos porcentuales con respecto a las anteriores ediciones. Aun así, únicamente 3 de cada 10 inversores considera que será suficiente.

En el caso de los fondos de inversión, la mayoría de los inversores valoran positivamente la rentabilidad obtenida, no obstante, se modera respecto a los últimos años. Respecto a la edición anterior, aumentan en casi 8 puntos porcentuales los que buscan alternativas a este producto, alcanzando más de la mitad de los inversores. No obstante, esta alternativa para 7 de cada 10 continúa siendo otro fondo de inversión, mientras que los tres restantes optarían principalmente por inmuebles, acciones, criptomonedas o depósitos.

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