
Termina un año marcado por los altos tipos de interés, y a punto está de empezar otro en el que se esperan bajadas de los mismos por parte de los bancos centrales. Este escenario de política monetaria debería favorecer tanto a las utilities como a las compañías de energías renovables. Pero, entre las unas y las otras, los analistas prefieren a las últimas -las empresas de energías verdes-, que han sufrido un 2023 muy complicado en el parqué. Especialmente las grandes -Acciona Energía y Solaria- han experimentado caídas de doble dígito este año. Visite el portal especializado elEconomista ESG.
Dentro del sector español de las utilities, sólo una compañía -Iberdrola- recibe actualmente una recomendación de compra por parte del consenso de mercado que recoge FactSet (el resto de las utilities son mantener, o vender; ver gráfico).
La cosa cambia considerablemente si dirigimos la mirada hacia las empresas dedicadas puramente a la producción de electricidad a partir de fuentes renovables. En este segmento, la tónica general son las compras. Los analistas aconsejan meter en cartera títulos de Acciona Energía y de Solaria, las dos grandes del sector, que cotizan en el Ibex 35, y también otorgan este consejo favorable a otras más pequeñas como Grenergy Renovables, Ecoener, Soltec o Audax. Estas empresas, pese a ser de menor tamaño, cuentan todas ellas con un consenso mínimo de al menos cinco o seis casas de análisis monitorizándolas y valorándolas.
¿Por qué ha sido un mal año?
El año 2023 ha sido complicado en el parqué para todo el sector, tanto para las utilities como para las cotizadas verdes, principalmente por el efecto de los tipos altos, que encarecen los costes de unas compañías que necesitan financiación para llevar a cabo inversiones, bien en renovables, bien en redes, tal y como explica Ángel Pérez, analista de Renta 4. Las grandes utilities también están realizando importantes inversiones para crecer en energías verdes.
A esto se suma, en lo que respecta a los comercializadores de electricidad, que para 2023 se esperaban unos precios de la misma más altos que los que finalmente hemos visto, algo que ha trastocado las expectativas. En tercer lugar, en lo que respecta a las renovables, "muchas de estas compañías no han terminado de cumplir con los objetivos de instalación que se habían planteado", explica Ángel Pérez. Esto se debe, añade el analista, a un cóctel de razones, incluyendo los cuellos de botella por los retrasos en las entregas por parte de los proveedores y los problemas con los permisos: "No solamente aquí, no sólo en España, sino a nivel global, las Administraciones han recibido tal avalancha de proyectos, de modo que se han producido retrasos" en lo que respecta a los distintos trámites que se requieren para ponerlos en marcha (permisos medioambientales, de obra...).

El 'caso Orsted'
A finales de agosto, el sector vivió en sus carnes las consecuencias que pueden acarrear los fallos en la cadena de suministro. La danesa Orsted, la compañía de referencia en el desarrollo de parques de eólica marina (offshore), anunciaba un profit warning y se desplomaba en bolsa un 25% en una sola sesión. A día de hoy sigue sin recuperarse en el parqué. Se derrumbaba la cotizada que había servido como brújula para los inversores en renovables, sembrando las dudas en el sector.
Iberdrola -que está realizando importantes inversiones en offshore, aunque éste todavía tenga un impacto residual en su ebitda- se desmarcaba enseguida del caso Orsted, afirmando en un comunicado que no tenía "que contabilizar ninguna deficiencia en su sector de parques eólicos marinos". Tampoco los casos de Solaria ni de Acciona Energía, por no hablar del resto de cotizadas españolas de renovables, tienen que ver con el de Orsted, cuyo negocio se sustenta en los aerogeneradores ubicados en alta mar.
En un 2024 que se prevé positivo para todo el sector, es, como decíamos, Iberdrola la única utility que recibe un comprar, mientras que la peor parte se la llevan las utilities cien por cien reguladas -Redeia y Enagás-, que reciben sendas recomendaciones de venta por parte del consenso de mercado que recoge FactSet. Las acompaña, también con un vender, Naturgy. Le puede interesar: Los analistas ponen en jaque el dividendo de Naturgy y Enagás.
Valores con recorrido
Con estos negativos consejos contrasta el comprar unánime que lucen las firmas puramente verdes. De ellas, las que más recorrido alcista tienen de cara a los próximos 12 meses son Soltec (una compañía pequeña, de unos 300 millones de capitalización) y Ecoener (poco más de 200), que deberían subir un 77% y un 63%, respectivamente. Las dos encajan en ese perfil de empresa muy castigada en bolsa y con bajas valoraciones, ya que en el último año se han dejado cerca de un 20% de su valor en el parqué en ambos casos. Audax Renovables, por su parte, debería revalorizarse un 50% para alcanzar el precio justo en el que la sitúan los analistas, mientras que Grenergy tendría que subir todavía un 23%. Grenergy ronda los 1.000 millones, y Audax los 500, de valor bursátil. En conjunto, el sector defiende un potencial medio que roza el 40%, que más que duplica el del conjunto de la bolsa española o del propio Ibex.
Menos recorrido tienen las grandes, las del Ibex. Solaria, con un subidón del 35% en cuestión de dos meses, prácticamente se ha quedado sin potencial. A Acciona Energía, tras una remontada del 12% desde que arrancó noviembre, le queda cerca de un 17%.
Ya fuera de las renovables, el segmento de las utilities ofrece potenciales en el parqué más modestos. El mayor de todos ellos es el de Endesa, a la que el consenso de mercado ve cotizando un 14% más arriba de aquí a un año.