
El pasado 30 de agosto, la danesa Orsted, que opera parques eólicos marinos y terrestres, se hundía un 24,75% en bolsa tras advertir de "deterioros" por 2.150 millones de euros en su cartera de proyectos estadounidenses, debido a problemas en la cadena de suministro y a las alzas de tipos. Aún hoy cotiza casi un 26% por debajo del nivel previo a la caída. Conozca el portal especializado elEconomista ESG.
A raíz de aquello, en las tres últimas semanas, los analistas que siguen a Orsted han recortado sus estimaciones de beneficio para la compañía de cara a este año y los próximos, según recoge FactSet. En concreto, han reducido en un 4,2% su previsión de ganancias netas para 2023 (hasta 1.040 millones de euros), en un 9,2% la de 2024 y en un 11% la de 2025.
El temor a que los problemas de Orsted se trasladen a las compañías de renovables españolas no ha cundido. No se ha producido contagio ni en las cotizaciones, ni en las recomendaciones, ni tampoco en las estimaciones de beneficio, que prácticamente no han cambiado en las últimas semanas.
Problemas con proveedores
Lo que Orsted reportó fue "un riesgo creciente" sobre la capacidad de sus proveedores "para cumplir con los compromisos y plazos contratados" en tres de sus parques offshore (eólica marina) en Estados Unidos, lo que generaba "efectos en cadena". A esto se suma la falta de avances en lo relativo a los ITC (Investment Tax Credit), un tipo de ayuda de EEUU a las renovables.
"El problema de Orsted es su dependencia de la energía eólica y, particularmente, de la eólica marina. Esto es lo que le está haciendo tanto daño en sus cuentas", explica Eduardo Imedio, analista de Renta 4, que añade: "Si no se están produciendo revisiones a la baja en las estimaciones para Iberdrola o para Acciona Energía es porque ellas no tienen esa exposición". La dependencia de Iberdrola al offshore todavía es "mínima", señala, más aún la de Acciona Energía. Lea también: Virginia Dundas (Orsted): España tiene potencial como referente en eólica marina flotante".
El mismo día en que Orsted realizó su profit warning, Iberdrola salió rápidamente al paso con un comunicado en el que afirmaba que la compañía no tenía "que contabilizar ninguna deficiencia en su sector de parques eólicos marinos".
Según se refleja en su informe de resultados del primer semestre de 2023, sólo un 2,2% de la capacidad instalada de Iberdrola, y un 3,3% de su cartera renovable, corresponde a parques eólicos en alta mar.
Desde que Orsted lanzó su profit warning, el consenso que recoge FactSet ha recortado un tímido 0,38% su estimación de ganancia neta para Iberdrola de cara a este año, hasta los 4.656 millones, y en un porcentaje similar para 2024. Le puede interesar: Iberdrola eleva un 10% su previsión de beneficios para 2023.
El 31 de agosto Barclays lanzaba una nota en la que hacía hincapié en que existen "grandes diferencias entre los casos de inversión de Orsted y de Iberdrola" y se refería una "limitada extrapolación" a la española de lo sucedido en la danesa. "No vemos un riesgo de que las noticias sobre Orsted afecten a la joint venture de Iberdrola en EEUU con CIP (y su proyecto Wineyard Wind 1), que creemos que tiene un bajo riesgo de deterioro en la medida en que este proyecto está ya en avanzada construcción, con la financiación y el capex ya seguros al 100%", señalaban los analistas. Pese a todo, y "aunque Iberdrola no tiene mucha exposición a la eólica marina", la entidad recortaba "ligeramente nuestra valoración para su cartera global a futuro de proyectos offshore", y en línea con dicho recorte le bajaba el precio objetivo a Iberdrola un 2%, hasta 13,3 euros.
En lo que respecta a Acciona Energía, la compañía se está posicionando en el capital de startups especializadas en offshore, como la francesa Eolink, dedicada a la eólica marina flotante, en la que compró un 24% el año pasado, convirtiéndose en su primer accionista. Ya en 2021, ya había anunciado acuerdos con la irlandesa SSE Renewables "para explorar oportunidades de energía eólica marina" en España, Portugal y Polonia. Le puede interesar: Acciona Energía lidera el nuevo Ranking ESG de elEconomista.es.