
El mercado ya considera que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos comenzarán a recortar tipos de interés en el primer trimestre de 2024. Sin embargo, desde Renta 4 estiman que las previsiones están siendo demasiado prematuras y que con los niveles de inflación previstos para el año que viene los tipos no empezarán a caer hasta septiembre del 2024, tanto en Estados Unidos como en la eurozona.
Esto se opone al esperado desplome de tipos que se vaticina, que descuenta hasta cuatro recortes de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en 2024. "Creemos que los tipos de interés seguirán en un nivel restrictivo en el año que viene, aunque no al nivel actual", explicó Natalia Aguirre, Directora de análisis y estrategia de Renta 4. De hecho, desde el banco de inversión consideran que el tipo de interés de referencia en Estados Unidos se quedará en el 4,5%-4,75% al cierre del año que viene, pero con los primeros ajustes a la baja en la reunión de septiembre.
En la eurozona, el BCE dejaría la referencia de su política monetaria (las tasas de facilidad de depósito) en el 3,25%, según señalan desde Renta 4, con el primer previsible recorte también antes de entrar en el último trimestre del año que viene. Que el banco de inversión considere que aún quedan otros siete meses de tipos de interés en su techo de este ciclo se debe a las estimaciones de crecimiento y de inflación que arrojan los próximos años a ambos lados del Atlántico.
"Vamos a ver un aterrizaje suave de la economía en 2024, pero en términos de inflación no se alcanzará el objetivo del 2% hasta 2025. El alza de precios no ha dejado de ser un problema. Por eso consideramos que el rally bursátil de noviembre refleja un optimismo por una drástica bajada de tipos que es demasiado prematuro", según explicó la experta de Renta 4. Además, este entorno de altos costes de financiación durante buena parte de los próximos doce meses limitará el crecimiento de las principales economías del mundo. Así, 2024 estará condicionado por un entorno "sin situaciones apocalípticas, sin descuidar el riesgo geopolítico", apuntan desde el banco de inversión, pero sin un gran despliegue de la economía ni de los entornos financieros.
Pero las previsiones de crecimiento se pueden ver mermadas esta misma semana en la que los bancos centrales cierran su última reunión del año. "El crecimiento en 2024 estará acotada en torno al 1%. Hemos evitado la recesión, más allá de algún caso puntual como una recesión técnica en Alemania, pero los tipos de interés altos tienen que dejar su impacto en la economía", según Aguirre.
La última milla de la inflación
La drástica caída de los precios de los últimos meses también ha dado alas al mercado para pensar en una política monetaria menos restrictiva en el corto plazo. Sin embargo, el objetivo que persigue el BCE y la Reserva Federal en el 2% no se alcanzará en 2024, según Renta 4, sino al año siguiente. Es decir, la inflación ligada a la energía es la que más rápido se resiente pero la última milla de los servicios y la inflación salarial no cae tan drásticamente.
"Hay que seguir vigilando los precios de la energía, a pesar de la caída del crudo de los últimos días. Además, los salarios, un mercado laboral fuerte y el riesgo político derivado de las elecciones en Estados Unidos pueden retrasar aún más el alcance de los niveles de inflación que persiguen los bancos centrales", explicaron desde Renta 4.
Más centrados en la eurozona, desde el banco de inversión enfatizaron en la dependencia energética de la Unión Europea al gas y a china. Especialmente en el caso de Alemania, que ha sido el principal lastre al crecimiento de la zona euro en los últimos meses. "Todo esto también tendrá su impacto en el crecimiento de las empresas, que serán moderados en 2024. El deterioro de la demanda y los mayores gastos financieros afectarán a los beneficios por acción y los márgenes tampoco serán como los vistos este año", puntualizó Aguirre.