
El Banco Nacional Suizo, el banco central del país alpino, fue de los últimos responsables de políticas monetarias estatales en acometer la subida de tipos de interés. Y tras estos escuetos movimientos al alza, los expertos ya contemplan que la institución está pensando en recortarlos. De hecho, se espera que los primeros recortes del precio del dinero en Suiza lleguen en marzo de 2024 con lo que el último banco central en subir tipos también estaría entre los primeros en iniciar la flexibilización monetaria.
Pero no es solo que la institución vaya a ser de los responsables en política monetaria que menos vaya a mover los tipos, sino que también es de los que menos lejos ha llegado en su ajuste. El Banco Nacional Suizo (BNS) realizó su primer ajuste al alza en marzo del año pasado, aunque este movimiento aún dejó la referencia del precio del franco suizo en el -0,25%. Es decir, la política monetaria nacional aún estaba enfocada en la expansión de la economía alpina.
Cuatro ajustes de política monetaria después los tipos de interés alcanzaron el 1,75% fijado actualmente. Como ejemplo, el BCE alcanzó una tasa de facilidad de depósito del 4% y la Reserva Federal de Estados Unidos llegó hasta el 5,5%. El nivel actual del BNS sería el techo de este ciclo, según baraja el consenso de mercado que recoge Bloomberg (ningún experto contempla que lleguen al 2%) y el primer recorte llegaría en el primer trimestre de 2024. Y aún vendría otro recorte más de 25 puntos básicos en el coste de endeudamiento hasta situar la referencia al cierre del próximo ejercicio en el 1,25%.
En la semana en la que también se pronunciarán los responsables del Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Nacional Suizo se reúne este jueves para evaluar sus próximas decisiones en política monetaria. No se esperan cambios tras esta reunión, pero con una inflación a la baja en el país en los últimos meses el mercado busca pistas a favor de la flexibilización de la entidad.
La inflación en Suiza se ha mantenido entre el 1,4% y el 3,5% en el proceso de ajuste de tipos, por lo que los índices de precios nacionales no llegaron a dispararse tanto como en la eurozona o en Estados Unidos. Es decir, el presidente del BNS, Thomas Jordan, no se vio obligado a mantener un tono tan restrictivo para evitar el alza de precios como sus comparables, aunque no dio por derrotada a la inflación en su última intervención por un hipotético incremento de los costes de la energía.
"Las posibilidades de un repunte de los precios en invierno está cancelado, explicó el economista jefe de Bantleon AG, Jorg Angele, que no ve sorpresas en este indicado en próximos meses. A la par, las probabilidades de recesión en Suiza, según la última encuesta a economistas realizada por Bloomberg Economic, se sitúa en el 20% con una inflación al cierre del 2024 en el 1,6% mientras que el PIB nacional crecerá un 1,1% en 2024.
No obstante, y por tímido que haya sido el aumento de tipos en Suiza, bastó con que el BNS situara los tipos al 1,75% como para ver al franco suizo cotizando en máximos frente al euro. La semana pasada se alcanzó el cruce más agresivo a favor del franco que se cambió por 0,94 euros.
La divisa cotizó con volatilidad frente a sus pares que enfrentan idénticas decisiones políticas esta semana. "Se está generando bastante interés en torno al lenguaje que se utilizará desde el banco central", aventuró la experta de Rabobank, Jane Foley. De hecho, desde Scotiabank consideran que el euro ha cedido terreno frente al franco suizo, refugio histórico en momentos de incertidumbre, porque se espera que a la larga el Banco Central Europeo realice un recorte de tipos más agresivo que el esperado por parte del Banco Nacional Suizo.