A escasas horas para que las bolsas de Europa despidan mayo, el balance mensual que arrojan es ligeramente negativo. Las grandes plazas bursátiles cotizan cerca de punto y medio porcentual por debajo de lo que lo hacían el 30 de abril, con la excepción del Ibex 35, que solo pierde un 0,8% en el mismo periodo de tiempo.
El aforismo que reza que lo más ventajoso es vender en el mes de mayo y olvidarse de la bolsa se ha tomado a pies juntillas por parte de los inversores, que han llevado al EuroStoxx 50 a registrar su peor mes de mayo desde antes de la pandemia, en 2019, cuando el selectivo perdió un 6,6%. Eso sí, las caídas de este año en el mes se mantienen por debajo de las registradas de media de los últimos 20 años, tanto en el caso del Ibex 35 como del EuroStoxx 50 también.
Pese a todo, los soportes clave como los que encuentra el selectivo europeo en los 4.264 puntos o los 15.660 puntos del DAX 40 alemán siguen aguantando en pie, dando ciertas esperanzas a los alcistas que aún no han perdido la fe en que las bolsas continentales sigan con su tendencia alcista en los próximos meses a pesar de la seria advertencia de los bajistas del miércoles pasado.
"Mientras estos soportes resistan no descarto que a corto plazo asistamos a un contraataque alcista", explica en ese sentido Joan Cabrero, analista técnico y estratega de Ecotrader, pero matiza que lo más probable es que ese intento sea vulnerable mientras no se vea como se cierran de forma general los huecos bajistas que se abrieron en la apertura del pasado miércoles, para lo cual el Dax debería superar los 16.150 puntos.
En el caso del Ibex 35 ese nivel se encuentra en los 9.267 puntos. Por ahora, la presión alcista no está siendo suficiente como para superar dicha zona. El índice español "fue alcanzar ese entorno resistivo y la presión compradora se desinfló como un globo, lo que refuerza mi idea de que para que se alejen los riesgos bajistas de asistir a un nuevo susto lo mínimo exigible es que el Ibex 35 consiga cerrar ese hueco y superar las resistencias que encuentra en los 9.335 puntos", asegura Cabrero.
Por eso, el experto ha cambiado los niveles clave a vigilar en el selectivo español. En vez de los 9.100/9.120 puntos que desde hace días se ha sugerido vigilar, ahora su primer soporte clave se podría situar en los mínimos de la semana pasada en los 9.048 puntos.
"Si pierde esa cota la amenaza sería ver una caída que estimo que en el peor de los casos podría buscar los 8.500 puntos, donde recuerden que está la zona de seguridad o soporte crítico de medio plazo, de cuyo mantenimiento depende que el Ibex 35 mantenga sus opciones alcistas y no se abra la puerta a una caída del 10%".
España recorta diferencias
Sea como sea, este mes de mayo ha servido para que el Ibex 35 haya recortado terreno frente al EuroStoxx 50 en el balance anual. Y falta le hacía, porque se mantiene a la cola de las bolsas europeas en rentabilidad en el año. De hecho, el Ibex 35 rebota desde enero menos que el EuroStoxx 50, el Cac, el Dax o el Mib. La distancia que separa ahora al índice español respecto al europeo se ha reducido a menos de dos puntos porcentuales frente a los casi 3,5 que le llegó a sacar el selectivo continental a mediados de mayo.
Lógicamente esto ha sido posible gracias a un sector bancario que ha tirado de nuevo del carro durante mayo al aprovechar que el mercado está volviendo a comprar alguna subida de tipos más ante una inflación que no termina de controlarse. Así, valores como Bankinter, CaixaBank y Sabadell se encuentran entre los mejores de este mes en el Ibex. Por contra, BBVA ha sido castigada por su exposición a Turquía y la caída de la lira turca después de las elecciones.
Con todo, el mejor valor del índice, a falta de la última sesión, es Grifols, que se anota más de un 20% que sirve de visto bueno al nombramiento de Thomas Glanzmann como nuevo consejero delegado de la compañía, que también anunció una mejoría en su objetivo de reducción de costes que acelerar el plan de desapalancamiento que está desarrollando actualmente.

El siguiente mejor valor de mayor en el Ibex es Rovi, con algo más de un 10%. Sus últimos resultados fueron mejores de lo esperado y eso la ha llevado a cotizar en zona de máximos del año. La tercera es Fluidra, con un 8%. El fabricante de piscinas también sorprendió con unos resultados trimestrales que mejoraron unas expectativas más bien pesimistas después de varios años de fuerte crecimiento. Más allá de estos tres títulos, el sector turístico ha sido el que también ha permitido equilibrar las caídas de las compañías de materias primas, Naturgy y Solaria.
Al otro lado del Atlántico el balance mensual ha sido bastante mejor al contar con el impulso de un sector tecnológico que ha mostrado una gran fortaleza en sus resultados por la parte de los costes. El Nasdaq 100 se ha anotado más de un 6% y ya cotiza en máximos no vistos desde abril del año pasado, mientras que el S&P 500 también
Aunque los grandes titulares se los ha llevado lógicamente NVIDIA, la cual ha aumentado su valor en bolsa este mes en casi un 50%, superando incluso el billón de dólares de capitalización, otras compañías que han adelantado su agosto en bolsa son Marvell, que se ha impulsado más de un 60%, Advanced Micro Devices con un 50% o incluso Tesla, cuyo precio se ha incrementado en un 21% a falta de la última sesión.
En el resto de mercados, lo más destacado es que la renta fija ha reaccionado con fuertes ventas este mes ante el avance de la idea de que no hemos visto el final de las subidas de tipos, especialmente en EEUU, donde el T-Note alcanza el 3,7% de rentabilidad exigida. En Europa el mercado de bonos se ha mantenido prácticamente en línea.
El petróleo cae otro 7%
A media sesión del martes el petróleo va camino de cerrar su peor mes del año, con una caída del precio del barril de Brent de más del 7%, que lo deja en los 73,6 dólares, zona de mínimos del mes de diciembre. Este descenso de los precios responde a la ralentización de la actividad económica que ya se está consolidando en algunas economías como la alemana, que ha entrado en recesión después del último dato del PIB. La OPEP, pese al ciclo de reducción de oferta, no ha podido amortiguar las caídas del precio del oro negro.