Dejamos atrás una semana en la que lo más destacable fue ver el hueco bajista que abrieron las principales bolsas europeas en la apertura del pasado miércoles. Este hueco es de todo menos algo alcista y resulta ciertamente preocupante si atendemos al DAX 40 alemán, que confirmó un patrón de giro que en análisis técnico se conoce como Isla Bajista.
Como les señalaba la semana pasada, el hecho de que la referencia germana ya hubiera alcanzado su objetivo mínimo de subida en los 16.300 puntos, que recuerden es la zona que ya frenó las subidas tanto el año 2021 como en el 2022, me hacía estar ojo avizor en busca de cualquier signo de debilidad que pudiera alertarnos del comienzo de un merecido descanso o nuevo susto en las bolsas del Viejo Continente.
Pues bien, esta Isla Bajista junto con otras evidencias técnicas que sugieren un claro agotamiento comprador, la veo como una seria advertencia de que podríamos asistir a otro susto, que podría ser similar al último que vimos en marzo. De hecho, en el mejor de los casos, plantea un periodo de lateralidad o consolidación más o menos complejo que en ocasiones puede llegar a desesperar a más de uno ya que en estos casos suele terminarse el escenario de ver subidas generalizadas en los componentes de la cartera, máxime si el stock picking o la selección de activos no está bien hecha.
Puede ocurrir que su cartera sufra sin que las bolsas en general, que siguen dentro de un océano alcista, padezcan en demasía ni pierdan soportes clave de medio plazo o zonas de seguridad que de forma general aparecen en los mínimos del 20 de marzo en Europa, que es lo que desde elEconomista.es hemos bautizado como el suelo de Credit Suisse.

En este sentido, no saldremos de ese océano alcista o zona de confort mientras una eventual caída profundice por debajo de esos mínimos del 20 de marzo, cuyo alcance o aproximación lo vería a priori como una inmejorable oportunidad para volver a comprar bolsa europea. Les hablo de soportes como son los 8.500 del Ibex 35 o los 3.970-4000 del EuroStoxx 50.
En el caso de Wall Street, que en estos momentos sigue siendo el más fuerte, algo que no me sorprende ya que, si nos ponemos en perspectiva, las bolsas europeas han recuperado toda la caída que nació en los máximos del año pasado mientras que al otro lado del Atlántico el Nasdaq 100, que es el más fuerte, todavía está a un 20% de alcanzar niveles análogos.
