La Reserva Federal ha seguido con su hoja de ruta y ha subido los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el 4,75-5%. Además, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EEUU, aseguró este mismo miércoles que no hay planes para ampliar los seguros por depósitos. Ambas decisiones han vuelto a generar ciertas turbulencias y miedo en Wall Street, un miedo que se ha concentrado en la banca mediana y regional. Estas ventas en los bancos medianos y pequeños tiene un porqué: estas entidades tienen, en principio, unos colchones de liquidez más escasos y, para colmo, no son sistémicas, por lo que no serán rescatadas por el Gobierno. Entonces, ¿cuál es el incentivo que tienen los depositantes para mantener su dinero en estos bancos? Nadie lo sabe.
Hace una semana, varios académicos especializados en el sector financiero publicaron un paper al que ha tenido acceso elEconomista.es y en el que destacan que hay 186 bancos en EEUU que presentan vulnerabilidades importantes y que podrían enfrentarse a una situación similar a la del caído Silicon Valley Bank. Esto explicaría parte de las fuertes pérdidas que sufrieron el miércoles algunos bancos americanos.
Los autores de este documento, que aún se encuentra bajo revisión, son los profesores Erica Xuewei Jiang de la Universidad del Sur de California, Gregor Matvos de la Escuela de Administración Kellogg de la Universidad Northwestern, Tomasz Piskorski de la Escuela de Negocios de Columbia y Amit Seru de la Universidad de Stanford.
Subidas de tipos, caídas de bonos
El documento analiza la exposición de los activos de los bancos estadounidenses al aumento reciente de los tipos de interés con implicaciones para la estabilidad financiera. Cabe recordar que la caída de SVB se produjo cuando el banco se vio obligado a vender una cartera de bonos con grandes pérdidas que no tenía valorada a precios de mercado (la regulación no obliga a tener a precios de mercados unos bonos que se preveían mantener hasta vencimiento) para hacer frente a una salida de depósitos. Esto desencadenó el fin del banco americano y desató el pánico en el sector financiero de EEUU y Europa.
Estos profesores señalan de forma clara y concisa que "el valor de mercado de los activos del sistema bancario de EEUU es dos billones de dólares más bajo de lo que sugiere el valor en libros de los activos que representan las carteras de préstamos y bonos mantenidas hasta el vencimiento".
Cuando los tipos de interés suben en la economía, el precio de los bonos ya emitidos (los que tienen los bancos o inversores en cartera) cae de forma proporcional. Sin embargo, si estos bancos o inversores mantienen esos bonos hasta el vencimiento, no existen tales pérdidas. Se recupera el principal además de haber ido recibiendo los cupones (intereses). Pero si en algún momento cualquier banco/inversor necesita vender esos bonos por problemas de liquidez, debe reconocer las pérdidas de forma inmediata, lo que puede generar fuertes turbulencias.
"Los activos bancarios ajustados al mercado han sufrido una caída media del 10% en todos los bancos, y el quinto percentil inferior experimentó una disminución del 20%", aseguran estos expertos.
El documento destaca que con estos datos se puede ilustrar que "el apalancamiento no asegurado (es decir, deuda/activos no asegurados) es la clave para comprender si estas pérdidas conducirían a la insolvencia de algunos bancos en EEUU, a diferencia de los depositantes asegurados (hasta 250.000 dólares), los depositantes no asegurados pueden perder una parte de sus depósitos si el banco cae, dándoles potencialmente incentivos para salir huyendo del banco", comentan los profesores de economía.
SVB no es peor ni de lejos
Atendiendo al caso del Silicon Valley Bank (SVB), recientemente quebrado, se puede observar que "hasta el 10% de los bancos americanos tienen mayores pérdidas no reconocidas que las de SVB. SVB tampoco era el banco peor capitalizado, con un 10% de los bancos con menor capitalización que SVB. Por otro lado, SVB tenía una parte desproporcionada de financiación no asegurada: solo el 1% de los bancos tiene un mayor apalancamiento no asegurado. Las pérdidas combinadas y el apalancamiento no asegurado brindó incentivos para que se produjera una fuga de depositantes no asegurados de SVB", sostienen estos economistas.
Pero lo que realmente puede generar pánico en el sector bancario, en Wall Street y en la Reserva Federal son las conclusiones a las que llegan estos expertos en el estudio: "Haciendo cálculos similares para la muestra de todos los bancos estadounidenses... Incluso si solo la mitad de los depositantes no asegurados (por encima de 250.000 dólares) decide marcharse, casi 190 bancos corren un riesgo potencial de sufrir un deterioro que afecte a los depositantes asegurados, con un riesgo potencial de 300.000 millones de depósitos asegurados".
Es decir, casi 200 bancos americanos de tamaño pequeño y mediano se encuentran en una situación de riesgo ahora mismo. Si los depositantes que no tienen todo su capital asegurado se pueden marchar a otros bancos más grandes, puesto que estas entidades medianas y pequeñas (en su mayoría regionales) pueden sufrir una situación incluso peor que la de SVB.
"Si los retiros de depósitos no asegurados causan incluso pequeñas liquidaciones, muchos más bancos estarán en riesgo. En general, estos cálculos sugieren que las recientes caídas en los valores de los activos bancarios aumentan de manera muy significativa la fragilidad del sistema bancario estadounidense frente a las fugas de los depositantes no asegurados", sentencian estos expertos.
Por ello, parece lógico que en la jornada del miércoles varios bancos en Wall Street sufrieran pérdidas de calado después de que la secretaría del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, asegurase que no había considerado ni discutido un "seguro general" (para más de 250.000 dólares) para los depósitos bancarios de EEUU. Ni el mensaje de calma y continuidad de la Fed lograron apaciguar las correcciones en la banca.
Sus comentarios ante una audiencia del subcomité de Asignaciones del Senado frustraron las esperanzas de la industria de una garantía gubernamental rápida para detener la amenaza de nuevas corridas bancarias y contribuyeron a una caída del 15,5% en las acciones del First Republic Bank. Los depositantes que superan los 250.000 dólares tienen muchos incentivos para abandonar los bancos medianos y regionales y refugiarse en las grandes entidades, cuyos colchones de capital son mayores y el riesgo de quiebra inferior.