
La bolsa europea ha asegurado la primera sesión del año en positivo sin la referencia de mercados como Wall Street que se mantuvo este lunes cerrado por ser festivo en Estados Unidos (al igual que en el parqué londinense y en el nipón). Estas alzas permitieron al Ibex 35 iniciar el 2023 con un aumento del 1,7%, hasta los 8.369 puntos.
Aunque estas subidas no consigan borrar las pérdidas vistas en el año pasado, el mercado mira con optimismo el devenir de la renta variable europea donde se dibuja un potencial alcista superior al 20% en la mayoría de los índices del continente y con el Ibex 35 como uno de los selectivos que suben la media con un recorrido por delante no visto en un arranque de año desde 2011.
Así, el selectivo español tiene un recorrido por delante cercano al 20,5%, según Bloomberg, hasta los 10.106 puntos -lo que supondría ver al índice cotizar en niveles no vistos desde febrero de 2020, preCovid-. Pero el año pasado el índice también comenzó con el consenso de mercado otorgando al Ibex un potencial cercano al 20%. La previsión mandaba al Ibex 35 cerca de los 10.500 puntos, muy lejos de la realidad a cierre de año, con un recorte del 5,5%. Los analistas no se equivocaron en una cosa, el índice español fue el mejor del año y con el resto de bolsas europeas cuyos recortes fueron mayores al 10%.
Es el Ftse Mib italiano el que tiene mayor potencial alcista, según el consenso de mercado recogido por Bloomberg, con un 24%. Los expertos ven al índice milanés en los 30.024 puntos, un nivel que no ha visto este selectivo desde junio de 2008 y después de un 2022 en el que se dejó un 13,2%. Por detrás se encuentra el Dax alemán (potencial del 22%) en el que el mercado deposita la esperanza de que alcance los 17.208 puntos en los próximos doce meses.
De conseguirlo, el índice alemán marcaría un nuevo máximo histórico. Más modestas son las alzas que se esperan en los próximos meses en el Cac y el Ftse 100, con potenciales del 17,7% y del 17,9%, respectivamente. Y aún así estos índices europeos tienen mayor recorrido para los expertos recogidos por Bloomberg que el S&P 500 (precio objetivo en los 4.510 puntos) y el Dow Jones (36.526). Solo el Nasdaq 100 tiene más camino por desandar que sus pares tanto de Wall Street como de la bolsa asiática.
Con el 2022 a la espalda, no hay un índice más castigado entre las grandes referencias del mercado que el Nasdaq 100. El índice tecnológico retrocedió en los últimos doce meses más de un 33% y, aunque el mercado ve para el Nasdaq el mayor recorrido por delante de todo Wall Street, no servirá para borrar las pérdidas del 2022 ya que persisten las mismas amenazas para las compañías del sector. Según Bloomberg, este índice tiene un precio objetivo de consenso del 27,5% hasta los 13.960 puntos.
Un 2023 más 'fácil' de leer
Para ser justos con los expertos, el mercado del año pasado fue muy difícil de prever con eventos inesperados, que estaban descartados en las mesas de análisis. Por un lado, nadie esperaba la insistencia de China para apegarse a su política de Covid cero durante la mayor parte del año. Y, por otro lado, la invasión rusa de Ucrania era un escenario casi imprevisible a pocas semanas de que sucediera. Pero quizá el mayor error de medida fue la trampa de la inflación transitoria que finalmente fue más persistente de lo esperado y que llevó a los bancos centrales a acometer las subidas de tipos vistas hasta la fecha.
Ahora, el año 2023 parece más fácil de anticipar y gestionar aunque siempre pueden aparecer obstáculos para la bolsa no previstos. "El mercado convivirá durante años con una guerra de desgaste en Ucrania que improbablemente frustrará la progresiva mejora de perspectiva", apuntan en sus previsiones los analistas del equipo de Ramón Forcada en Bankinter. Los rebrotes de casos de Covid en China tampoco parecen una excesiva fuente de preocupación teniendo en cuenta que Pekín ya ha dado el paso de relajar sus restricciones. En este punto, lo que preocupa ahora son los ratios de contagio en el gigante asiático que pueden afectar a su reapertura y condicionar a las cadenas de suministros y, por tanto, también repercutir en la evolución de los precios de todo el mundo
Así, los catalizadores que necesita el mercado dependerán, de nuevo, de cómo de agresivos sean los bancos centrales en un año en el que no se esperan tantas subidas de tipos de interés como en 2022 pero en el que se descuenta que se mantendrán en cotas altas durante meses. "El suelo definitivo en bolsas llegará cuando se confirme una moderación sustancial en la inflación que permita a los bancos centrales pensar en volver a una posición neutral, que posibilite una mejora de expectativas sobre ciclo y resultados empresariales", apunta Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
La experta confía que la bolsa española "podría mantener para este año su mejor comportamiento relativo respecto a Europa". Las previsiones económicas para el país acompañan, teniendo en cuenta que hay una menor exposición a la problemática del gas ruso y que España recibirá mayor apoyo por los fondos Next Generation que el resto de economías. El mayor peso del sector bancario seguirá siendo un impulso mayor mientras se mantengan los tipos e inflación altos.
Entre los pronósticos más optimistas y los que replican la evolución del mercado en el año anterior el EuroStoxx 50 alcanzaría los 4.652 puntos, según el mercado. Desde Bankinter, sin embargo, consideran que el riesgo para la renta variable europea sigue siendo alta (aunque la recortan respecto a su anterior pronóstico). Así, desde la firma se muestran más cautos que el consenso y estiman un potencial cercano al 15% (el consenso de Bloomberg es del 21,5%) y un precio objetivo en los 4.361 puntos. "En Europa, el binomio rentabilidad/riesgo mejora", apuntó la analista de Bankinter, Esther Gutiérrez.