
El optimismo que generó en los mercados el dato de inflación estadounidense del mes de octubre -7,7%, tres décimas por debajo de las estimaciones- siguió difundiéndose a comienzos de esta semana. El S&P 500 llegó incluso a tocar los 4.000 puntos durante la sesión del martes.
Sin embargo, el impacto de un misil ruso en territorio polaco -país dentro de la OTAN- truncó durante dos sesiones el buen hacer de los mercados y frenó los ascensos de las últimas semanas que les estaban acercando a las primeras resistencias. Así, la rentabilidad/riesgo que ofrecían los principales parqués deja de ser atractiva por el momento. En el Viejo Continente, el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, establece la resistencia del EuroStoxx 50 en los 4.050 puntos, dejándole un potencial alcista del 3% sobre los 3.924 puntos actuales. Este recorrido, no obstante, es ínfimo en comparación con la distancia en porcentaje que el índice puede recorrer hasta su soporte, establecido en los 3.250 puntos. Hasta dicha zona hay un margen de caída casi seis veces mayor que el hipotético recorrido al alza. De esta forma, el selectivo podría llegar a desplomarse más de un 17%.
Y, pese a todo, los principales índices continentales han cerrado el cómputo semanal con ganancias que han abarcado desde el 0,4% del Ibex 35 hasta el 1,5% del EuroStoxx. A nivel técnico, por ahora, las plazas del Viejo Continente no han roto los soportes semanales y el selectivo europeo se mantiene sobre los 3.848 puntos, "la parte inferior del hueco que abrió el alza justo hace una semana y cuyo cierre es lo mínimo exigible para pensar en que los bajistas han tomado el control en el más corto plazo", apunta Cabrero. "Para nuevas compras lo ideal es esperar a que haya un recorte que sirva para consolidar parte de este fuerte rebote, pero ya no esperaría a una caída a los 3.440/3.470 puntos, sino que sería partidario de plantearme compras en un retroceso a la zona de los 3.500 puntos y a partir de los 3.650 puntos ya podría valorarse la búsqueda de alguna oportunidad", subraya Cabrero. Aunque las circunstancias actuales invitan a pensar que el mercado puede que no dé una segunda oportunidad tan clara de inversión.
En el otro lado del charco, no solo el misil ruso impactó contra los mercados. En Wall Street, el jueves, los acontecimientos políticos marcaron la jornada, en una sesión en la que Estados Unidos vio como el Partido Republicano se hacía definitivamente con el control de la Cámara de Representantes. Allí, el saldo de la semana es negativo: el Nasdaq 100 finaliza con un ligero retroceso del 0,9% desde el lunes, frente al cerca del 2% que se desploma el S&P 500 .
Fuerte impulso de la banca
Aunque el dato de IPC estadounidense generó creencias de que la Reserva Federal Estadounidense (Fed) reduciría la marcha en la subida de los tipos -acumula cuatro consecutivas de 75 puntos básicos y ahora el mercado compra para la próxima reunión un alza de 50-, los posteriores comentarios de miembros de la Fed quisieron dejar claro que hasta que la inflación no esté controlada no habrá un giro en la política monetaria. Así, en España, la banca ha tomado impulso y Bankinter, CaixaBank y Banco Sabadell, las entidades más beneficiadas por las subidas de tipos, se colocan en el top 3 de ganancias del Ibex desde el lunes, con revalorizaciones del 9,4%, 8,9% y el 6,5% respectivamente. En la otra cara, Fluidra vuelve a desplomarse en la semana cediendo un 5,73%, seguida de Grifols y Acciona con retrocesos del 4,93% y el 3,79% respectivamente.
Los datos macro de Estados Unidos han templado levemente la renta fija. El bono americano a 10 años perdía cerca de nueve puntos básicos desde el lunes, situándose en el 3,8% de rendimiento a media sesión. En el este lado del charco, las caídas fueron, incluso, más pronunciadas. El bund alemán cedía 15 puntos básicos, frente a los más de 20 de la deuda italiana y española. Así, estos papeles soberanos colocaban su rentabilidad en el 2%, 3,8% y 3% respectivamente.
El euro acumula dos semanas consecutivas de revalorización sobre el dólar. Esta, gana un 0,15% y rebota sobre un 8% desde los mínimos anuales, situándose en los 1,03 dólares. El Brent sufre su peor semana desde principios de agosto, con pérdidas por encima del 8% y el barril desciende de los 90 dólares por primera vez desde septiembre, ubicándose en el entorno de los 87 dólares.