
Los alcistas europeos se dieron ayer de bruces con las primeras e importantes resistencias clave de corto plazo a las que se enfrentaban. El temor a un menor crecimiento económico dadas las expectativas de una elevada inflación y de una política monetaria restrictiva por parte de los bancos centrales de cara al futuro más inmediato han ayudado a que los bajistas vuelvan a hacer acto de presencia en Europa.
Tras varias sesiones consecutivas de ganancias, los toros frenaron en seco ante el alcance de niveles de cierta relevancia técnica, reforzando así el papel preponderante de los mismos en la reconstrucción alcista. No es para menos, la ruptura de esas cotas es necesaria para confiar en un rebote de mayor potencial.
Se trata de niveles como los 3.500-3.510 puntos del EuroStoxx 50, o los 7.765 enteros del Ibex 35. "Para confiar en un rebote mayor necesitamos un nuevo empujón que lleve a los selectivos a batir dichas zonas", destaca Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader. "Es necesario asistir a la ruptura de este rango de los 3.500/3.510 puntos para dar por rota la directriz bajista de aceleración que viene guiando las caídas desde mediados de agosto y para confirmar un claro patrón de giro al alza en forma de doble mínimo en los 3.250 puntos" matiza el experto en el caso del selectivo europeo.
La superación de estas cotas es necesaria para descartar que las bolsas de Europa estén ante lo que podría ser un simple rebote dentro de una tendencia bajista y para alejar, por tanto, el riesgo de asistir a una caída hacia la zona donde cotizaban las bolsas europeas justo antes de la aparición en escena de la vacuna de Pfizer, es decir, en los mínimos de octubre de 2020.

En el caso del Ibex 35, un retroceso de ese calibre supondría llevar al selectivo español a la zona de los 7.000 puntos, mientras que en el caso del índice europeo una profundización de la corrección le llevaría hacia la zona de los 2.900/3.100 puntos.
El oro registra su año más bajista desde 2013
La onza del metal dorado registra un ligero repunte en las últimas horas que le permite alejarse de los mínimos marcados en el ejercicio, que son los más bajos desde antes de la pandemia. Su cotización registra ya un descenso superior al 10% desde que dio comienzo 2022, lo que supone registrar el año más bajista desde 2013.