
La bolsa europea ha repetido hasta la fecha el mismo patrón que Wall Street: tocó mínimos del año en julio y desde entonces ha protagonizado un rebote que da signos de debilidad desde que comenzó la semana en curso. Pero mientras el índice de referencia neoyorquino S&P 500 mantiene hasta la fecha 30 categorías del selectivo en positivo, el Stoxx 600 solo posee uno en verde en lo que va de 2022: el de las petroleras y empresas enfocadas al negocio del crudo.
El subgrupo Energy del índice Stoxx 600 sube en el año un 25,7% frente al 11,3% que retrocede el conjunto del selectivo en lo que va de ejercicio. Y el sector que mejor va detrás de este dentro de la bolsa europea es el ligado a la obtención de otras materias primas, que retrocede un 0,2% en el año y que ha estado cambiando de signo en las últimas sesiones.
A partir de aquí no hay ningún otro grupo dentro de este índice europeo que muestre cifras que se aproximen al verde. El peor de todos ellos es el del retail -con Inditex entre sus filas- y que pierde un 33,4%, aunque sí que existan valores que coticen a un precio superior al que registraron el primero de enero en la mayor parte de las categorías de este índice.
Del mismo modo, no todas las compañías que engloba la categoría Energy del Stoxx 600 se mantienen en positivo en 2022. De hecho, solo aquellas que tienen mayor peso en el negocio de la extracción o transformación del petróleo sacan partido a su cotización este ejercicio, mientras que aquellas que se centran en la obtención de energía a través de otras materias primas -como el gas- o que apoyan la actividad conocida como upstream registran peor evolución en bolsa.
Así, compañías como la danesa Vestas, Siemens Energy (la alemana) o Siemens Gamesa (cotizada en el parqué español) se sitúan entre las más bajistas dentro de esta categoría del Stoxx 600. Solo la refinería austríaca OMV se sale de la norma y cede en lo que va de año un 16,8%. No obstante, no se debe a que su negocio hasta junio en el refino y procesado de crudo haya sido malo, según apuntan desde Deutsche Bank, sino a la incertidumbre que deriva de las relaciones con Rusia y que deberá comprar "gas al contado para compensar el déficit ruso", según la firma.
La fortaleza en 2022 en el precio de las acciones de estas compañías ha estado estrechamente relacionada con la evolución de los precios del petróleo. Y con la guerra de Ucrania en marcha, la debilidad europea por la dependencia energética del suministro ruso ha jugado a favor de la práctica mayoría de las refineras del Viejo Continente. Equinor sube en el año casi un 73%, Shell o BP lo hacen en torno a un 40% y Repsol se apunta un 28%, con lo que se sitúa entre los tres valores más alcistas del Ibex 35 -llegó a ser la compañía más alcista el pasado martes-.
La refinera española, al igual que su competencia, ha registrado en el primer semestre del año márgenes de refino récord que han permitido a las petroleras anotarse beneficios nunca vistos hasta la fecha. De hecho, el consenso de mercado recogido por FactSet estima que Repsol conseguirá al cierre de este año un resultado bruto de explotación (ebitda) de 12.000 millones de euros. Además, la petrolera española se sitúa como la más barata entre sus comparables según su PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) para los próximos 12 meses, según el consenso de mercado, que otorga a Repsol un multiplicador de 3,4 veces.
Un potencial del 27%
No obstante, y aunque todas estas compañías cuentan con una recomendación de compra (salvo la portuguesa Galp y OMV, según FactSet) Repsol no es la que más potencial del sector ofrece -un 27%-. Este puesto es para la italiana Eni, según el consenso de mercado con un recorrido por delante en bolsa del 33% hasta el precio objetivo que recoge FactSet en los 16,4 euros. Por otra parte, aquellas que suministran infraestructura al negocio del gas o del petróleo también se han visto beneficiadas del contexto actual en el que se están ideando nuevas formas de traer combustible al Viejo Continente de más allá de las fronteras rusas. Así, los inversores han aupado el valor en el mercado de Tenaris y GazTransport que suben en 2022 un 50 y un 60%, respectivamente.
El otro grupo del Stoxx 600 que se aproxima a registrar avances en 2022, el de recursos básicos, se resiente por la caída del 10% de media desde máximos de julio en el precio de metales y otras materias primas. Valores como Gleencore o Ssab -con peso en la producción mundial de cobre, acero y zinc, entre otros- suben un 37% y un 10%, respectivamente.